Los riesgos de la agricultura a los que se enfrentan los agricultores

Guddeti Ajay kumar

Ingeniero agrónomo y embajador de estudiantes

6 min lectura
Los riesgos de la agricultura a los que se enfrentan los agricultores

Los agricultores de hoy en día se enfrentan a numerosos riesgos. Lea el siguiente artículo para conocer cuáles son los posibles obstáculos que debe tener en cuenta antes de poner en marcha su propia agroempresa.

Riesgos meteorológicos: 

Las condiciones meteorológicas de una región no suelen ser constantes y el cambio climático parece incrementar esta fluctuación.

Fenómenos meteorológicos como los huracanes, las heladas, el granizo, las inundaciones y el calor excesivo, pueden influir negativamente en la producción agrícola y provocar pérdidas de producción importantes o incluso que se malogren las cosechas. 

Riesgos debidos al efecto de las inundaciones, el granizo y los fuertes vientos:

Las lluvias en exceso pueden aumentar el problema de la erosión del suelo y la lixiviación de nutrientes esenciales del suelo, disminuyendo los recursos disponibles para las plantas (menor crecimiento y producción) y aumentando la contaminación de las masas de agua superficiales (por ejemplo, el eutrofismo). 

La inundación del campo y un mal drenaje (encharcamiento) pueden provocar condiciones anaeróbicas para el sistema radicular de las plantas, lo que conduce a que el cultivo se marchite y se ahogue. Si el cultivo permanece bajo el agua durante mucho tiempo, es probable que el agricultor se enfrente a una pérdida total de la cosecha (especialmente en el caso de las plantas anuales). Estas condiciones también pueden destruir los canales de riego y desplazar el equipo, lo que agravará los problemas a los que se enfrenta el agricultor. 

El granizo también puede causar daños graves en los cultivos, destrozar las hojas, romper los tallos y las ramas pequeñas, provocar magulladuras o que se caigan los frutos. Los daños pueden ser serios en plantas jóvenes y en cultivos justo antes de la cosecha.  

Los vientos fuertes también pueden provocar el encamado de los cultivos (por ejemplo, del trigo y del maíz) y que se rompan los tallos y las ramas lo que causará daños en las plantas y disminuirá su producción.

Los riesgos de la agricultura a los que se enfrentan los agricultores

Riesgos por los efectos de las altas temperaturas en los cultivos:

Las altas temperaturas pueden provocar que disminuya la fotosíntesis y la producción del cultivo, que se marchiten y se quemen las hojas, que se sequen las flores (imposibilidad de polinización) y que la planta sufra quemaduras solares (en hojas, frutos, tallos, ramas e incluso el tronco). En los casos graves, las plantas pueden morir.

Las altas temperaturas también pueden afectar a la movilidad de los nutrientes del suelo y reducir la eficacia tanto de la fertilización como de los métodos de protección de las plantas. 

Algunas plagas y enfermedades son más activas cuando las condiciones meteorológicas son secas y hace calor y pueden causar grandes problemas a los cultivos. Se multiplican con rapidez y se propagan por los campos, provocando infestaciones y brotes de enfermedades.

Efectos de la humedad y la evapotranspiración

Humedad: Unos niveles de humedad elevados pueden afectar de distintas maneras a las plantas:

Regulación de la transpiración: Las plantas pierden agua a través de la transpiración, el vapor de agua que escapa de sus hojas. Una humedad elevada ralentiza la transpiración porque el aire ya contiene mucha humedad, lo que reduce la velocidad a la que las plantas pierden agua. Por el contrario, una humedad baja acelera la transpiración, lo que puede provocar deshidratación y estrés en las plantas.

Imagínese a las plantas como pequeñas “máquinas” que trabajan duro al sol. Como cualquier trabajador, pueden acalorarse y necesitan refrescarse. Ahí es donde entra en juego la evapotranspiración. Es como el aire acondicionado incorporado que ha instalado la naturaleza en las plantas. Los diminutos poros de las hojas se abren y liberan vapor de agua al aire, como si sudaran. Esto disipa el calor de la planta del mismo modo que sucede con el ser humano después de sudar durante un día caluroso.

Pero la evapotranspiración no sólo sirve para disipar el calor de las plantas. También les ayuda a obtener alimento. Piense en el agua como el “camión de reparto” de los nutrientes del suelo. Cuando hay suficiente agua (gracias a que la evapotranspiración mantiene la humedad), las plantas pueden obtener fácilmente estos nutrientes a través de sus raíces, como un consumidor que coge la compra de los estantes en el supermercado. Pero si no existe agua suficiente, el camión de reparto se atasca y las plantas no reciben los nutrientes que necesitan para crecer sanas y fuertes.

