Reducir el desperdicio de alimentos aprovechando las cáscaras de sandía
Introducción:
La sandía (Citrullus lanatus var. lanatus) es una hortaliza cucurbitácea de gran importancia que se cultiva en distintas partes del mundo (desde zonas tropicales a regiones de clima templado). Esta hortaliza de verano necesita un clima caluroso y seco, con días cálidos y noches frescas, para crecer. En India, la sandía se cultiva principalmente en Uttar Pradesh, Andhra Pradesh, Karnataka, Himachal Pradesh, Rajasthan, Bengala Occidental, etc.
La sandía es una fruta muy popular que se consume tanto fresca como en zumo. Contiene un 92% de agua, un 0,2% de proteína, un 0,3% de minerales y un 7% de carbohidratos.
La sandía se caracteriza por que crece en forma de enredadera. Cuenta con tallos largos, hojas vellosas y flores entre blancas y amarillas. Cultivada principalmente por su delicioso fruto, se clasifica botánicamente como pepo (aunque es un tipo especial de baya). Su exterior duro (cáscara) es de color verde claro a oscuro con rayas más brillantes o liso. La pulpa es jugosa, de color rojizo y sabor dulce.
La cáscara representa el 30% de la masa de la fruta y también es comestible. Sin embargo, una vez consumida la pulpa de la sandía, la corteza y las semillas se tiran como desechos y rara vez se destinan a la alimentación animal.
Subproductos de la sandía:
Las frutas y verduras son alimentos muy consumidos. Los subproductos de frutas y hortalizas son aquellos productos secundarios obtenidos de la fuente primaria durante el proceso de fabricación e incluyen cáscaras, semillas, hojas, pulpa residual, tallos, trozos desechados, etc. A pesar de su rico valor nutritivo y de sus compuestos bioactivos de gran espectro biológico, estos residuos alimentarios no se suelen aprovechar.
Las cáscaras de sandía son una fuente de nutrientes y se pueden utilizar para preparar distintos tipos de alimentos, como por ejemplo:
cáscara de sandía en polvo
caramelo
encurtido
Sabji de corteza de sandía
Salteado de corteza de sandía
Ensalada, es asequible y fácil de preparar
Cómo preparar cáscara de sandía en polvo:
- Sandía fresca
- Lavar
- Separar la parte blanca de la verde utilizando un cuchillo esterilizado.
- Cortar en rodajas.
- Secar (aire caliente en el horno a 50°C durante 24 h)
- Enfriar
- Triturar
- Tamizar (con un tamiz de 0,5)
- Lavar y pelar la piel verde de la corteza de la sandía.
- Cortar la parte blanca de la corteza en trozos pequeños.
- Escaldar los trozos en agua hirviendo durante unos minutos.
- Escurrirlos y dejarlos enfriar.
- Deshidratar los trozos enfriados utilizando un deshidratador o un horno a baja temperatura.
- Una vez deshidratados, tritúrelos con una batidora o picadora hasta obtener un polvo fino.
- Guardar el polvo de corteza de sandía en un recipiente hermético en un lugar fresco y oscuro.
- Este polvo puede utilizarse en diversas recetas o como suplemento nutricional.
Preparar polvo de cáscara de sandía es una forma sencilla y sostenible de utilizar la parte de esta fruta refrescante que a menudo se tira. No sólo reducimos al mínimo el desperdicio de alimentos, sino que también obtenemos un ingrediente versátil que puede utilizarse en una gran variedad de recetas culinarias.
Este polvo casero se puede incorporar a postres batidos o utilizar como condimento para dar un toque único a los platos, demostrando la versatilidad y sostenibilidad de las cáscaras de sandía.
Preparar caramelo de cáscara de sandía:
Elaborar caramelos de corteza de sandía es una forma deliciosa de dar un nuevo uso a esta parte de la fruta que a menudo se pasa por alto. Aquí tiene una receta sencilla para hacer caramelos de corteza de sandía:
Ingredientes:
- 2 tazas de cáscara de sandía, pelada y cortada en dados
- 1 taza de agua
- 2 tazas de azúcar granulado
- 1 cucharada de zumo de limón
- Opcional: Azúcar adicional para la cobertura
Instrucciones:
Pelar y preparar:
- Lavar y pelar la piel verde de la corteza de la sandía.
