Es muy importante señalar que no existen dos campos iguales y que nadie puede aconsejar a un agricultor sobre métodos de fertilización sin tener en cuenta los resultados del análisis del suelo y de tejidos, así como el historial de su terreno. No obstante, a continuación, enumeramos algunos patrones y métodos de fertilización que suelen utilizar los agricultores.
Por norma general, por cada tonelada que se cosecha se retira del suelo:
N: 5 kg (4,5 lb/acre), P2O5: 1,6 kg (1.4 lb/acre), K₂O 4 kg (3,6 lb/acre). Debido a esto, el programa de fertilización y las cantidades utilizadas deben cubrir las necesidades de nutrientes para maximizar la producción y la calidad. Muchos productores comienzan aplicando de 20 a 40 toneladas de estiércol bien descompuesto por hectárea (8 a 16 toneladas/acre) a principios de la primavera o el otoño (alrededor de 2 meses antes de plantar el cultivo) como fertilizante de base para mejorar la fertilidad del suelo. En algunos casos también se utiliza harina de semilla de algodón. Los agricultores la incorporan después o cuando están suministrando el estiércol arando a una profundidad de 30 a 40 cm (12 a 16 pulgadas). Es muy importante que evitemos utilizar estiércol fresco ya que pueden surgir problemas con las malas hierbas y con la toxicidad de las plantas.
Las siguientes aplicaciones de fertilizantes químicos y sintéticos se deben basar en los resultados del análisis del suelo. Muchos agricultores suministran los tres nutrientes básicos (nitrógeno, fósforo y potasio) pero existen muchos campos que ya cuentan con cantidades suficientes de fósforo. En estos casos, se aconseja a los agricultores que excluyan este nutriente o apliquen menos fertilizantes a base de fósforo.
La práctica habitual durante todo el período de crecimiento es administrar (por hectárea):
- P2O5 80-120 kg o 500-600 kg de fertilizante de fósforo por hectárea (como 0-20-0) (71-107 lb y 446-535 lb por acre, respectivamente),
- K₂O 150-240 kg por hectáreas (o 300-400 kg 0-0-50), (134-214 lb o 268- 357 lb/acre, respectivamente) y
- N 100-150 kg (o 400-600 kg 26-0-0), (89-134 lb or 357-535 por acre).
Otra alternativa es suministrar un fertilizante completo (10-10-10) a una tasa de 970 kg por hectárea (o 870 lbs/acre). Recuerde que para que sea más eficiente, se recomienda elegir la aplicación en bandas (e incorporación al suelo) en lugar de al voleo. En el segundo caso, se deben aumentar entre 1,5 y 2 veces la cantidad de fertilizantes de P y K.
Los fertilizantes de fósforo también se liberan en el suelo durante la preparación del campo, mientras que el nitrógeno se suele suministrar en 2-3 aplicaciones superficiales cada 20 días (la primera se lleva a cabo de 3 a 4 semanas después de la plantación). En general, los requisitos de nitrógeno de la endivia y la escarola suelen ser moderados y debemos evitar fertilizar de más ya que puede incrementar el riesgo de pudrición de la raíz y que se quemen las hojas. Por otro lado, la endivia necesita unos grandes niveles de potasio (K). Por lo tanto, se suele aplicar un fertilizante rico en potasio al menos 2,5 veces más que el nitrógeno (pregunte a un agrónomo local autorizado). De forma ocasional, los productores utilizan 400kg (881 lbs) de sulfato de amonio (NH₄)₂SO₄ por hectárea. Si bien el cultivo se desarrolla bien en suelos ligeramente ácidos, un pH bajo puede provocar deficiencia de Mg (por debajo de 67 a 78 kg/ha o 60 a 70 lb/acre). Puede surgir un problema parecido si existe un exceso de potasio en el suelo. Para corregirlo, el agricultor puede necesitar llevar a cabo una pulverización foliar con una solución de sulfato de magnesio al 2%. Los agricultores pueden aplicar 28 lb de Mg al suelo por hectárea (25 lb/acre). También pueden suministrar zinc, azufre y boro cuando el resultado del análisis del suelo refleja cantidades inferiores a 5,6 kg/ha, 11,2 kg/ha y 1,2 kg/ha (5 lb/acre, 10 lb/acre y 1 lb/acre), respectivamente.
La mayoría de los fertilizantes suelen ser granulados y se suministran directamente en el suelo. Para evitar daños, los gránulos no deben estar en contacto directo con las plantas jóvenes. Para incorporar mejor los fertilizantes al suelo, así como la absorción de nutrientes de las plantas, los agricultores prefieren administrarlos antes de las lluvias o el riego. En el caso del riego por goteo, se suele optar por realizar la fertilización lateral con fertilizantes solubles en agua. Es muy importante seguir las instrucciones del fabricante antes de introducir el fertilizante en el sistema de riego.
A pesar de todo, lo descrito anteriormente son solo algunos ejemplos y no debe seguirlos sin haber realizado su propia investigación. Cada campo es diferente, así como sus necesidades de nutrientes. Comprobar el estado en el que se encuentra el suelo y su pH es fundamental antes de aplicar cualquier método de fertilización. Pida consejo a un agrónomo local autorizado.
Referencias
- https://edis.ifas.ufl.edu/publication/CV008
- https://eap.mcgill.ca/CPLV_2.htm
- https://edis.ifas.ufl.edu/publication/CV008
- https://extension.umn.edu/vegetables/growing-lettuce-endive-and-radicchio#soil-testing-and-fertilizer-394060
- https://www.cabidigitallibrary.org/doi/10.1079/cabicompendium.13408
- http://aesl.ces.uga.edu/publications/soil/cropsheets.pdf
- https://nevegetable.org/crops/lettuce-endive-and-escarole
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