El cannabis, una planta con una rica historia y un futuro prometedor, tiene su origen en Asia Central y la región del Himalaya. Con el tiempo, se extendió por todo el mundo e influyó en diversas culturas e industrias. Este artículo explora los distintos tipos de cannabis, cómo se cultivan y las principales diferencias entre el cáñamo y la marihuana.
Clasificación del cannabis y principales subespecies y variedades
La Cannabis sativa L., comúnmente conocida como cannabis, cáñamo o marihuana, pertenece a la familia de las Cannabáceas. Los científicos identifican por lo general una especie, la Cannabis sativa, que se divide en dos subespecies principales:
- Cannabis sativa subsp. sativa (cáñamo): se utiliza principalmente para fines industriales.
- Cannabis sativa subsp. indica (marihuana): se utiliza con fines médicos y recreativos.
Otras clasificaciones incluyen:
- El cáñamo doméstico (C. sativa subsp. sativa var. sativa)
- El cáñamo silvestre (C. sativa subsp. sativa var. spontanea)
- La marihuana doméstica (C. sativa subsp. indica var. indica)
- Marihuana silvestre (C. sativa subsp. indica var. kafiristanica)
Diferenciar el cáñamo de la marihuana:
Finalidad: aunque proceden de la misma especie, la finalidad del cáñamo y la marihuana son muy distintas.
- El cáñamo se cultiva con fines industriales como la producción de textiles, cuerdas, papel y materiales de construcción. Sus semillas y su aceite también se utilizan en diversos productos alimenticios, cosméticos y biocombustibles. Esta versatilidad hace del cáñamo un cultivo esencial en distintas industrias.
- La marihuana, por otro lado, se cultiva por su gran contenido de cannabinoides, sobre todo THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol). El THC es conocido por sus efectos psicoactivos, mientras que el CBD tiene un valor terapéutico. Esta diferencia determina la selección genética y las prácticas de cultivo de cada tipo.
Características físicas y químicas
Las características físicas y químicas del cáñamo y la marihuana también son bastante diferentes.
- El cáñamo tiene plantas macho y hembra y, por lo general, contiene bajos niveles de THC (por debajo del 0,3%). Es rico en CBD, un compuesto no psicoactivo que ha ganado popularidad por sus posibles beneficios para la salud. Las plantas de cáñamo suelen ser más altas y menos tupidas que las de marihuana.
- Las plantas de marihuana se cultivan para maximizar el contenido de THC y se suelen cultivar a partir de semillas feminizadas para garantizar que sólo se cultivan plantas hembras. Estas plantas son más bajas, más tupidas y producen potentes cogollos ricos en cannabinoides.
Prácticas de cultivo:
Los métodos de cultivo del cáñamo y la marihuana reflejan sus usos y entornos normativos diferentes.
- El cáñamo se suele cultivar al aire libre y a gran escala. Los agricultores utilizan métodos de cosecha mecánica y pueden emplear pesticidas para proteger el cultivo. Se procura que el cáñamo crezca alto y con menos ramas para que produzca fibra y semillas. La densidad de plantación es alta para impedir la ramificación y la floración, lo que da como resultado una planta más alta.
- El cultivo de marihuana se suele llevar a cabo en entornos controlados como instalaciones de interior o invernaderos. Los cultivadores gestionan con precisión la iluminación, la temperatura, la humedad y los niveles de nutrientes para optimizar la salud de las plantas y maximizar la producción de THC. Se utilizan semillas feminizadas o clones para garantizar el cultivo de plantas femeninas exclusivamente, que producen los deseados cogollos ricos en cannabinoides.
Las diferencias normativas del cáñamo y la marihuana
- El cáñamo está menos regulado que la marihuana. La Ley Agrícola de 2018 en Estados Unidos calificó el cáñamo (con menos del 0,3% de THC) como producto agrícola legal, lo que facilitó su cultivo y distribución. Esta medida ha abierto nuevas oportunidades para los agricultores y las industrias del cáñamo.
- La marihuana está sujeta a normas estrictas debido a sus propiedades psicoactivas. Requiere pruebas exhaustivas para el control de calidad y el cumplimiento de los límites de concentración. Estas normas se aplican para garantizar la seguridad y la coherencia del producto, proteger a los consumidores y abordar los problemas de salud.
El cannabis es una planta versátil con una extensa gama de aplicaciones, desde usos industriales hasta fines médicos y recreativos. Entender las diferencias entre el cáñamo y la marihuana es fundamental para navegar por una industria del cannabis en constante evolución. A medida que la industria sigue creciendo, reconocer las características únicas y los métodos de cultivo de cada tipo de cannabis ayudará a los que componen el sector a tomar decisiones con conocimiento de causa y a fomentar la innovación. Impulsado por la investigación en curso, la evolución de la normativa y la creciente aceptación de sus diversos beneficios, el futuro del cannabis es prometedor.
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