Propagar el café por semillas (1ª Parte)
El café es una planta perenne y su propagación se lleva a cabo principalmente por semillas, por lo que producir plántulas es fundamental para garantizar el éxito de su plantación. Las semillas de café germinan bastante lento y, según su variedad, pueden tardar más de 30 días. Teniendo esto en cuenta tenemos dos opciones a la hora de plantar café. La primera es comprar las semillas (material de propagación) de una organización o vendedor legítimo certificado. En este caso, el proceso es un poco más rápido y garantiza la calidad, la pureza de la variedad (trazabilidad) y salud del material de propagación. La mayoría de los países productores de café cuentan con asociaciones cafeteras nacionales que podrán o bien venderle las semillas certificadas o recomendarle plantaciones y caficultores consolidados que las recolecten, las procesen y las vendan.
Si, por el contrario, decide recoger usted mismo las semillas en su propia explotación, deberá tener en cuenta varios requisitos:
- Elija cafetos de 4 a 8 años que haya observado detenidamente durante unos años. Observe detenidamente qué plantas tienen un crecimiento vegetativo constante, un follaje sano, así como ramas, tallos y raíces bien formadas. Asegúrese también de que su producción durante varios años ha sido constante. Para garantizar que la producción, la calidad y el futuro sabor de la taza de café sean uniformes, las plantas madre deben ser de la misma variedad.
- Espere a que las cerezas hayan alcanzado el 80% de madurez; entonces debe realizar una recolección selectiva a mano, asegurándose de no dañar las ramas. Le aconsejamos que las recoja de las ramas que salen del centro del tronco principal y que coja sólo las drupas en la mitad de las ramas. Asegúrese de separar los granos de cada planta madre en bolsas o recipientes diferentes.
- Deberá realizar otra selección posterior y sumergir en agua 100 de los granos de café que ha recolectado. Si flota menos del 5%, la mayoría de sus semillas se convertirán en plantas fuertes y sanas. Si flota más del 5%, considere la opción de recoger semillas de otras plantas.
- Una vez se haya asegurado (con el paso anterior) de que el 95% de los granos seleccionados es el adecuado, puede sumergir todos los granos en agua. Esta vez asegúrese de retirar los que floten ya que estos tienen defectos que no les permitirán crecer o no producirán un árbol de buena calidad.
Proceda a extraer la pulpa (mesocarpio) de las drupas y asegúrese de que no han transcurrido más de seis horas desde que las recogió de la planta madre. Este proceso, también conocido como despulpado, consiste en separar el grano de café de la cáscara roja o amarilla que contiene la semilla.
- Para ello puede utilizar una despulpadora de café mecánica o manual que deberá calibrar de antemano para asegurarse de que no dañará la semilla. Si la semilla presenta cortes o está rota tendrá heridas que pueden servir de entrada de enfermedades como los hongos.
Despulpadora manual de café
- A continuación viene el proceso de fermentación que, dependiendo del número de semillas, podemos realizarlo en un cuenco, tanque, barril o recipiente adecuado. No obstante, lo ideal es contar con un recipiente diseñado específicamente para esto. El fin de este paso es retirar el mucílago, que es el material gelatinoso que rodea el grano. Para ello, los granos deben permanecer en el recipiente entre 12 y 36 horas. Puede que el tiempo que menciono no parezca preciso; sin embargo, debe tener en cuenta los distintos factores que entran en juego en este punto; la localización, la temperatura, el clima y el método elegido para la fermentación determinarán la duración de este proceso.
- Existen distintas formas de determinar cuándo se ha alcanzado el nivel óptimo de fermentación, pero la más tradicional es un método antiguo del que mi abuela era pionera. Consiste en insertar un objeto sólido como un palo en los granos que se han dejado reposar durante el proceso. Después, lo sacamos y observamos el agujero que ha dejado. Si se cierra inmediatamente, si salen semillas y/o se quedan adheridas al palo, debemos esperar más tiempo. Sin embargo, si el agujero no se cierra y no salen semillas, hemos alcanzado el punto ideal de fermentación.
- El paso siguiente es lavar las semillas añadiendo agua limpia. Es importante tener en cuenta que el recipiente que haya elegido para el proceso de fermentación tenga un sistema de drenaje para permitir que el agua salga con facilidad. Si está procesando pocas semillas en un cubo no es problema, pero es un factor fundamental si hablamos de cantidades grandes. Remueva constantemente las semillas con una paleta o una pala. Esto añadirá fricción al provocar que se froten unas con otras para eliminar los restos de mucílago que queden. Escurra el agua y repita el proceso de lavado tantas veces como sea necesario. El lavado habrá terminado cuando escuche un chasquido áspero cada vez que los granos choquen entre sí. También puede intentar coger los granos del contenedor para realizar una comprobación final; el mucílago hará que los granos se le resbalen de la mano pero si puede cogerlos sin dificultad contará con un segundo indicador para pasar a la siguiente fase.
