Parra virgen

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Equipo editorial

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02/09/2024
Parra virgen

La parra virgen es una planta trepadora caducifolia perenne que tiene origen en Norteamérica. Con unos cuidados mínimos, es una planta muy versátil que puede vivir en nuestro jardín de 25 a 40 años (o más). También crece bien en maceta. Es perfecta para trepar por el balcón y de valla natural como aislamiento. Sus hojas en otoño se vuelven de un excepcional rojo burdeos antes de la caída, dando un aspecto impresionante a cualquier lugar en el que crezca la planta. Debido a su gran capacidad trepadora y denso follaje (sobre todo a partir de los dos años de haberla plantado), los jardineros suelen aprovechar la parra virgen para cubrir muros o vallas monótonas. Cuenta con zarcillos ramificados que le ayudan a trepar por los muros. Suele alcanzar grandes alturas aprovechando otro árbol o arbusto (a menudo una conífera - Leyland), como podemos observar en la foto a continuación.

No obstante, debemos tener cuidado, ya que la parra virgen puede ahogar muy fácilmente a las plantas vecinas cubriendo su follaje y limitando así la capacidad fotosintética de las plantas. También puede utilizarse como planta tapizante para lugares inaccesibles o terrenos inclinados.

El nombre científico de la parra virgen es Parthenocissus quinquefolia, y pertenece a la familia de las Vitaceae. La palabra quinquefolia significa “cinco hojas”. La planta puede alcanzar fácilmente los 20 metros de altura, mientras que puede llegar a medir de 8 a 10 metros de ancho. En regiones con inviernos suaves, la planta florece desde finales de la primavera hasta el verano. A medida que la planta madura, los tallos verdes se convierten en ramas leñosas que la hacen más duradera. La parra virgen es muy resistente al frío y puede sobrevivir a las bajas temperaturas.

Su fruto es una baya. Aunque pertenece a la misma familia que la vid, su fruto es tóxico y, por lo tanto, no comestible, al igual que las hojas. Contiene sustancias que provocan daños renales y otros problemas de salud graves en el ser humano. Por último, el contacto con la piel de las hojas de la parra virgen, sobre todo en otoño, puede provocar irritaciones.

Parra virgen

Plantar parra virgen en el jardín

El mejor momento del año para comprar una parra virgen del vivero es en primavera u otoño. La parra virgen es muy versátil y puede crecer incluso incluso en tipos de suelo/condiciones extremas (por ejemplo, pH 5) y también puede crecer en terrenos rocosos. Aunque prefiere los lugares soleados, soporta la sombra parcial. Las ramas de una planta madura crecen de forma independiente, tratando de asegurarse la máxima exposición a la luz solar. Debemos pensar bien dónde situaremos nuestras macetas ya que es una planta con un ritmo de crecimiento muy rápido y - tal y como hemos mencionado- puede ahogar a cualquier planta ornamental y arbusto vecino.

Ventajas de podar la parra virgen y cómo hacerlo

La poda en plantas con un gran ritmo de crecimiento y una fuerte capacidad trepadora como la parra virgen, es esencial. Debemos podar a tiempo para controlar, modelar y dar dirección a la vegetación viva de una planta. De lo contrario, se puede descontrolar rápidamente, “inundar” todo el espacio y permanecer firmemente sujeta gracias a los rizomas que crea. En el caso de la parra virgen no debemos tener miedo a una poda estricta. Al igual que sucede con el viñedo, la poda principal de la planta tiene lugar a finales del invierno. Cada corte de poda debe estar cerca de una yema sana y en un ángulo adecuado. La parra virgen responde bien a una poda vigorosa. Podemos eliminar la mitad o dos tercios de la vegetación anual y todos los brotes débiles de la base y mantener sólo los sanos.
La poda llevada a cabo durante el invierno tiene el objetivo de darle forma y dirección de crecimiento a la planta. No obstante, podemos ralear la copa durante todo el año para proporcionar una mejor circulación de aire y eliminar cualquier tallo o rama rotos, o brotes secos o infectados. Después de podar, no debemos olvidarnos de esterilizar la tijera (o cualquier otra herramienta utilizada) sumergiéndola en una solución con alcohol. Por último, si observamos que un brote crece en un lugar o dirección que no queremos (p.ej., ha empezado a tapar una ventana), lo retiraremos inmediatamente, incluso durante el verano.

