En la actualidad, son cada vez más las personas que descubren el placer de cultivar sus propias frutas y verduras en el huerto o jardín de su casa. Y no sólo por los productos frescos, sino también por los beneficios terapéuticos de la jardinería. La remolacha azucarera (Beta vulgaris spp. vulgaris, L.), conocida por su alto contenido en azúcares, es un cultivo gratificante que ofrece diversos usos tanto culinarios como para alimentación animal. A continuación encontrará información y consejos útiles para cultivar la remolacha azucarera en su huerto.
Condiciones de cultivo para la remolacha azucarera
La remolacha azucarera es una planta de estación fría que crece bien a temperaturas moderadas, lo ideal es entre 10 °C y 25 °C (50 °F y 77 °F). Pueden soportar heladas leves, pero la exposición prolongada a temperaturas bajo cero puede dañar gravemente las plantas o incluso ser letal. Como planta anual, la remolacha azucarera suele necesitar un periodo vegetativo de entre 90 y 120 días, por lo que la primavera es el mejor momento para plantarla en la mayoría de las regiones.
- Para un crecimiento adecuado estas plantas necesitan suelos francos con buen drenaje y ricos en materia orgánica. El pH del suelo ideal es entre 6,0 y 7,5. Realizar un análisis del suelo antes de plantar su remolacha azucarera le proporcionará información muy útil sobre los niveles de nutrientes y el pH. Si el suelo carece de nutrientes esenciales, puede mejorar su fertilidad enriqueciéndolo con compost o estiércol bien descompuesto. Un buen drenaje será fundamental ya que si el suelo se encharca puede provocar la pudrición de las raíces y otro tipo de problemas.
- A la hora de seleccionar las semillas de remolacha azucarera, elija semillas certificadas de buena calidad que procedan de un proveedor de confianza. También existen semillas peletizadas, que facilitan la manipulación y la siembra. Elegir una variedad adaptada al clima local y a las condiciones del suelo es clave para que la planta crezca con éxito.
- Para preparar el lecho de siembra debe labrar el suelo a una profundidad mínima de 30 cm (12 pulgadas) para aflojar la tierra y mejorar el drenaje. Es aconsejable incorporar materia orgánica, como compost. Después de la labranza, nivele la superficie para crear una zona de plantación homogénea que favorezca el crecimiento uniforme.
- Las semillas de remolacha azucarera se pueden sembrar directamente en el suelo después de la última helada de primavera de la zona. Aconsejamos sembrar las semillas a una profundidad de entre 1,5 y 2,5 cm y separarlas entre 10 y 15 cm en hileras de 30 a 45 cm. Una vez que las plántulas emerjan y tengan unos pocos centímetros de altura, realice un aclareo para evitar que se amontonen y garantizar que sólo queden las plantas más fuertes.
- Para producir remolacha azucarera el riego durante la germinación y los primeros momentos del crecimiento vegetativo es fundamental. Suministre unos 2,5 cm (1 pulgada) de agua a la semana, ya sea de lluvia o riego. La remolacha azucarera no prospera en suelos empapados por lo que deberá evitar regar demasiado. También deberá controlar los niveles de humedad del suelo de forma regular y ajustar el programa de riego para que su planta crezca sana.
- La fertilización influye de manera considerable en el cultivo de la remolacha azucarera. Un fertilizante equilibrado de nitrógeno, fósforo y potasio en el momento de la siembra favorece el desarrollo sano de la planta. Controlar con regularidad los síntomas de la falta de nutrientes, como el amarilleo de las hojas, permite ajustar las técnicas de fertilización en función de las necesidades del cultivo. Aplicar fertilizantes adicionales durante el período vegetativo puede potenciar aún más el crecimiento.
- La remolacha azucarera puede ser vulnerable a diversas plagas y enfermedades. Entre las plagas más frecuentes están los pulgones, la cochinilla de la remolacha y los gusanos de la raíz. Implantar técnicas de gestión integrada de plagas (GIP), como la rotación de cultivos y promover los insectos beneficiosos, ayuda a controlar las poblaciones de plagas con eficacia. También pueden afectar a la remolacha azucarera enfermedades como el oídio y la podredumbre de la raíz. Un buen saneamiento del huerto eliminando los residuos y rotando los cultivos puede ayudar a prevenir este tipo de problemas. . Mantener la distancia adecuada entre plantas garantiza la buena circulación del aire y ayuda a evitar que se amontonen.
- Recolectar la remolacha azucarera
La remolacha azucarera suele estar lista para la cosecha cuando empieza a morir el follaje, lo que suele ser de 90 a 120 días después de la siembra. Debemos levantar las raíces con cuidado utilizando una pala o una horquilla para no dañarlas, ya que son la parte principal que vamos a cosechar. Si la remolacha azucarera permanece demasiado tiempo en el suelo puede volverse leñosa y perder su dulzor. Lo ideal para mantener la calidad de las raíces es que cosechemos antes de que se congele el suelo. - Después de la cosecha debemos limpiar la remolacha y almacenarla en un lugar fresco, oscuro y seco para prolongar su vida útil. La remolacha azucarera tiene diversos usos culinarios, desde asada y machacada hasta en zumos y ensaladas. También se suelen procesar para extraer azúcar y pueden constituir un alimento nutritivo para animales.