Normalmente las verduras de hoja y de bulbo se producen con este sistema.
Los agricultores pueden utilizar la tierra que quieran pudiendo evitar así los posibles suelos pobres de la zona. Es muy habitual añadir sustrato vegetal, compost, arena y turba. Los agricultores no pisan el suelo por lo que la tierra no se compacta, cuenta con una buena estructura y se mantiene esponjosa. Tareas como eliminar las malas hierbas y la cosecha se realizan con mayor facilidad debido a la altura de la estructura.