Gestión del riego - cómo optimizar la eficacia del riego

David Adeoye

Experto en agricultura sostenible y de precisión

6 min lectura
18/07/2024
Gestión del riego - cómo optimizar la eficacia del riego

Todo lo que debe saber para mejorar su sistema de riego

El riego es un elemento fundamental de la agricultura, el paisajismo y la horticultura. La gestión del riego hace hincapié en suministrar la cantidad de agua adecuada en el momento y de la forma oportunos en función de las necesidades de las plantas, con el objetivo general de promover su crecimiento y desarrollo, reduciendo asimismo los costes y el despilfarro de agua. 

La gestión del riego es fundamental para optimizar el rendimiento de los sistemas de riego, reducir el consumo de agua y mejorar la salud de las plantas. Aunque optimizar un sistema de riego puede resultar difícil, es necesario conocer las necesidades hídricas de las plantas, gestionar la presión del agua y utilizar sensores de lluvia. De este modo, los agricultores y paisajistas pueden mejorar la eficiencia del riego, conservar los recursos hídricos y ahorrar dinero/costes. Es posible que necesite realizar una inversión inicial para aplicar estas, pero los beneficios a largo plazo compensarán dicha inversión. Adoptar estos métodos no sólo hará que su sistema de riego sea sostenible, sino que también protegerá el medioambiente y fomentará un futuro más sostenible para la agricultura y el paisajismo.

1. Entender su sistema de riego - partes de un sistema de riego

Antes de optimizar su sistema de riego, es fundamental que comprenda cómo funciona. Un sistema de riego consta de varios componentes: tuberías, válvulas, aspersores/emisores y programadores. Comprender el funcionamiento de estos componentes es crucial para una gestión de riego eficaz.

  1. Suministro de agua: el agua puede proceder de diversas fuentes, como un pozo, un lago, un río o el agua municipal. Conocer la calidad y cantidad de su fuente de agua es esencial para una gestión eficaz del riego. Tenga en cuenta que la disponibilidad de agua puede ser diferente en periodos de alta demanda. En muchas zonas agrícolas es algo frecuente el uso rotativo de manera que los agricultores tengan acceso al agua sólo durante determinadas horas al día o cada pocos días. Es fundamental tener esto en cuenta y ponerse en contacto con las autoridades locales con antelación para evitar un estrés excesivo por sequía. 
  2. Tuberías y accesorios: son los conductos que transportan el agua desde la fuente hasta los aspersores. El tamaño y el material de las tuberías y los accesorios afectan a la presión del agua y al caudal, algo crucial para un sistema de riego eficaz.
  3. Aspersores/emisores: son los dispositivos que distribuyen el agua a las plantas. Existen varios tipos de aspersores y emisores: de rotor, de pulverización y de goteo. Utilizar el tipo de aspersor/emisor correcto/adecuado para sus plantas es esencial para maximizar la eficacia del riego.
  4. Válvulas: controlan el flujo de agua en el sistema de riego. Hay dos tipos de válvulas: manuales y automáticas. Las válvulas automáticas son más eficaces, ya que pueden programarse para encenderse y apagarse en momentos específicos o en función de los niveles de humedad del suelo.
  5. Controladores: son el cerebro de su sistema de riego. Gestionan el programa de riego y activan y desactivan las válvulas. Pueden programarse para funcionar según las condiciones meteorológicas, los niveles de humedad del suelo y las necesidades de agua de las plantas.

2. Conocer el suelo y las necesidades hídricas de las plantas

Las plantas necesitan agua para crecer y mantenerse fuertes. Sin embargo, las necesidades hídricas de cada planta son diferentes dependiendo de la especie, la edad y la etapa de crecimiento. El tipo, la textura y la profundidad del suelo también afectan a la capacidad de retención de agua y al drenaje. También pueden afectar a las necesidades hídricas de las plantas factores ambientales como la temperatura, la humedad y la velocidad del viento. Por lo tanto, es esencial controlar y ajustar la aplicación de agua en función de las necesidades hídricas de las plantas (Evapo-transpiración*Coeficiente de cultivo) para evitar el riego excesivo o insuficiente.

a. Supervisar los niveles de humedad del suelo.  

Los sensores de humedad del suelo pueden medir la cantidad de agua que éste contiene (a diferentes profundidades y momentos distintos) y proporcionar datos sobre cuándo regar y cuánta agua suministrar. Por lo general, la humedad del suelo puede variar entre los puntos de saturación (humedad relativa del suelo=1, muy húmedo) y de marchitez permanente (humedad relativa del suelo=0, muy seco). Por ejemplo, si el nivel de humedad del suelo es demasiado bajo, indica que la planta sufre estrés por sequía y necesita agua. Por otro lado, si el nivel de humedad del suelo es demasiado alto, puede provocar que se pudran las raíces, reducir el contenido de oxígeno del suelo y limitar el crecimiento de las plantas. En un suelo medio, las plantas pueden crecer satisfactoriamente cuando la humedad relativa de éste se sitúa en torno al 0,54.  