- Cortar la parte blanca de la corteza en trozos pequeños, del tamaño de un bocado.
Hervir la cáscara:
- En un cazo, mezclar los trozos de cáscara con agua y llevar a ebullición.
- Hervir hasta que los trozos de corteza estén blandos pero mantengan su forma. Esto suele llevar entre 5 y 10 minutos.
Escurrir y enfriar:
- Escurrir la corteza hervida y dejarla enfriar.
Preparar el sirope:
- En otra olla, preparar un almíbar disolviendo azúcar en agua a fuego medio.
- Una vez que el azúcar se haya disuelto por completo, añadir el zumo de limón al almíbar.
Cocer la cáscara:
- Añadir los trozos de cáscara de sandía enfriados al almíbar.
- Cocer la mezcla a fuego lento hasta que la cáscara se vuelva translúcida y absorba el almíbar. Puede tardar entre 20 y 30 minutos.
Secar:
- Con la ayuda de una espumadera, sacar los trozos de cáscara confitada del almíbar y colocarlos en una rejilla para que se enfríen y se sequen. Si lo desea, puede rebozarlas en más azúcar para obtener una capa cristalizada.
Conservar:
- Una vez completamente seco, guarde el caramelo de corteza de sandía en un recipiente hermético. Puede conservarse a temperatura ambiente durante una semana o en la nevera durante más tiempo.
Disfrute del sabor dulce y ácido de los caramelos caseros de corteza de sandía como un capricho único o como un colorido añadido a los postres.
Beneficios de la cáscara de sandía:
La cáscara de sandía aporta diversos beneficios, lo que la convierte en una incorporación versátil y nutritiva a nuestra dieta:
- Rica en nutrientes: las cáscaras de sandía están repletas de nutrientes como la vitamina C, las vitaminas del grupo B y antioxidantes. El polvo retiene estos elementos nutricionales, proporcionando una fuente concentrada de vitaminas esenciales.
- Favorece la hidratación: las cáscaras de sandía tienen un gran contenido en agua, lo que favorece la hidratación. Mientras que el proceso de deshidratación elimina la mayor parte del agua, el polvo todavía tiene algunas propiedades hidratantes y puede ser un delicioso ingrediente que añadir a las bebidas.
- Favorece la salud del sistema digestivo: la cáscara contiene fibra dietética, que favorece la salud del aparato digestivo al contribuir a la regularidad de los movimientos intestinales y a la salud del microbioma intestinal. La fibra también contribuye a que nos sintamos más saciados, lo que puede ayudar a controlar el peso.
- Contenido en citrulina: las cáscaras de sandía contienen citrulina, un aminoácido relacionado con la mejora del flujo sanguíneo y la salud del corazón. Aunque la concentración en el polvo puede ser menor que en la cáscara fresca, sigue ofreciendo beneficios cardiovasculares.
- Propiedades antiinflamatorias: los antioxidantes de la cáscara de sandía, como el licopeno, pueden tener efectos antiinflamatorios. Incluir el polvo de sandía en su dieta puede reducir la inflamación y ayudar a la salud en general.
- Mejora el sabor: la cáscara de sandía en polvo añade un sabor único y ligeramente dulce a platos, bebidas y recetas. Puede ser una forma creativa de realzar el sabor de batidos, postres o platos salados sin azúcares añadidos ni sabores artificiales.
- Uso sostenible: utilizar cáscara de sandía en polvo reduce el desperdicio de alimentos ya que se aprovecha una parte de la fruta que normalmente se desecha. Este enfoque sostenible está en consonancia con las prácticas respetuosas con el medio ambiente.
- Referencias:• Ranganna, S. 2004. Handbook of Analysis of quality control for fruit and vegetable products. 2nd edition (Reprint), Tata Me Graw-Hill pub. Co. Ltd. New Delhi.
• Rattray and Diana. 2012. Southern U.S. Cuisine: Judy’s Pickled Watermelon Rind.
• Kumar, P. 1985. Watermelon- utilization of peel waste for pickle processing. Indian Food Packer. 39 (4): 49-52.