El riego del viñedo: cómo y cuándo regar
Existen varias escuelas de pensamiento cuando se trata del riego de vid. Es difícil encontrar dos productores de uva con experiencia que puedan acordar un plan de riego anual adecuado. Algunos agricultores afirman que las variedades de vinificación en determinadas regiones no requieren riego en absoluto (siempre que haya algunas precipitaciones), mientras que otros no están de acuerdo. Aquellos que prefieren no suministrar agua adicional, afirman que el riego se traduce en una mayor cantidad de uvas pero de peor calidad. Lo cierto es que la calidad del vino viene determinada en parte por el agua que absorbe la planta, porque el agua afecta el equilibrio del contenido de ácidos y azúcares, que es uno de los principales factores que determinarán la calidad del vino. Sin embargo, la cantidad de agua que necesita un viñedo depende de varios factores como las precipitaciones anuales, la evapotranspiración, la edad de las plantas, la etapa de desarrollo, el período de crecimiento, el tipo de suelo, las condiciones ambientales, la variedad y las técnicas de cultivo.
Según la FAO, luna vid durante el periodo de crecimiento vegetativo necesita entre 500 y 1.200 mm de agua. Por lo general, las variedades vinícolas requieren sesiones de riego más frecuentes, pero con menos cantidad de agua que las variedades para uva de mesa. No obstante, tenga en cuenta que estas son reglas generales, y nadie debe aplicarlas sin hacer su propia investigación.
En caso de que las condiciones sean extremadamente secas, las vides mostrarán síntomas como marchitamiento y se retrasará el crecimiento.
Las etapas más importantes para las necesidades de agua de la vid son:
Durante la brotación
En esta etapa, las necesidades de agua de la planta son mayores ya que necesitan agua para poder comenzar el desarrollo en una nueva temporada. Es cierto que, en la mayoría de los casos, el agua almacenada en el subsuelo durante los días de lluvia de invierno es suficiente para la vid. Sin embargo, en suelos arenosos o en áreas con condiciones de sequía prolongada, en muchos casos será necesario el riego adicional.
De la floración al cuajado de la fruta
Este es el período más importante ya que en este momento es cuando existe el mayor riesgo de estrés hídrico. Esto puede provocar una fructificación limitada.
Del cuajado de frutos al envero
El estrés hídrico de la planta durante esta etapa, especialmente en las variedades de uva de mesa, provocará la reducción del tamaño de las bayas.
Durante la etapa de maduración
Según se ha podido observar, sesiones de riego más frecuentes y más frecuente durante la fase de maduración puede aumentar las características cualitativas de la uva. Aun así, muchos productores de variedades de uva de vinificación prefieren no regar en absoluto en esta etapa. Sin embargo, este es el periodo en el que los agricultores deben tener cuidado con el riego. Un exceso de riego durante la maduración puede hacer que las variedades de uva de mesa no maduren correctamente, mientras que en las variedades de uva de vinificación puede afectar al contenido de azúcar. Si el día anterior a la vendimia es lluvioso, puede que tengamos que retrasar la vendimia 3-4 días, para que las uvas se "sequen", eliminen el exceso de agua y mantengan el contenido de agua adecuado, lo que también afecta a la proporción relativa de azúcar.
Después de la vendimia
Para tolerar las bajas temperaturas del invierno, las vides deben producir una cantidad de madera suficiente. Por ello, muchos productores optan por regar sus vides después de la vendimia, para que no pierdan el follaje demasiado pronto y detener así cualquier crecimiento posterior.
Los agricultores con experiencia afirman que se dan cuenta de que la planta sufre el primer estrés hídrico cuando el zarcillo superior desciende y las hojas superiores se marchitan. Otros agricultores informan que ven el primer estrés hídrico en las hojas inferiores. Sin embargo, esto no se aplica en todos los casos. Según ellos, el segundo estrés comienza cuando las hojas inferiores se curvan y se marchitan.
Hoy en día, la agricultura de precisión utiliza alta tecnología en el campo, proporcionando a los productores mediciones precisas de las necesidades de agua de cualquier vid específica.
En general, desde el momento en que la uva comienza a crecer, muchos productores de uva de mesa aplican una buena sesión de riego por semana. En la mayoría de los casos, se utiliza riego por goteo y las válvulas del sistema tienen una distancia de 50 cm (1,6 pies) cada una.
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