El éxito del olivarero español Cruz Esteban y el equipo de SUSTAINOLIVE de la Universidad de Jaén
Desde hace varios años, los olivareros y los responsables de la almazara “Cruz Esteban” de Mancha Real, un pueblo cerca de la ciudad de Jaén, piensan en la posibilidad de enriquecer el suelo de sus olivares con materia orgánica. Para lograrlo, les gustaría emplear abonos orgánicos en lugar de fertilizantes sintéticos. Son plenamente conscientes de la importancia de dar vida a los suelos de sus olivares. Sin embargo, la densidad ganadera de la zona es relativamente pequeña y, por lo tanto, no disponen de suficiente estiércol para abonar el suelo, pero sí de mucho alperujo.
“Los olivareros vemos con tristeza cómo la materia orgánica y los nutrientes recogidos con la cosecha de la aceituna se pierden y se consideran residuos después de extraer el aceite de oliva”, dice Tomás Soria, olivarero y socio de la almazara “Cruz Esteban”. “Sabemos que el alperujo, principal subproducto de la almazara y que se produce en grandes cantidades durante la campaña de aceituna (desde finales de octubre hasta mediados de febrero), es rico en materia orgánica y contiene la mayor parte de los nutrientes recolectados”, añade.
En 2019 sus sueños se hicieron realidad. La almazara compró una fábrica de pellets abandonada y se puso en contacto con Roberto García Ruiz y Sebastián Sánchez Villasclaras, miembros del equipo SUSTAINOLIVE de la Universidad de Jaén. Juntos comenzaron a hacer algunas pruebas preliminares para determinar cuáles eran las mejores condiciones y definir las materias primas más adecuadas para realizar el compostaje del alperujo. "Al principio fue difícil porque no disponíamos de la maquinaria adecuada para voltear las pilas de compostaje. No estábamos seguros de cuál era la fuente de estiércol más adecuada y rentable, y no teníamos garantías de que esta idea de compostaje fuera rentable económicamente. Además, uno de los mayores problemas ha sido conseguir el permiso de las autoridades locales y regionales”.
Se trata de un proceso de co-aprendizaje y co-evolución, y ya se han optimizado la altura, anchura y longitud de las pilas de compostaje y las materias primas que se van a compostar junto con el alperujo. Para aumentar la calidad de los productos finales y reducir el coste de producción, los responsables del plan de compostaje compraron una volteadora de pilas de compostaje de segunda mano. "No había ninguna volteadora de segunda mano en España que se ajustara a nuestro presupuesto y tuvimos que buscar en otros países de la Unión Europea. Al final, encontramos una en Austria. Hoy en día, estamos muy contentos con esta volteadora porque acelera el volteo de la pila de compostaje y podemos reducir el coste de volteo”.
Dos años más tarde, la almazara “Cruz Esteban” produce entre 3.000 y 5.000 toneladas anuales de alperujo compostado que vende a los olivicultores con los que colabora a un precio competitivo tanto para la almazara como para los olivicultores. En 2022, debido a los costes elevados de los fertilizantes sintéticos, el compost de orujo de almazara se vendía incluso antes de que se hubiera producido. “Actualmente, unas 1.000 hectáreas de olivares se fertilizan con el compost de primera calidad que producimos”.
“Estamos contentos porque nuestros socios olivareros tienen una fuente de materia orgánica para dar vida a nuestros suelos y aportar los nutrientes que nuestros olivos necesitan y que proceden de nuestras explotaciones olivareras mediante la reutilización y recirculación. Además, estamos contribuyendo a crear un nuevo modelo de negocio en la conversión de residuos en un recurso de uso agrícola”, declaró hace poco Tomás Soria.
Con la producción de unas 4.000 toneladas de compost de alperujo, la almazara “Cruz Esteban” de Mancha Real está reutilizando 64 toneladas de nitrógeno, y otras tantas de otros nutrientes, como fósforo, potasio, etc., y 2.300 toneladas de materia orgánica. Al mismo tiempo, contribuye al secuestro en el suelo de unas 1.000 toneladas de carbono (o 3800 toneladas de CO2). Además, esta almazara ha generado nuevos modelos de negocio y puestos de trabajo gracias a la conversión de los subproductos en un recurso. Además, la almazara es ahora un “faro”, ya que otros gestores de almazara están interesados en emular esta iniciativa. SUSTAINOLIVE ha desempeñado un papel esencial porque ha participado activamente en la cocreación y el codiseño del compost de alperujo. La difusión de esta historia está a cargo de SUSTAINOLIVE y también puede ver un vídeo sobre el proyecto aquí.