Cultivar ajo con fines comerciales - Guía completa para cultivar ajo de principio a fin

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Equipo editorial

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Cultivar ajo con fines comerciales - Guía completa para cultivar ajo de principio a fin

Cultivar ajo con fines comerciales al aire libre -si se hace de forma racional y escalonada- puede ser una buena fuente de ingresos para un agricultor. En pocas palabras, el ajo es una planta perenne, pero los productores suelen tratarla como anual. La mayoría de los agricultores de ajo con fines comerciales comienzan su cultivo a partir de dientes de ajo. Pero antes de plantarlos, preparan el campo. Labran la tierra y preparan caballones o surcos (esto se suele hacer en suelos mal drenados). El clima es el principal factor que puede condicionar el cultivo del ajo. La planta procede de climas templados y suele ser relativamente sensible a unas temperaturas extremadamente bajas, demasiado altas y a las heladas. La mayoría de las variedades necesitan, por término medio, temperaturas de 10 a 25°C (50 a 77 °F) para desarrollarse y producir. Unas temperaturas extremadamente altas durante el periodo de crecimiento de la cabeza inhibirán el desarrollo de los dientes y será casi imposible que las plantas estresadas se recuperen y den una buena cosecha. Es muy importante saber que, por término medio, para desarrollar dientes bien formados, todos los tipos de ajo necesitan más de 12 horas diarias de exposición a la luz solar. Además, las plantas deben estar expuestas a temperaturas inferiores a 10°C (50°F) para que el diente se desarrolle satisfactoriamente mientras que durante su etapa de crecimiento, las temperaturas deben aproximarse a los 20°C (68°F). 

Cuando las condiciones meteorológicas son muy frías, los productores de ajo suelen colocar películas de plástico negro en los surcos. Esto ayuda a calentar el suelo y es una medida de control eficaz contra las malas hierbas. Cuando todo esté listo la plantación, realizaremos agujeros pequeños en el plástico e introduciremos los dientes de forma mecánica o manual. La demanda de nutrientes del ajo es relativamente alta y es muy probable que necesitemos fertilizar. El riego por goteo y la gestión de plagas suele llevarse a cabo para ayudar a las plantas a que produzcan más. La mayor parte de las variedades de ajo disponibles en el mercado se cosechan entre tres y ocho meses después de que los hayamos plantado. El tiempo que va desde la plantación a la cosecha depende de la variedad y las condiciones climáticas. Podemos realizar la cosecha a mano o con cosechadoras. Después de la cosecha debemos secar los ajos antes de almacenarlos. Para ello, los productores normalmente trasladan las cabezas de ajo a áreas especiales con niveles de humedad y temperaturas controladas y una buena circulación de aire. A continuación, aran la tierra y destruyen lo que haya quedado de la cosecha. Las cabezas de ajos pueden almacenarse de cinco a siete meses a temperaturas de 0 a 1º C (32 a 34 °F) y con una humedad relativa máxima del 60 al 70% (para evitar que se pudran), con una buena ventilación y sin luz.

Para saber más:

Información sobre las plantas de ajo y selección de variedades

Información general y valor nutricional del ajo

Cultivar ajos en el huerto

Cultivar ajo con fines comerciales - Guía completa para cultivar ajo de principio a fin

Requisitos del suelo y cómo preparar la tierra para plantar ajo

Necesidades de agua del ajo y sistemas de riego

Fertilización del ajo

Plagas y enfermedades del ajo

Gestión de las malas hierbas del ajo

Producción y almacenamiento de la cosecha de ajos