Protección fitosanitaria del ajo – gestión de plagas y enfermedades del ajo
Comparado con otros cultivos, el ajo suele tener menos problemas de plagas y enfermedades.
Principales plagas del ajo
Los trips (Thrips tabaci, Frankliniella occidentalis)
Los trips son insectos diminutos (0,5 a 2 mm o 0,02 a 0,08 pulgadas de largo) que atacan a una amplia gama de especies vegetales en todo el mundo. También son uno de los principales enemigos del ajo, provocando pérdidas de productividad importantes. Su actividad destructiva puede ser directa, succionando la savia foliar, o transmitiendo virus peligrosos como el IYSV a las plantas infectadas. Los trips normalmente se encuentran en el envés de las hojas, protegidos del sol, cerca del punto de conjunción con el tallo. Además de detectar el insecto directamente, el agricultor también puede darse cuenta de su presencia por los síntomas más habituales como las manchas blanquecinas en las hojas, el marchitamiento de las hojas y de los bulbos.
Existen medidas de prevención y de control. Algunas de las medidas preventivas más útiles son:
- Seguimiento de la colonia. Debe intensificarse durante la primavera y principios del verano, cuando las condiciones son favorables para el insecto.
- Trampas de feromonas
- Eliminar las malas hierbas y los residuos de cultivos anteriores ya que los trips pasan el invierno en especies como la alfalfa, el trébol y los cereales de grano pequeño.
- Barreras vegetales. Algunos agricultores plantan 2 hileras de maíz o 1 hilera de maíz y 1 hilera de trigo alrededor del campo 30 días antes de plantar el ajo para que sirvan de barrera y bloqueen el avance de los trips.
Los agricultores convencionales (siempre después de consultar a un agrónomo local autorizado) pueden aplicar plaguicidas químicos como por ejemplo, Profenofos, Carbosulfán, Malatión, Delegate o Fipronil. Debemos pulverizar con el producto autorizado adecuado cuando contemos de 20 a 30 adultos por planta o una media de 1 trip por hoja (revisar de 50 a 100 plantas al azar). También podemos utilizar jabones insecticidas. No obstante, es muy importante evitar un uso continuado y excesivo de pesticidas, sobre todo con el mismo modo de acción, ya que los trips pueden desarrollar fácilmente una resistencia a ellos.
Nematodos: nematodos del tallo y el bulbo (Ditylenchus dipsaci) y nematodos noduladores de las raíces (Meloidogyne spp.)
El agricultor debería evitar plantar especies de Allium como el ajo y la cebolla si los encuentra en su campo. El ajo y la cebolla son vulnerables a los nematodos, lo que provoca importantes pérdidas en la producción (en casos extremos, incluso la pérdida de la cosecha entera). Los nematodos del tallo y el bulbo se ven favorecidos por el aumento de la humedad del suelo y las temperaturas frías y pueden introducirse en las plantas a través de heridas y otras aberturas (p.ej., los estomas). Ambas especies de nematodos pueden provocar clorosis foliar, crecimiento irregular o pobre de las plantas y las raíces, marchitez, atrofia y pudrición de los bulbos. Más en concreto, una gran población de nematodos noduladores de la raíz puede reducir el tamaño del bulbo hasta un 50 o 70%, mientras que suelen observarse agallas en el sistema radicular. Los nematodos suelen introducirse en un campo mediante material de plantación infectado. También es fundamental que evitemos cualquier material de propagación vegetal que proceda de una planta infestada. A pesar de que existen algunos nematicidas adecuados a la venta, los productores de ajo deben tener en cuenta la posibilidad de utilizar métodos de control naturales como una labranza profunda y la solarización del suelo durante los meses más calurosos del año.
Principales enfermedades del ajo
Podredumbre blanca (Sclerotium cepivorus)
La podredumbre blanca es una enfermedad fúngica del suelo que puede dañar las plantas de ajo durante todo su ciclo vegetativo. La enfermedad está causada por el hongo Sclerotium cepivorus, que sobrevive en el suelo. Los síntomas incluyen clorosis foliar, marchitez y muerte completa de la planta. El agricultor normalmente observará el desarrollo de un crecimiento blanquecino, parecido al algodón, en la parte baja del tallo, bajo el suelo, con esclerotinias (pequeñas, redondas de color marrón anaranjado). Bajo condiciones ambientales favorables, el hongo es más destructivo a principios de la primavera y en otoño. En un campo infectado por podredumbre blanca, los síntomas pueden aparecer en grupos de plantas más que en plantas individuales.
