El sector europeo del aceite de oliva se acerca a un hito crucial: la temporada de floración. Desde abril hasta finales de mayo, los olivos florecerán, sentando las bases para la cosecha 2025/26. Nuestro informe semanal de mercado se basa en conocimientos de expertos del sector y destaca las actividades comerciales en Wikifarmer. Para ofrecer una visión más clara de los precios de esta semana, hemos recopilado datos utilizando nuestra herramienta Price Insights.
Los productores en España se muestran optimistas ante una fuerte temporada de floración, lo que podría augurar una cosecha prometedora el próximo año. Las tendencias del mercado reflejan un aumento en el consumo, impulsado por la bajada de precios. Sin embargo, esta creciente demanda podría dificultar la existencia de stocks de enlace para la próxima campaña. Como aspecto positivo, esta tendencia podría ayudar a estabilizar los precios en lugar de provocar nuevas caídas, permitiendo así una recuperación del mercado.
Con la llegada de la Semana Santa, se espera una recuperación de los precios, con un mercado que se divide en dos segmentos según los niveles de existencias. En Italia, las bajas existencias están sosteniendo precios más altos, mientras que en España, una mayor disponibilidad podría seguir ejerciendo presión a la baja. También cabe destacar que el aceite de oliva ofrecido a precios más bajos suele ser de menor calidad. En España, en particular, el aceite de oliva virgen extra de alta calidad sigue siendo escaso.
De cara al futuro, es probable que el mercado continúe a la baja a largo plazo, ya que productores y almazaras buscan vaciar sus depósitos en lugar de acumular excedentes para la próxima cosecha.
Los precios del aceite de oliva virgen extra en Italia se mantienen altos debido a la escasa disponibilidad de existencias, rondando actualmente los 9,25 €/kg. Los compradores muestran una fuerte actividad de compra ante la persistente escasez.
El mercado griego continúa débil, con altos niveles de stock. La demanda es baja en esta etapa, y muchos productores buscan vender su aceite para cubrir necesidades financieras antes de Semana Santa. Sin embargo, las almazaras informan que aún se almacenan cantidades significativas, ya que los productores dudan en vender a los precios actuales.
Aumentan las tensiones por los aranceles de EE. UU.
Los aranceles estadounidenses sobre el aceite de oliva europeo están alterando significativamente los patrones del comercio global, creando desafíos económicos para los productores europeos e incrementando los precios para los consumidores estadounidenses. La actual estructura arancelaria impone un arancel del 20 % al aceite de oliva español, frente al 10 % aplicado a otros países, mientras que las aceitunas negras españolas enfrentarán un arancel del 50 % a partir de abril de 2025. Esto sigue un precedente histórico, ya que los aranceles impuestos durante la administración de Trump provocaron que las exportaciones españolas de aceite de oliva cayeran de 67 millones de dólares en 2017 a solo 20 millones en 2022.
España exporta aproximadamente 180.000 toneladas de aceite de oliva a EE. UU. cada año (el 35-40 % del total de las importaciones estadounidenses), siendo Andalucía, con una industria valorada en 6.000 millones de euros, la más afectada por estas medidas. Italia y Grecia también son vulnerables, ya que aproximadamente la mitad de sus exportaciones de aceite de oliva se dirigen al mercado estadounidense. Dado que EE. UU. importa el 97 % del aceite de oliva que consume y su producción nacional cubre menos del 5 % de la demanda, estos aranceles afectan principalmente al consumidor estadounidense, que se enfrenta a precios más elevados.
Productores extracomunitarios como Turquía, Marruecos y Túnez podrían ganar cuota de mercado bajo este régimen arancelario. En respuesta, España ha lanzado un paquete de ayuda de 14.100 millones de euros para apoyar la modernización y la diversificación de mercados, mientras que algunas empresas están estableciendo plantas de embotellado en EE. UU. para eludir los aranceles sobre productos envasados. Por su parte, la UE está preparando aranceles de represalia sobre productos estadounidenses, lo que podría intensificar aún más las tensiones comerciales.
La implementación de los aranceles estadounidenses sobre el aceite de oliva europeo está generando gran preocupación en el sector, afectando tanto a productos a granel como envasados. Donald Trump ha anunciado su intención de imponer un arancel general de hasta el 20 % sobre los productos importados desde la UE, lo que incluiría al aceite de oliva. Esto sigue a los aranceles previos impuestos durante su primera administración en 2017, que impactaron severamente a las exportaciones españolas de aceituna.
Cuando se aplicaron anteriormente, las exportaciones españolas de aceite de oliva a EE. UU. cayeron drásticamente, de 67 millones de dólares en 2017 a solo 20 millones en 2022. Un arancel del 25 % aplicado al aceite de oliva envasado en 2019 encareció significativamente el producto europeo frente a las alternativas estadounidenses.
Los productores europeos de aceite de oliva podrían enfrentarse a aranceles que oscilan entre 0,034 y 0,176 dólares por kilogramo. España exporta unas 180.000 toneladas anuales a EE. UU., lo que representa aproximadamente el 40 % de las importaciones totales estadounidenses. Para Grecia, el aceite de oliva es uno de los principales productos exportados al mercado estadounidense, con 45.000 toneladas enviadas en 2024.
Los productores italianos podrían ser los más afectados, ya que casi la mitad de sus exportaciones de aceite de oliva se destinan a EE. UU. Los productores españoles y griegos también son vulnerables, con aproximadamente un tercio y la mitad, respectivamente, de sus exportaciones dirigidas al mercado estadounidense.
Rafael Pico, director de la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva, señaló que si bien los aranceles obligarían al sector a “explorar otros mercados”, el “principal impacto lo sufriría el consumidor estadounidense, que tendría que pagar un precio más alto por el aceite de oliva”, dado que la producción nacional de EE. UU. es “muy baja” y no puede cubrir la demanda interna.
La UE está preparando una lista de productos estadounidenses sobre los que aplicaría aranceles de represalia en esta disputa comercial en curso, lo que podría intensificar aún más las tensiones. La combinación de una estabilización del mercado tras desafíos climáticos y la amenaza inminente de importantes aranceles por parte de EE. UU. está creando un entorno complejo para los productores europeos de aceite de oliva, que deben afrontar tanto las condiciones actuales del mercado como posibles alteraciones importantes en sus estrategias de exportación.
En los próximos meses, el mercado europeo del aceite de oliva estará moldeado por factores tanto estacionales como geopolíticos. Mientras la floración brinda esperanza para una cosecha más fuerte en 2025/26, la dinámica de precios a corto plazo y los niveles de stock seguirán influyendo en los movimientos del mercado. Al mismo tiempo, la posible reintroducción de aranceles por parte de EE. UU. representa un riesgo considerable para las exportaciones europeas, especialmente para España, Italia y Grecia. A medida que productores y exportadores se adaptan a estos desafíos, la resiliencia del mercado y la diversificación estratégica serán claves para sostener el crecimiento y la estabilidad en el comercio global de aceite de oliva.
Referencias
https://english.news.cn/20250322/b5c7b9a6917144f7b7c094f084b208b4/c.html
https://blog.esao.es/en/us-tariffs-for-european-olive-oil
https://www.euronews.com/my-europe/2024/11/04/how-the-us-elections-threaten-spains-olive-oil-market