Riesgos debidos a plagas y enfermedades: 

Las plagas de los cultivos pueden desarrollar resistencias debido a la continua aplicación de plaguicidas, lo que provoca que las medidas de control sean menos eficaces, que aumenten los daños en los cultivos y las pérdidas económicas para el agricultor. Además, el cambio climático ha aumentado la frecuencia de los casos- condiciones ambientales favorables a los patógenos que conducen a brotes de enfermedades. 

Destrucción de frutos: Determinados insectos, como la mosca de la fruta, ponen huevos en el interior de las frutas, provocando que no sean comestibles y reduciendo su valor de mercado.

Propagación de enfermedades: Actúan como pequeños taxis que transportan enfermedades nocivas de una planta a otra.

Los riesgos de la agricultura a los que se enfrentan los agricultores

Mastican y escarban: Mordisquean hojas, tallos, frutos y raíces, dejando la cosecha con marcas de mordiscos y reduciendo la producción. 

El riesgo asociado con el ataque de las langostas causa enormes problemas. Las langostas pueden comerse casi toda la cosecha. En algunas zonas, es un problema grave que puede provocar la destrucción de hasta el 90% de las cosechas en pocas horas o minutos.

Riesgos medioambientales debidos a la contaminación: Debido al aumento de la contaminación provocada por el hombre de diversas maneras como la fuga de efluentes industriales directamente a los ríos, lagos y pequeñas masas de agua, que amenaza no sólo a la capa superficial del suelo, sino que el agua se filtra en las capas más profundas de éste desde la parte superior a las capas inferiores, repleta de contaminantes tóxicos industriales y que disminuirá el crecimiento de los cultivos y desarrollará un nivel de toxicidad mayor en los suelos.  

Riesgos asociados con el mercado

Los cambios en el precio de los productos agrícolas pueden afectar a la rentabilidad de los agricultores. Algunos ejemplos de riesgos asociados con el comercio pueden ser los tipos de cambio, las leyes del comercio internacional, los cambios en los gustos de los consumidores y los cambios en la dinámica de la oferta y la demanda. Además, en la cadena de valor de los alimentos intervienen numerosos intermediarios. Esto disminuye el beneficio de los agricultores, aumenta su dependencia e incrementa el precio final del producto que tiene que pagar el consumidor. 

Riesgos de que aumente del coste de los insumos y de especulación: Como la tecnología aumenta día a día, el coste de las semillas, los fertilizantes, los pesticidas, los equipos, la disponibilidad de financiación y los tipos de interés aumentan para los agricultores, por lo que no pueden cumplir sus expectativas. Asimismo, es un fenómeno bastante habitual que los vendedores de insumos agrícolas se lucren, aprovechándose de los agricultores. 

Riesgos asociados a la tecnología: La dependencia de la tecnología, incluidos los nuevos tipos de cultivos, la maquinaria y los sistemas de riego, conlleva la posibilidad de que se produzcan averías en los equipos que sean incompatibles, así como un gasto continuado de los avances tecnológicos.

Riesgos relacionados con las políticas y la normativa: 

Los cambios en las políticas, leyes, normas y subvenciones pueden afectar a la accesibilidad de los mercados, los precios de los insumos y las prácticas agrícolas. Si existe incertidumbre política, los agricultores estarán expuestos a un mayor nivel de riesgo. 

Escasez de mano de obra: Encontrar y pagar a los trabajadores para las diferentes tareas agrícolas como sembrar, eliminar las malas hierbas y la cosecha puede ser difícil, sobre todo en zonas donde existe escasez de mano de obra estacional o cambian las leyes de inmigración.   

Los riesgos de la agricultura a los que se enfrentan los agricultores

Riesgos de infraestructura: Una infraestructura inadecuada de transporte, de almacenamiento y de accesibilidad a los mercados puede impedir el flujo adecuado de los productos agrícolas, provocando que se deterioren, que existan retrasos y una rentabilidad menor. 

Riesgos legales:

Normas estrictas: Los agricultores deben cumplir diversas normativas sobre seguridad alimentaria, bienestar animal y uso de pesticidas. Estas normas pueden ser complejas y cambiar con frecuencia.

Riesgos de incumplimiento: El incumplimiento de la normativa puede acarrear multas, que se retiren algunos productos del mercado e incluso, en situaciones graves, cargos penales. Esto puede dañar seriamente la reputación de una explotación y su acceso al mercado. Los agricultores pueden verse expuestos a la incertidumbre y al riesgo económico debido a temas jurídicos como conflictos por la titularidad de la tierra, responsabilidad por daños medioambientales y cumplimiento de la normativa sobre seguridad alimentaria.

Guddeti Ajay kumar
Ingeniero agrónomo y embajador de estudiantes

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