Un sistema de alimentación de éxito es aquel que suministra los nutrientes necesarios a cada vaca en el momento correcto (etapa de la lactancia) para mantener la máxima producción de leche. No existe un único sistema adecuado para todos los productores de leche, pero el sistema de alimentación que seleccionemos debe suministrar forrajes, granos, proteínas y minerales, ya sea de uno en uno o combinados.
Nutrición de las novillas
La cría de las terneras desde las 12 semanas al año de vida
Durante este periodo de la vida de la ternera de reposición podremos alimentarla con el forraje que elijamos y una cantidad limitada de grano. La cantidad de grano y el contenido de proteínas necesarias de la mezcla del grano vendrá determinada por la calidad del forraje o los forrajes con los que alimentemos a nuestros animales. También podemos utilizar los pastos en el plan de alimentación, aunque no suministrarán todos los nutrientes para las terneras de esta edad. Lo recomendado para terneras de pastoreo de menos de 6 meses es una mezcla de granos y un poco de forraje. Si no podemos agrupar a las novillas la mejor opción es un sistema de alimentación diferencial con ración (creep feeder). Para evitar una ingesta excesiva de energía con la alimentación de libre elección puede que necesitemos añadir piensos voluminosos con un valor energético bajo en la mezcla. Podemos suministrar sal mineralizada traza y un suplemento de calcio-fósforo a libre elección si es que no lo estamos suministrando ya en la mezcla de grano. Todas las terneras deben tener acceso a agua limpia y fresca.
Durante esta etapa debemos evitar sobrealimentar con grano y permitir que los animales engorden. Las novillas sobrealimentadas producirán menos leche que las criadas con un nivel de nutrición más moderado. El periodo clave del desarrollo de la glándula mamaria se sitúa entre los 3 y los 9 meses de edad. Durante este periodo, el tejido mamario crece 3,5 veces más rápido que el tejido corporal. Las novillas alimentadas con raciones muy concentradas desde el nacimiento hasta la edad de cría desarrollan menos tejido secretor de leche en la glándula mamaria que las novillas criadas a los ritmos de crecimiento normales y recomendados. El engorde de las novillas antes de la pubertad parece tener un efecto inhibidor sobre el desarrollo del tejido secretor mamario y/o modifica la estimulación endocrina del crecimiento de la glándula mamaria. Las tasas de crecimiento acelerado de las novillas de 15 meses o más no afectan al tejido secretor mamario. Unos niveles de proteínas más altos en la dieta (del 14 al 16%) puede ayudar a prevenir la sobre alimentación cuando las novillas son alimentadas con dietas ricas en energía.
Si el forraje que suministramos cuenta con un buen contenido de proteínas sólo necesitaremos un pequeño suplemento proteínico en la mezcla de granos. Las mezclas de cereales preparadas para el rebaño lechero son aceptables siempre que estén enriquecidas adecuadamente con minerales y vitaminas.
Programa de alimentación para novillas de 1 a 2 años de edad (hasta 2 meses antes del parto): debemos alimentar a las novillas con forraje de buena calidad y suministrarlo según las necesidades de animales de más de 1 año de edad. Lo más recomendable es la sal mineral traza y un suplemento de calcio-fósforo a libre elección. Las novillas con deficiencias de energía, fósforo o vitamina A no entrarán en celo.
El primer celo en las novillas depende de una tasa adecuada de tamaño y peso, pero sobre todo depende del peso. Por lo general las novillas tendrán su primer celo cuando hayan alcanzado el 40% del peso que tendrán en la madurez. Esto debería suceder antes de los 12 meses de edad. Las novillas alimentadas con planes de nutrición elevados tendrán el celo a una edad más temprana que las novillas criadas a los niveles recomendados, mientras que la subalimentación de las novillas retrasará el celo. Las novillas subalimentadas o de crecimiento muy lento pueden ovular, pero a menudo no muestran síntomas de celo. Las novillas en buenas condiciones y que ganan peso en el momento de la cría suelen mostrar unos síntomas más definidos de celo y cuentan con mejores tasas de concepción que las novillas en malas condiciones y/o las que pierden peso. Se ha observado que las novillas gordas o con exceso de condición requieren más servicios por concepción que las novillas de tamaño y peso normales.
De dos meses antes del parto al parto
Las novillas deben pasar de un ritmo de crecimiento constante después de la reproducción a una etapa de crecimiento rápido (ganar de 2 a 3 kg/día) durante los dos o tres últimos meses de gestación. La alimentación de las novillas durante este período puede afectar a la producción de leche durante la primera lactación. Las novillas crecen rápidamente en el momento del parto, pero necesitarán un crecimiento adicional durante la primera lactación y son más persistentes en la producción de leche que las novillas de tamaño normal en el momento del parto. Además, las novillas que son ligeramente más pequeñas de lo normal en el momento del parto (80% de lo normal) alcanzarán su potencial de producción de leche y su tamaño normal si se las alimenta con nutrientes suficientes para el crecimiento y la producción de leche durante la lactación.
La cantidad exacta de grano que debemos suministrar antes del parto dependerá de la calidad del forraje, del tamaño y de la condición de la novilla. Por lo general, a unas 6 semanas antes del parto, se suele alimentar con grano al 1% del peso corporal. Asegúrese de que las raciones estén equilibradas en proteínas, minerales y vitaminas. Un consumo de sal en exceso puede desarrollar el edema de la ubre, algo que debemos evitar durante las últimas 2 semanas antes del parto.
Las novillas bien desarrolladas tendrán pocos problemas durante el parto, pero la facilidad de parto puede verse influida por el tipo de nutrición de dos maneras: 1) en el tamaño del ternero, y 2) lo gorda que esté la madre. En igualdad de peso corporal, las novillas gordas y over-conditioned suelen ser siempre más jóvenes que, por lo tanto, tendrán menos crecimiento esquelético que aquellas más magras y de crecimiento normal. Las novillas gordas tienen mayores tasas de distocia debido a sus aberturas pélvicas pequeñas y por el tamaño más grande de lo normal del ternero al nacer. Las novillas mal alimentadas o con un crecimiento deficiente también necesitarán más asistencia durante el parto y tendrán una tasa de mortalidad más alta que las novillas de tamaño normal.
Más información en los libros del autor (en inglés).
Los suplementos de proteínas en la alimentación animal
Cómo seleccionar y evaluar los ingredientes y piensos para el ganado
Oligoelementos: la clave de la inmunidad del ganado
La nutrición de las novillas
La importancia de la formación de los ganaderos para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria