Cómo cuidar pensamientos en macetas y en el jardín

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Equipo editorial

6 min lectura
09/08/2024
Cómo cuidar pensamientos en macetas y en el jardín

Desde jardines o macetas colgantes hasta cócteles y platos gourmet, los pensamientos (Viola x wittrockiana) no sólo aportan color, sino que han sido denominadas como unas de las plantas de floración invernal favoritas por muchos motivos. El ser humano aprecia los pensamientos por la gran variedad de flores de colores que producen 

People appreciate pansies due to the great variety of colorful flowers they produce. Hoy en día existen cientos (alrededor de 500) de variedades de pensamientos, y los nuevos híbridos ofrecen aún más opciones en cuanto a color, combinación de colores, planta y tamaño de las flores. Los pétalos, en su mayoría bicolores y aterciopelados, presentan docenas de fantásticas combinaciones de colores, desde el blanco y el amarillo, pasando por el morado y el azul hasta el rojo, con centros oscuros y motas amarillas. Los pensamientos con flores amarillas suelen plantarse en jardines y parques, solos o en combinación con los morados, que son visibles desde una gran distancia. 

Los pensamientos son plantas perennes, pero suelen considerarse anuales o bienales. Algunas variedades populares de esta flor son los pensamientos comunes o trinitaria (Viola x wittrockiana), los pensamientos salvajes (Viola tricolor), los pensamientos de campo (Viola bicolor), y la violeta (Viola cornuta).

¿Cuáles son las condiciones y los lugares óptimos para cultivar pensamientos?

Además de por las impresionantes flores que producen, los pensamientos y su capacidad que tienen para sobrevivir y florecer incluso con bajas temperaturas, son una de las principales opciones de los jardineros durante el invierno. Estas plantas pueden soportar temperaturas de hasta -10 °C (15 °F). Sin embargo, la temperatura óptima para su crecimiento oscila entre los 4 y 21 °C (40 y 70 °F). Las noches frescas y los días relativamente cálidos del otoño pueden favorecer la floración. En general, podemos plantar o sembrar pensamientos durante el otoño para que florezcan durante todo el invierno y la primavera. No obstante, los pensamientos se cultivan como anuales en la mayoría de las zonas por la gran sensibilidad de estas plantas a las altas temperaturas, que normalmente hacen que no puedan sobrevivir durante el verano.

Los pensamientos son plantas de exterior y para florecer necesitan mucha luz solar directa. Pueden funcionar muy bien en jardines, pero también en macetas o jardines colgantes. Para asegurarnos de su buena salud y crecimiento debemos evitar plantarlos en suelos con un mal drenaje,  ya que son sensibles al encharcamiento y se marchitan con rapidez. Por este motivo, si queremos cultivarlos en suelos pesados la mejor opción es colocarlos en jardineras y realizar suficientes agujeros de drenaje. Por último, los pensamientos prefieren suelos ligeramente ácidos, con un pH de 5,4-6.

Cómo sembrar pensamientos 

Podremos cultivar pensamientos a partir de semillas sembrándolas directamente en el suelo o en una maceta a finales de verano o principios de otoño. Para empezar, debemos adquirir semillas certificadas para garantizar un buen índice de germinación, un crecimiento rápido y que nuestras plantas estén sanas. La temperatura ideal para la germinación oscila entre los 7 y 18 °C (45 y 65 °F).

En zonas donde las condiciones no son propicias para la siembra directa al aire libre, muchos jardineros optan por sembrar las semillas en semilleros con un sustrato de buena calidad u otro medio de cultivo. Las semillas de pensamientos son muy sensibles a la luz. Por este motivo, debemos cubrirlas con suficiente tierra y colocar el semillero en un lugar fresco y protegido de la luz solar directa. Por lo general, si las semillas son de buena calidad pueden germinar al cabo de una a tres semanas, dependiendo de la temperatura del suelo. Podremos trasplantarlas a su ubicación definitiva (o a una maceta más grande) cuando las plántulas hayan desarrollado entre 3 y 5 hojas.

En principio, los pensamientos son bienales, lo que significa que completan su ciclo vital en 2 años (desde la siembra hasta la senescencia). Durante el primer año, producen follaje; durante el segundo, florecen, producen semillas y mueren. Sin embargo, la mayoría de los híbridos disponibles en el mercado pueden florecer durante el primer año después de la siembra.

Elegir y trasplantar pensamientos

Los pensamientos se suelen plantar en otoño. Para tener plantas con flor desde el principio, la mayoría de las personas suele comprar plantas maduras en macetas en centros de jardinería o viveros. Elija plantas fuertes con muchos botones florales y que no estén completamente florecidos.

