¿Qué es la propagación vegetal?
Definimos como propagación vegetal al proceso de multiplicación o regeneración de una planta (planta madre).
Un agricultor puede utilizar la propagación vegetal para obtener un producto comercializable (como las semillas, los frutos o los tubérculos de un cultivo vegetal), aumentar el número de plantas o regenerar plantas viejas no productivas, reunir material de plantación para la siguiente temporada de cultivo, combinar dos variedades o especies (por ejemplo, de árboles), o/y obtener variedades superiores.
Dependiendo de la especie de la planta, la propagación se puede producir de dos maneras (en algunas especies se puede utilizar ambas):
- sexual y
- asexual
Propagación sexual de una planta: especies
Una planta se reproduce por vía sexual cuando produce semillas. En este proceso intervienen los órganos reproductores de la planta (flores), el transporte con éxito (polinización) de los gametos masculinos (granos de polen de las anteras de la flor) a la parte femenina de la flor (estigma) y la fecundación del óvulo femenino. Si se dan todos los factores idóneos, se producirá un fruto/semilla. Esta semilla puede dar lugar a otra planta que llevará una combinación de rasgos y genes de las plantas parentales.
La mayoría de las especies cultivadas en la actualidad y responsables de la seguridad alimentaria de la población mundial se reproducen sexualmente. La reproducción sexual tiene grandes ventajas, ya que:
- Es más barata
- Necesita menos conocimientos técnicos y equipamiento
- Cada planta puede producir docenas o incluso millones de semillas
- Es la única forma de producir nuevas variedades e híbridos con características superiores (a las de sus progenitores)
- Es una forma de evitar la transmisión de las principales enfermedades de las plantas de una generación a la siguiente
- Se pueden conservar las semillas durante períodos de tiempo más largos y no son tan exigentes en cuanto a las condiciones de almacenamiento como el material de propagación de la reproducción asexual
- Debido al menor tamaño y peso de las semillas, la logística es más fácil y barata
Qué es la propagación asexual o vegetativa - ¿Qué tipos de propagación asexual existen?
La propagación asexual o vegetativa consiste principalmente en clonar una planta utilizando las partes vegetativas (brotes, tallos, raíces, hojas) de una planta madre. La regeneración de la parte de la planta utilizada crea una nueva planta, idéntica a la planta madre (donante).
Existen muchos métodos diferentes de reproducción asexual en el reino vegetal, pero los cinco más utilizados en la agricultura son:
- Esquejes
- División
- Estacas
- Injerto
- Acodo.
Tenga en cuenta que si bien es posible utilizar más de un método de propagación vegetativa por especie de planta, puede haber una variación en cuanto a la eficacia de regeneración.
La propagación asexual tiene muchas ventajas:
- Es la mejor (y a veces la única) manera de preservar y mantener una especie vegetal ( conservar la combinación genética exacta de los genes y pureza de la variedad).
- En algunas especies puede ser más fácil y rápida que la reproducción sexual.
- La ausencia de etapas juveniles da lugar a plantas más fuertes que crecen más rápido (especialmente durante las primeras etapas) que maduran en menos tiempo.
El papel del material de reproducción para prevenir la extinción de las plantas/especies
La pureza genética y la homogeneidad de un cultivo son una de las mayores exigencias de los agricultores y los consumidores, sin embargo, éstas tienen un gran coste. Este monocultivo genético (de híbridos procedentes de la reproducción sexual o de plantas reproducidas vegetativamente) ha provocado la pérdida de biodiversidad dentro de las especies cultivadas, ya que hoy en día sólo se cultivan unas pocas variedades en todo el mundo. Esto no sólo conlleva la pérdida de muchos rasgos y genes vitales, sino que este monocultivo en vastas zonas aumenta el riesgo de pérdidas masivas de cosechas y producciones en caso de que se produzcan brotes de enfermedades o plagas. Existen en la historia algunos ejemplos de esta destrucción masiva de la agricultura debido al monocultivo, como el brote de la roya del café hace 150 años en Sri Lanka, el tizón tardío de la patata en Irlanda durante 1845-1849, la epidemia del tizón foliar sureño del maíz de 1970-1971 en EE.UU., y la Fusarium Raza 4 tropical (R4T) que hoy en día pone en peligro la producción total de plátanos en Asia. Por último, los efectos del cambio climático (altas temperaturas, sequía, heladas, etc.) suponen otro gran riesgo para muchas especies vegetales que están a punto de extinguirse.
Para proteger y preservar la biodiversidad genética mundial de las plantas, los científicos y los agricultores están tomando una serie de medidas. Según la especie vegetal y el nivel de riesgo de extinción, los científicos deciden el tipo de material de propagación que debe recogerse y cómo debe conservarse.
Preservación en la explotación o en el hábitat natural (in situ): esta estrategia es insuficiente para salvar especies amenazadas.
Preservación de especies vegetales fuera de su entorno natural (ex situs):
- En jardines botánicos: Las especies se conservan como plantas vivas
- Bancos de germoplasma: Existen aproximadamente 1750 bancos de germoplasma en todo el mundo que conservan millones de especies vegetales para proteger la biodiversidad. En estas instalaciones de almacenamiento, el material de propagación vegetal se conserva durante largos periodos de tiempo en condiciones muy específicas de luz, temperatura y humedad. En los bancos de germoplasma y centros de conservación de semillas, las semillas secas se suelen almacenar a temperaturas de entre 1,6 y 10º C (35-50º F). En los casos en los que una especie sólo puede propagarse con partes vegetativas (propagación asexual), el proceso de conservación se vuelve mucho más difícil (bancos in vitro). El motivo principal es que las partes de la planta como brotes y tubérculos, por ejemplo, son mucho más sensibles e, incluso en condiciones óptimas de almacenamiento, pueden sobrevivir durante un tiempo limitado. Para superar este obstáculo, los científicos tienen que congelar los esquejes de las plantas, las puntas de los brotes/los tubérculos y el polen (crioconservación a -196º C) y/o regenerar constantemente estas plantas in vitro (con cultivo de tejidos) o en bancos de genes de campo. En todas estas instalaciones, es fundamental aplicar todas las medidas fitosanitarias necesarias y mantener la variedad, pureza y viabilidad del material de propagación almacenado. La siguiente imagen muestra la riqueza de las especies vegetales que se conservan en los distintos bancos de germoplasma a nivel mundial y dónde se encuentran.
Fuente: (FAO, 2010)
Referencias
https://extension.umaine.edu/gardening/manual/propagation/plant-propagation/
https://extension.missouri.edu/publications/mg3
https://apsjournals.apsnet.org/doi/10.1094/PHYTO-07-20-0311-RVW
https://www.mdpi.com/2079-9276/2/2/73
https://www.fao.org/3/i3704e/i3704e.pdf
https://mastergardener.extension.wisc.edu/files/2019/02/PlantPropagationMG.pdf
Dulloo, M. E., Hunter, D., & Borelli, T. (2010). Ex situ and in situ conservation of agricultural biodiversity: major advances and research needs. Notulae Botanicae Horti Agrobotanici Cluj-Napoca, 38(2), 123-135.