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Plantar parra virgen en macetas

Esto es lo que necesitamos saber a para plantar la parra virgen en macetas:
Comprar, trasplantar y elegir la mejor ubicación para colocar nuestra maceta de parra virgen.

Empezaremos comprando nuestra planta en el vivero más cercano. Como ya hemos dicho, la planta puede trepar con sus zarcillos muy alto, por superficies empinadas, incluso por una pared vertical. Después de comprar la planta, primero tendremos que trasplantarla a una maceta más grande, lo ideal es que sea de terracota. A diferencia del plástico, este material tiene poros y ayuda a disminuir el exceso de humedad del suelo, perjudicial para nuestras plantas. Independientemente del material, tendremos que realizar agujeros en la parte inferior de la maceta que permitan el drenaje del agua que sobre en cuestión de minutos. Por último, elegimos una tierra para macetas que proporcione un buen drenaje.

Necesidades de agua y riego de la parra virgen

Las plantas que crecen en macetas resisten peor la sequía que las plantas que crecen en el suelo. A pesar de todo, no debemos regar en exceso las plantas. Incluso durante las altas temperaturas del verano, la parra virgen no necesita riego a diario. Para estar seguros, podemos comprobar de vez en cuando, con la mano, si la tierra de la maceta está completamente seca y regar sólo cuando lo esté.

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Fertilización de la parra virgen

La fertilización puede ayudar a nuestra planta a producir una vegetación alegre y a expandirse. Es fundamental, sobre todo durante los dos años después del trasplante y para plantas que crezcan en macetas. Podemos añadir abono para plantas acidófilas (p.ej., NPK 13-6-15 con magnesio y boro) al menos dos veces durante el periodo vegetativo (primavera y verano). La cantidad exacta de cada fertilizante viene indicada por el fabricante en la etiqueta del producto. En la mayoría de los casos, podemos añadir tres tapones a una regadera de 3 litros y regar con ella nuestra maceta.

Poda

Con la poda podremos guiar a la planta para que crezca en una dirección determinada, así como eliminar ramas enfermas, secas y viejas. Normalmente, cuando tenemos una parra virgen en una maceta en nuestra terraza o balcón, las plantas tienen menos espacio para expandirse y trepar. Debido a esto y para mantener la dirección que queremos que tenga la planta, debemos podarla con regularidad. Podemos eliminar las hojas y brotes secos durante la primavera y el verano. No obstante, la poda severa debe llevarse a cabo hasta finales de invierno o principios de la próxima primavera. Debemos utilizar tijeras de poda de calidad y que cuenten con los certificados correspondientes.

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Trasplantar cada dos años

Podemos empezar con una maceta de tamaño medio (más grande que la pequeña de plástico en la que compramos nuestra planta del vivero). Por ejemplo, si compramos la planta en una maceta de 9 litros la trasplantaremos a una de 30. Podemos trasplantar nuestra parra virgen a macetas cada vez más grandes, por ejemplo, de la maceta de 30 litros (normalmente 35-40 cm o 1,3 pies de profundidad) a una de 40 litros (48 cm o 1,6 pies de profundidad y con 45 cm o 1,5 pies de diámetro).

Equipo de protección personal

Es necesario tomar ciertas medidas de protección al cuidar de la parra virgen, ya que sus hojas pueden provocar irritación cutánea a algunas personas. Tener una planta de este tipo en nuestro balcón o jardín puede obligarnos a sopesar la compra de un equipo especial para protegernos las manos durante las labores de jardinería.

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