El control de la enfermedad comienza con unas medidas adecuadas de prevención entre las que se incluyen controlar las malas hierbas, eliminar los residuos de los cultivos, mantener una distancia de seguridad entre plantas para que exista mejor aireación y mejorar el drenaje del suelo. El estado general de las plantas (nivel de nutrientes y agua, exposición al sol) también puede fomentar la resistencia de éstas a la enfermedad. No vuelva a plantar un cultivo de Allium si se detectaron síntomas de la enfermedad en el suelo durante años anteriores. Asimismo, rotar el ajo con cultivos como la lechuga, las zanahorias o las patatas puede tener beneficios parciales, ya que el hongo puede sobrevivir en el suelo durante más de 10 o 15 años en forma de esclerotinia en el campo. La solarización del suelo está considerada como una medida de control relativamente eficaz. El tratamiento químico sólo se utiliza si el problema es grave y siempre bajo la supervisión de un ingeniero agrónomo local autorizado. Por último, cuando se translate de un terreno a otro o de una parte del campo infectada a otra, es necesario desinfectar de forma adecuada todo el equipo para evitar que la enfermedad se propague.
Mildiú velloso (Peronospora destructor)
El mildiú velloso es una enfermedad fúngica destructiva causada por el hongo Peronospora destructor. Los altos niveles de humedad favorecen la infección. Algunos síntomas comunes de la enfermedad incluyen decoloraciones blancas y amarillas de las hojas en forma de manchas ovales. Normalmente, en condiciones óptimas de temperatura y humedad, estas manchas están cubiertas por el crecimiento blanquecino y peludo del hongo. El patógeno puede sobrevivir muchos años en el suelo en forma de oosporas. Puede destruir y matar a las plantas más jóvenes y atrofiar a las más viejas. Además, los bulbos infectados, tanto en el campo como almacenados, pueden sufrir daños, encogerse y pudrirse.
El control de la enfermedad comienza con las medidas preventivas adecuadas. En zonas con altos niveles de humedad es aconsejable que los agricultores dejen mayor distancia de plantación y alineen las hileras en la dirección dirección de los vientos más frecuentes para facilitar la aireación. Además, se debe evitar el riego por aspersión. También pueden proteger al ajo de esta enfermedad otras medidas de prevención mencionadas anteriormente. Sin embargo, muchos agricultores pulverizan preventiva y periódicamente con un fungicida. No obstante, debemos recalcar la importancia de utilizar únicamente productos autorizados y adecuados para el cultivo.
La roya del ajo (Puccinia allii)
Las temperaturas ambientales suaves combinadas con periodos prolongados de mucha humedad, así como la humedad del suelo favorecen la aparición de la enfermedad.
Los síntomas principales de la infección incluye la formación de pústulas anaranjadas (roya), sobre todo en el envés de las hojas y, de forma periódica, en ambas caras de la hoja. Sobre las manchas de color óxido podemos observar la formación de esporas pulverulentas del hongo que acabarán volviéndose marrón oscuras. La gestión de la enfermedad incluye todas las medidas de control que hemos mencionado con anterioridad. No obstante, no se suele aplicar el control químico. Por otra parte, los productores de ajos saben por experiencia que plantar a tiempo (y no demasiado pronto) reduce el riesgo de infección.
El virus OYDV
Los virus se transmiten por material de propagación infectado o por portadores como pulgones y trips. En las plantas infectadas pueden observarse rayas cloróticas en las hojas y un crecimiento atrofiado. Dado que no existe cura para el virus, las únicas medidas de gestión son preventivas e incluyen la selección de material de reproducción vegetal, es decir dientes de ajo, que no estén contagiados con la enfermedad (podremos adquirir material vegetal sano de un vendedor autorizado) y la gestión del control de áfidos y trips.
Referencias
- https://www.agric.wa.gov.au/garlic/growing-garlic-western-australia?nopaging=1
- https://academicjournals.org/journal/JPBCS/article-full-text-pdf/008F97D48008
- https://www2.gov.bc.ca/assets/gov
- https://farmer.gov.in/imagedefault/ipm/garlic.pdf
- https://extension.uga.edu/publications/detail.html?number=C854#Garlic%20Cultivars
- https://www.canr.msu.edu/uploads/resources/pdfs/e3371_wcag_2.08.pdf
- https://extension.psu.edu/garlic-production#section-2
- https://extension.umaine.edu/agriculture/garlic/maine-garlic-pest-field-notebook/
- https://www.dpi.nsw.gov.au/__data/assets/pdf_file/0005/97709/growing-garlic-in-NSW.pdf
- https://dogr.icar.gov.in/index.php?option=com_content&view=article&id=133&Itemid=204&lang=en
- https://www.agric.wa.gov.au/plant-biosecurity/biosecurity-alert-white-rot-garlic
- https://www2.ipm.ucanr.edu/agriculture/onion-and-garlic/Downy-Mildew/
Para saber más:
Información sobre las plantas de ajo y selección de variedades
Información general y valor nutricional del ajo
Cultivar ajo con fines comerciales – Guía completa para cultivar ajo de principio a fin
Requisitos del suelo y cómo preparar la tierra para plantar ajo
Necesidades de agua del ajo y sistemas de riego
Plagas y enfermedades del ajo