El proyecto DiVicia explota variedades locales de habas y vezas para aumentar la resistencia del sistema de cultivo de cereales al cambio climático y favorecer la seguridad alimentaria en el Mediterráneo.
La agricultura se enfrenta a cambios drásticos que deberían alentar a los agricultores a tomar decisiones importantes para los sistemas de cultivo del mañana. Y es que el cambio climático, el agotamiento de la tierra y la actual crisis económica son amenazas reales para el rendimiento, el suministro de fertilizantes y las condiciones de vida de los agricultores, especialmente en la cuenca mediterránea. Existe una necesidad urgente de adaptar los sistemas de cultivo para garantizar la producción de alimentos y piensos, la resistencia y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
Las especies de leguminosas son conocidas por su capacidad de fijar nitrógeno de forma simbiótica. Se ha demostrado que desempeñan un papel decisivo en los sistemas que cuentan con pocos insumos para mejorar las interacciones bióticas y favorecer la productividad y la sostenibilidad de los sistemas de cultivo de cereales (CCS, por sus siglas en inglés). Antes de que se desarrollara la agricultura intensiva, la haba y la veza común se cultivaban con frecuencia en monocultivos o en combinación con los CCS mediterráneos, incluyendo el trigo, el arroz, el maíz y la avena. A partir de los años 60, y con el uso generalizado de fertilizantes minerales nitrogenados, el cultivo de la alubia disminuyó considerablemente en el sur de Europa. Se mantuvo estable en el norte de África (entre 350 y 550 Mha) y en los países de Asia occidental (en torno a 50 Mha), pero ahora es evidente que hace falta disponer de variedades y prácticas adaptadas a la intensidad cada vez mayor del calor, la sequía y las enfermedades. Las vezas también se vieron relegadas con el cambio de uso de la tierra. Sin embargo, se adaptan muy bien allí donde no son adecuadas las leguminosas alimentarias y podrían desempeñar un papel cada vez más importante como forraje y pienso a medida que escasea y se encarece la proteína animal.
Por lo tanto, diversificar los CCS con especies de leguminosas es una medida importante que urge llevar a cabo. Para conseguirlo, los agricultores necesitan (1) referencias sobre los éxitos y fracasos de las experiencias previas de diversificación con leguminosas en su zona; (2) herramientas de bajo coste que les ayuden a evaluar la sostenibilidad de sus sistemas de cultivo, especialmente en lo que respecta a la calidad del suelo, (3) asesoramiento y herramientas para saber cómo introducir las leguminosas en sus sistemas de cultivo en las condiciones de suelo y clima específicas de la zona así como del contexto socioeconómico, y para saber cómo impulsar estos nuevos sistemas de cultivo; (4) variedades que se adapten al cambio actual, especialmente en lo que se refiere a la sequía y las plagas.
DiVicia valorizará las prácticas tradicionales y la biodiversidad local de habas y vezas para proponer sistemas de cultivo innovadores y adaptados. Un enfoque participativo a través del quegarantizará:
- la recopilación de conocimientos tácitos
- la identificación de las mejores prácticas agronómicas tradicionales y actuales sobre diversificación de cultivos con leguminosas, y
- la realización de diagnósticos multilocalización de los CCS seleccionados para evaluar la sostenibilidad.
Mientras tanto, ya se ha recopilado una colección sin precedentes de 300 variedades locales de haba y más de 280 de veza. Asimismo, estas variedades autóctonas se estudian mediante cribados fenotípicos y moleculares de gran rendimiento para identificar las que mejor se adaptan a la sequía intensa y a las enfermedades. La criba revelará cuáles serán las más útiles para la diversificación de los CCS en toda la cuenca mediterránea. Tanto el conocimiento tácito como el científico ayudarán a concebir rotaciones innovadoras diversificadas con leguminosas, incluyendo legumbres adaptadas en monocultivo, cultivo intercalado y los cultivos mixtos junto con una combinación adecuada de estas estrategias para obtener una mayor resiliencia y rentabilidad anual.
De hecho, el proyecto desarrollará estrategias adecuadas para explotar los cruces entre variedades locales de haba y vezas, genéticamente diversas y fenotípicamente interesantes, o entre variedades locales regionales y cultivares/genotipos seleccionados de élite. DiVicia también tiene el objetivo de crear herramientas para acelerar la selección de variedades adaptadas a cambios climáticos rápidos.
Se construirán modelos predictivos para animar a los agricultores de la cuenca mediterránea a que diversifiquen sus cultivos con haba y veza y para ayudarles a impulsar sus cultivos de diversificación hacia la sostenibilidad. Estos modelos se calibrarán a partir de datos recogidos en experimentos sobre el terreno en diferentes países mediterráneos para evaluar la productividad, la salud de los cultivos y el impacto en la calidad del suelo y del agua de las distintas introducciones temporales y espaciales de leguminosas. Se hará hincapié en la relación entre la composición y la sucesión de las comunidades y prácticas de cultivo y las propiedades del suelo, principalmente gracias a dos herramientas adaptadas a los contextos mediterráneos que indican el funcionamiento biológico del suelo. Se trata del "diagnóstico nodular" para evaluar la eficacia de la simbiosis nitrogenada y del método de la bolsa de descomposición (método LEVAbag) para evaluar la degradabilidad de la materia orgánica en el campo. Los modelos predecirán la calidad de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes y analizarán los ciclos del C y el N en función de las prácticas y las condiciones ambientales. De este modo, ayudarán a los agricultores y asesores a identificar las prácticas adecuadas para conservar el suelo y mejorar la fertilidad y la capacidad de retención de agua.
DiVicia también proporcionará un modelo bioeconómico a escala de la finca, basado en conjuntos de datos ambientales y socioeconómicos del Mediterráneo. Evaluará las repercusiones de los CCS basados en la biodiversidad (con haba y veza) y de las medidas seleccionadas en el margen bruto y los costes de la explotación. Puede tener en cuenta escenarios impulsados por opciones políticas. Los resultados más destacados generados a partir de este modelo para un área política específica son la producción, el uso de insumos, los ingresos de la explotación y las repercusiones medioambientales.
Por último, el proyecto DiVicia fomentará que las mujeres agricultoras participen y se expresen en reuniones, entrevistas, encuestas y actividades con la hipótesis de que la sensibilidad de las mujeres hacia la sostenibilidad y la calidad de los alimentos desempeñará un papel decisivo en el desarrollo de la diversificación de los CCS basados en las leguminosas.