El impacto de enriquecer los alimentos: mejorar la nutrición y la salud pública
Enriquecer los alimentos puede definirse como la práctica deliberada de aumentar el contenido de un micronutriente, con el fin de mejorar la calidad nutricional de los alimentos y proporcionar un beneficio para la salud pública con un riesgo mínimo para la salud” (OMS y FAO, 2006). Añadir micronutrientes a los alimentos básicos se ha consolidado como una estrategia de salud pública de éxito para combatir las carencias y mejorar la calidad nutricional general. Implantadas en un principio en tiempos de guerra para combatir las carencias y restaurar los nutrientes perdidos durante el procesado, se ha demostrado que prácticas como la sal yodada han reducido enfermedades como el bocio. Algunas plantas poco utilizadas como el trigo sarraceno, la quinoa y el amaranto, junto con un surtido de legumbres, granos de cereales pigmentados y frutos secos enriquecidos con fitoquímicos bioactivos que mejoran la salud, están ganando terreno en la industria alimentaria para el desarrollo de alimentos funcionales (Hayta & İşçimen, 2019).
Los esfuerzos por enriquecer los alimentos siguen evolucionando y se centran en la rentabilidad y las necesidades específicas de la población. Este enfoque es particularmente importante para países con rentas bajas y medias donde el bioenriquecimiento y el enriquecimiento estratégico de los alimentos básicos pueden mejorar significativamente la ingesta de micronutrientes y la salud de la población.
Referencias
Hayta, M. and İşçimen, E.M. 2019. Effects of Phytochemical Fortification of Flour and Bread on Human Health. Flour and Breads and their Fortification in Health and Disease Prevention 2nd ed. Academic Press, pp.273-289.
Means, R. T. (Ed.). (2019). Nutritional anemia: Scientific principles, clinical practice, and public health. Cambridge University Press.
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