Los residuos de los cultivos son los restos que quedan en un campo agrícola después de la cosecha. Estos residuos incluyen los tallos, los rastrojos, las hojas y las vainas de las semillas. La buena gestión de los residuos de los cultivos del campo puede aumentar la eficacia del riego y controlar la erosión. Estos restos se pueden gestionar biológicamente con prácticas que favorezcan la salud del suelo, como la siembra directa, la labranza en franjas y los cultivos de cobertura. El suelo sano descompondrá los residuos y los cultivos podrán plantarse directamente en el suelo a través de los residuos.
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