Seleccionar el lugar: seleccionar la ubicación para plantar árboles frutales es fundamental ya que la calidad del suelo afectará directamente al crecimiento y la productividad del árbol. Los árboles pueden dar una buena producción aunque el suelo sea rocoso o esté en pendiente. No obstante, antes de plantar, es importante examinar detenidamente las características del terreno.
- tipo de suelo,
- pendiente,
- absorción de agua y drenaje,
- riesgo y frecuencia de heladas,
- intervalo de temperaturas,
- duración del período vegetativo,
- distribución anual de las precipitaciones,
- disponibilidad de agua de riego,
- distancia de la capa freática,
- patrones de viento y flujo de aire.
La mayoría de estos factores se escapan al control del agricultor, por lo que a la hora de planificar la plantación debemos adaptarnos a las condiciones naturales del lugar. Si bien es cierto que los agricultores pueden mejorar la calidad del suelo con el tiempo, no pueden alterar las capas del subsuelo, cambiar los patrones del viento ni cambiar las temperaturas.
Preparar el huerto: debemos tener en cuenta una serie de factores importantes a la hora de preparar el suelo para plantar el árbol del mango. Entre ellos se incluye la descompactación del suelo, mejorar su fertilidad, ajustar su pH y controlar las malas hierbas, las plagas y las enfermedades. Prestar atención a estos detalles puede reducir los problemas de malas hierbas y enfermedades, lo que se traducirá en una plantación sana. Los requisitos específicos para preparar el terreno variarán en función del historial de cultivos, la vegetación actual y la presencia de enfermedades y plagas.
Antes de comenzar un huerto de mangos, es fundamental ajustar el pH del suelo para garantizar la mejor producción posible del cultivo. Es posible aumentar el pH del suelo incorporando cal o reducirlo mediante aplicaciones de azufre. La mayoría de los árboles frutales suelen rendir bien con un pH en torno a 6,5, pero pueden tolerar un intervalo de entre 5,5 y 7,2. Para gestionar la fertilidad del terreno es muy importante que nuestro suelo esté equilibrado nutricionalmente, cuente con el pH adecuado y la suficiente materia orgánica. Para mejorar el suelo antes de la plantación, se suele recurrir al cultivo de cobertura y a la aplicación de compost, minerales naturales u otros fertilizantes orgánicos en distintas combinaciones.
Disposición y diseño del huerto
La disposición de un huerto de mangos influye de manera significativa en la salud, el crecimiento y la producción en potencia de los árboles. Asimismo, puede facilitar (o no) algunas prácticas de cultivo y acciones a pie de campo como la poda, la cosecha, el riego, la fertilización y la gestión de malas hierbas y plagas.
Todos y cada uno de los aspectos del diseño del huerto se relacionan entre sí, desde la gestión de enfermedades hasta la recolección. La distancia y el marco de plantación de los árboles variarán dependiendo de la especie y la variedad del cultivo.
Qué tener en cuenta a la hora de diseñar un huerto de mangos:
- La disposición del terreno, la dirección del flujo de agua, el ángulo del sol durante las diferentes estaciones y cómo afectarán estos factores al movimiento del agua y el aire, los niveles de temperatura y humedad, la maduración de los cultivos y la incidencia de enfermedades y plagas.
- Qué enfermedades y plagas afectan al cultivo de la zona,
- qué equipo necesitaremos para las actividades de campo,
- cuál es la densidad de cultivo deseada, y
- cuál es el coste estimado de plantación y gestión del huerto.
Un huerto suele dar beneficios entre 3 y 10 años después de su creación. Existen tres tipos de marco de plantación para un huerto de mangos: cuadrado, rectangular y en forma de diamante.
Si los árboles se distribuyen de tal forma que no sea necesario el aclareo durante la vida útil del huerto, sólo se utiliza algo más del 50% del terreno. Por lo tanto, un uso eficaz de la tierra significa que los árboles se colocan muy juntos en un principio para, posteriormente, proceder al aclareo de forma sistemática y selectiva.
Elegir la distancia y el marco de plantación depende de los siguientes factores: cultivar, localización del huerto (por ejemplo, si está orientado al norte o al este), tipo y profundidad del suelo, producción estimada a corto y largo plazo, acceso para la maquinaria agrícola (dependiendo de las prácticas del huerto como el raleo). La decisión final debe basarse en principios económicos, ya que todos los aspectos mencionados anteriormente influyen en el valor económico final de un huerto.
Preparar el terreno: preparamos el terreno con antelación al comienzo de la temporada de lluvias, sobre todo si depende de ellas para regar su huerto. Una práctica habitual antes de establecer un huerto de mangos es arar profundamente la tierra seguido de dos labranzas con gradas hasta conseguir una leve inclinación antes del inicio de la temporada de lluvias. Si el campo está en una pendiente suave, es aconsejable nivelar el terreno para mejorar el drenaje.
La distancia de plantación recomendada es de 10 a 14 metros (33-46 pies). No obstante, en zonas donde haya escasez de agua y las precipitaciones sean limitadas, podemos utilizar distancias de plantación más cortas (10m*10m o 33ft*33ft) ya que el crecimiento y tamaño final de los árboles será menor. Por el contrario, el agricultor puede plantar sus árboles más separados en suelos ricos y con bastante humedad. Sin embargo, hoy en día, algunos agricultores prefieren aplicar sistemas de alta densidad en los que las distancias entre plantas son de 3 m y de 6 m entre filas. Esta estrategia se ha aplicado en Queensland, Australia. Por supuesto, habrá que tener en cuenta las distancias de plantación a la hora de seleccionar una variedad o/y el sistema de formación.
El agricultor debe cavar hoyos lo suficientemente anchos y profundos para que quepa el cepellón (30x30x30 cm o 12x12x12 pulgadas) de tierra que acompaña al material de plantación. Esto se recomienda sobre todo en suelos fértiles, profundos y friables. En suelos pobres, cave hoyos grandes y profundos de 50 cm de diámetro y 50 cm (20 pulgadas) de profundidad. Reservar la parte superficial del suelo para volver a rellenar el hoyo después de plantar o trasplantar y mezclar con estiércol o abono.
Debemos plantar nuestros árboles sacando con cuidado cada plántula del recipiente y colocándola en el hoyo sin perturbar excesivamente las raíces. Si es necesario, y las raíces se han enroscado alrededor de los contenedores, debemos enderezarlas para que crezcan sin enroscarse. Rellene el espacio que quede con tierra.
Referencias
Más información en el libro del autor: "Success in Agribusiness: Growing Mango successfully"
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Para saber más:
Valor nutricional del mango y beneficios para la salud
Información sobre el árbol del mango y variedades
Cómo cultivar mangos para obtener beneficios – Producción de mango – Visión general
Planificar y plantar un huerto de mangos
Necesidades de agua y sistemas de riego del mango
Fertilización del árbol del mango
Las plagas más habituales del árbol del mango