El método de elaboración del café lavado para consumo humano y de preparación para plantar las semillas son muy parecidos hasta este punto. A partir de aquí, el proceso cambia ligeramente ya que el fin es distinto.
- Después de lavar las semillas procederemos a secarlas. Puede colocarlas en suelos de cemento o preferiblemente en camas de germinación con una base de tamiz. Asegúrese de exponer los granos a la luz directa del sol por un periodo máximo de 30 minutos. Remueva constantemente los granos para asegurarse de que se sequen completamente. Demasiado calor o una exposición excesiva al sol puede matar el embrión de la semilla y si esto ocurre no podrá crecer una nueva planta. Una vez realizado este proceso ponga los granos a la sombra (en el patio de cemento o la camas de germinación). El proceso de secado sin que los granos estén expuestos a luz solar directa debe continuar durante los 7 a 15 días. Remueva las semillas al menos 6 veces al día; asegúrese de que estén repartidas uniformemente y evite amontonarlas en capas espesas ya que esto no permitirá que se sequen de manera homogénea. Después de lavarlas, las semillas tendrán un nivel de humedad del 50%; una vez concluido el paso de secado su nivel de humedad será del 30%.
Llegados a este punto, los granos han adquirido un estado diferente y se denominan pergamino de café (endocarpio), pues aún conservan una última capa amarilla que rodea la semilla (endospermo). Es muy importante conservar esta capa ya que proporcionará una protección adicional al grano una vez almacenado.
- Debemos realizar otro filtro de selección antes de almacenar la semilla. Compruebe que no existan semillas con imperfecciones. Asegúrese de que la mayor parte de las semillas tienen el mismo tamaño, forma y color. Si encuentra semillas rotas, huecas, oscuras o de forma irregular o perforadas por una broca del café, deberá desecharlas.
- Por último, podremos almacenar las semillas en sacos de hasta 11 a 25 kg (24-55 lb). Evite utilizar cualquier recipiente de mayor capacidad ya que no permitirá que las semillas mantengan un nivel de humedad del 25 al 30%. Con ese peso también será más fácil trasladarlas. Los sacos de jute son perfectos ya que tienen poros que permiten la entrada y salida del aire y evitan la exudación de los granos. No deje nunca los sacos en contacto directo con el suelo. Lo más aconsejable es apilarlos en plataformas tipo palet que permitirán la circulación del aire por debajo. Revise los sacos una vez a la semana, ábralos y remueva las semillas para evitar la aparición de hongos o moho.
Anatomía de un grano de café
Como puede ver, los criterios que debemos seguir son rigurosos y debemos tener mucho cuidado. Tenga en mente que este es sólo la primera parte del proceso antes de pasar a las etapas de germinación propiamente; puede almacenar la semilla hasta tres meses. Si la conserva durante más tiempo la capacidad de germinación disminuirá drásticamente. Por este motivo, planifique y establezca un calendario con fechas fijas para evitar almacenarlas más de lo necesario.
Una vez procesados, 5 kilos (11 libras) de drupas o cerezas maduras se transformarán en 1 kilogramo (2,2 lb) de semillas lo que equivale aproximadamente a entre 2.200 y 3.000 semillas, dependiendo de las características propias de la variedad como el tamaño del grano. Sabiendo esto y las características de la zona en la que quiere plantar puede calcular cuántos kilos de semillas necesitará recolectar y procesar antes de empezar su vivero de café.
Referencias
[1] Fuente de la imagen: https://www.jmestrada.com/tienda/cafe/despulpadoras/despulpadora-no-2%C2%BD/
-Guía técnica para la elaboración de viveros de café, ANACAFÉ 2022, Eder González Arias. https://www.anacafe.org/manuales/guia-de-viveros/
-Semilleros y viveros de café, USDA & TechnoServe 2015. www.mocca.org
-Manual para la producción de semilla certificada en México, by Grupo Técnico Interdisciplinario de Café, SAGARPA
Para saber más:
Historia e información general de la planta del café
Información sobre el cafeto – la morfología de las hojas de la Coffea arabica
La genética del café y sus variedades
Cómo seleccionar y tratar las semillas de café
La germinación de las semillas de café
Plantación y densidad de siembra de los cafetos
Cómo podar los cafetos en un sistema agroforestal
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Floración y polinización del cafeto
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Gestión de malas hierbas en un cafetal – el control químico en la planta del café