Gestión del riego - cómo optimizar la eficacia del riego

b. Elegir las plantas adecuadas para su jardín/granja

Las plantas autóctonas se adaptan mejor al clima y a las condiciones del suelo locales, por lo que son relativamente más fácil de gestionar que las especies exóticas. Elegir plantas que resistan bien la sequía es también una buena forma de reducir el consumo de agua. Esto es especialmente importante en cultivos y campos áridos.

Al conocer los suelos y las necesidades hídricas de las plantas, los agricultores y paisajistas pueden ajustar los programas de riego para suministrar la cantidad de agua adecuada en el momento oportuno, lo que se traducirá en un mejor crecimiento, producción y mayor calidad de las plantas.

Gestión del riego - cómo optimizar la eficacia del riego

3. Gestionar la presión del agua

La presión del agua es la fuerza que empuja el agua a través de las tuberías y los aspersores/emisores. Una presión de agua demasiado floja o demasiado fuerte puede afectar a la distribución del agua y a la eficacia del riego, provocando daños extremos en el sistema. Por lo tanto, es muy importante gestionar la presión del agua para optimizar la eficacia del riego.

a. Instalar reguladores de presión en el sistema de riego

Los reguladores de presión pueden reducir el desperdicio de agua, evitar fugas y prolongar la vida útil del sistema de riego. Ajustan la presión del agua a un nivel específico, garantizando que cada aspersor/emisor funcione a una velocidad constante para la distribución uniforme del agua.

 

b. Instalar las tuberías adecuadas

Utilizar tuberías grandes puede aumentar el caudal de agua, pero también provocar un despilfarro de agua y mayores costes energéticos. Por el contrario, utilizar tuberías pequeñas puede restringir el caudal de agua y afectar al rendimiento de los aspersores. Por lo tanto, es crucial instalar las tuberías adecuadas en función del tamaño del sistema de riego, la presión del agua disponible y el caudal de cada aspersor.

4. Utilizar la tecnología para mejorar la eficiencia del riego 

La tecnología ha revolucionado la gestión del riego y ha hecho más fácil la optimización de los sistemas. Existen varias tecnologías que pueden ayudar a conservar el agua y ahorrar dinero.

a. Sensores de lluvia 

Estos dispositivos detectan las precipitaciones y evitan que el sistema de riego funcione durante y después de la lluvia. Pueden ahorrar agua y reducir los costes de riego al evitar un suministro de agua innecesario. Además, los sensores de lluvia pueden evitar el riego excesivo, la erosión del suelo y la escorrentía, lo que mejora la conservación del agua y la salud de las plantas. Los sensores de lluvia interrumpen el sistema de riego cuando se detecta una cantidad de lluvia determinada y retrasa el siguiente ciclo de riego durante un periodo programado o hasta que el nivel de humedad del suelo descienda por debajo de un umbral determinado.

b. Controladores de riego inteligentes 

Utilizan los datos meteorológicos, los sensores de humedad del suelo y las necesidades hídricas de las plantas para ajustar automáticamente los programas de riego.

c. Riego por goteo

Suministra agua directamente a las raíces de las plantas, reduciendo las pérdidas por evaporación y escorrentía.

Referencias

  1. https://crops.extension.iastate.edu/blog/mark-licht-mike-castellano-sotirios-archontoulis/facts-soil-moisture-benchmarking-tool
  2. https://books.google.fr/books?h
  3.  https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378377422002888
  4. https://iwaponline.com/jh/article/19/1/115/3534/A-two-stage-evolutionary-optimization-approach-for
  5. https://inass.org/wp-content/uploads/2022/04/2022083134-2.pdf
  6. https://www.mdpi.com/2073-4441/14/5/719
  7. https://www.researchgate.net/profile/
  8. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S004896972103761X
  9. https://www.hindawi.com/journals/wcmc/2018/6089280/
  10. https://lieth.ucdavis.edu/pub/Pub052_SchroederLieth%20ch7.PDF
  11. https://assets.publishing.service.gov.uk/media/57a08db1ed915d3cfd001b7e/R5830-od136v2.pdf

Para saber más:

Factores a tener en cuenta a la hora de elegir un sistema de riego

David Adeoye
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