Empiece por "limpiar" los pensamientos y eliminar todo el follaje clorótico y seco, así como las flores marchitas. Saque las plantas de las macetas y afloje suavemente las raíces. Los pensamientos en maceta pueden plantarse con un sustrato universal. Dependiendo del tipo de pensamiento, las plantas pueden extenderse 23-30 cm y alcanzar 15-23 cm de altura. Puede colocarlas a unos 15 o 25 cm (6 o 10 pulg.) de distancia, aunque los pensamientos pueden crecer bien incluso a distancias más cortas, llegando a caber de 4 a 8 plantas en una maceta de 15-20 cm (6-8 pulg.) de diámetro. El hoyo de plantación debe ser un poco más ancho que el cepellón y tener la misma profundidad. Estas plantas son una gran opción para cultivar junto con otras anuales de temporada (por ejemplo tajetes o clavel moro, cineraria gris, clavel, crisantemos, etc.).

Consejos para el cuidado de los pensamientos y cómo mantenerlos en flor durante más tiempo

Los pensamientos se alimentan mucho. Dependiendo de las condiciones climáticas y del lugar donde crezcan, puede que necesitemos regarlos a diario. Incluso durante el invierno, los pensamientos deben regarse con regularidad (por las lluvias o manualmente) y mantener la tierra húmeda en todo momento. Si observa que sus plantas parecen caquécticas o que la floración se ha reducido incluso cuando las condiciones ambientales son óptimas, intente regarlas un poco más a menudo.

La fertilización también es esencial para mantener las plantas sanas y con flores. Para cubrir sus necesidades nutricionales, podemos utilizar abonos universales ricos en nitrógeno. Los fertilizantes de liberación lenta 15-9-12 pueden aplicarse al voleo e incorporarse en los 5-7,5 cm superiores del suelo del jardín. Si las plantas crecen en macetas es preferible utilizar fertilizantes solubles y aplicarlos una vez cada 2-4 semanas. Tenga en cuenta que en suelos con un pH superior a 5,8 pueden producirse carencias de hierro y boro. En cambio, en suelos con un pH más ácido (inferior a 5,3), es más frecuente la carencia de magnesio. La clorosis del follaje o un menor crecimiento, así como las plantas caquécticas pueden ser algunos signos habituales de carencias de nutrientes. Si ya aplica abonos universales, quizá deba considerar la posibilidad de añadir algunos fertilizantes con micronutrientes.

Otra práctica importante que ayudará a que nuestros pensamientos florezcan durante más tiempo es eliminar las flores marchitas o muertas. Debemos cortar el tallo de la flor lo más abajo posible, con cuidado de no dañar ninguna hoja. Para distinguir fácilmente las plantas más viejas de las que se abrirán en 1 o 2 días, recuerde que las flores jóvenes suelen tener los pétalos en una disposición más cerrada y firme. Además, las flores maduras o más viejas suelen contar con una pequeña "bola" verde en el centro, después de haber sido polinizadas, que encierra las semillas.

Los pensamientos que crecen en el jardín suelen verse amenazados por caracoles, babosas, varias orugas y pulgones. Existen muchas especies diferentes de pulgones que pueden infestar los pensamientos, sobre todo durante la primavera, cuando aparece la nueva vegetación tierna. Los plaguicidas no suelen tener mucho éxito por lo que es preferible no utilizarlos. Para ayudar a nuestras plantas a hacer frente a este enemigo, lo mejor será mantener un jardín sano con distintas especies de plantas que sean capaces de atraer y acoger a insectos depredadores como mariquitas y avispillas parásitas. Así, podremos dejar que la naturaleza actúe de nuestro lado. Para controlar el resto de las plagas (caracoles, babosas, orugas), es posible que necesitemos eliminarlas manualmente. Por último, enfermedades como la podredumbre de las raíces, el oídio, el mildiu polvoriento y/o la roya pueden infectar a los pensamientos cultivados tanto en tierra como en maceta. Para evitar que estas enfermedades se propaguen eliminaremos las plantas infectadas, utilizaremos plantas y tierra sanas y mejorararemos el drenaje del suelo. Debido a su carácter anual y al bajo coste de los pensamientos, la mayoría de los jardineros prefieren replantarlos. Puede pedir consejo en su centro de jardinería local y a un agrónomo autorizado de su zona.

Referencias

https://www.rhs.org.uk/education-learning/gardening-children-schools/family-activities/grow-it/grow/pansy

https://hgic.clemson.edu/factsheet/pansy-diseases-insect-pests/