El anegamiento es la condición del suelo cuando está completamente saturado de agua y desaparece la etapa gaseosa. La saturación del suelo depende de su composición granulométrica, su profundidad, la compresión que haya sufrido y la intensidad de la precipitación.
El desarrollo de condiciones anaeróbicas provoca daños a las raíces, ya que necesitan el oxígeno de la etapa gaseosa para respirar. Si persiste la saturación las raíces y la planta corren el riesgo de perecer . El exceso de agua también favorece el desarrollo de enfermedades en los cultivos.