La creciente demanda de agua afecta directamente a las necesidades energéticas de una empresa agrícola de éxito. Ha llegado el momento de explorar métodos y medidas que permitan disponer de fuentes de agua inteligentes desde el punto de vista energético. El potencial de las aguas grises como fuente de agua reutilizada/renovable ha sacado a la luz unos resultados muy prometedores en todo el mundo. Las aguas grises son un recurso poco utilizado, pero su potencial de reciclaje es inmenso y de este modo contribuyen a una economía circular. La escasa demanda energética que conlleva la reutilización de las aguas grises para distintos usos las convierte en una fuente atractiva para muchos países que sufren escasez de agua. Los ejemplos de Israel y otros países desarrollados que encabezan la investigación de aguas grises, demuestran que existe un nicho prometedor para que estas aguas se desarrollen como una fuente nueva para numerosos propósitos, desde las cisternas de edificios y rascacielos hasta usos que nos parecerían increíbles, incluida la potabilidad.
Los estudios llevados a cabo respecto al uso de las aguas grises para el riego de plantas ornamentales y jardines no han hecho más que arrojar luz sobre el rendimiento de las plantas. Algunos estudios incluyeron el riego con aguas grises utilizando plantas de jardín y cultivos hortícolas comunes (Sara Finley,2008). El uso de aguas grises en un centro de producción tiene un inmenso potencial en el desarrollo de un modelo que se pueda reproducir de un sistema de producción secundario vinculado a un sistema de producción industrial primario que utilice la reutilización del mismo conjunto de recursos en ambos sistemas, complementándose el uno al otro y siendo un ejemplo de economía circular. El uso de fuentes de agua no convencionales se acentuará en un escenario en el que el clima y la población ejercen presión sobre la disponibilidad del agua. Una de las principales ventajas es su fiabilidad, ya que es constante en el tiempo y no depende del clima ni de las condiciones meteorológicas. Además, tiene una serie de beneficios económicos y medioambientales.
Las aguas grises son una de las soluciones más eficaces para reducir la extracción de agua dulce. Además, encajan muy bien en la economía circular. En este sentido, la reutilización de las aguas grises es un factor importante para reducir la demanda de agua potable hacia una gestión sostenible del agua, y puede aplicarse en servicios que demandan agua potable y no potable, como la cisterna de los inodoros, el riego de huertos en la agricultura, el lavado de coches y la extinción de incendios. Incluso existen estudios que ayudan a dar prioridad a los controles de calidad de las aguas grises que se realizarán en el futuro y a definir los objetivos del tratamiento de diversas barreras en las instalaciones futuras de regeneración de agua para la producción de agua potable.
Una fuente importante de agua reciclable, especialmente importante para los países con escasez de agua, son las aguas residuales urbanas generadas por las actividades de lavado doméstico, denominadas “aguas grises”. Teniendo en cuenta que las aguas grises suelen tener una carga orgánica y un contenido de patógenos inferior al de las aguas residuales municipales, que incluyen además los flujos respectivos de los inodoros y los fregaderos de cocina, pueden considerarse un candidato ideal para los sistemas descentralizados de tratamiento y reutilización entre las fincas forrajeras de regadío se califica como la mejor elección, teniendo en cuenta la duración del cultivo para la acumulación de cualquier residuo.
Como posible solución, la reutilización de aguas grises se perfila como parte integrante de la gestión de la demanda de agua, fomentando la conservación de agua dulce de calidad, especialmente para las necesidades de riego. La ventaja añadida es que las aguas grises reducen tanto la contaminación ambiental como los costes generales de abastecimiento. Los últimos avances tecnológicos y los cambios de actitud hacia la reutilización de las aguas residuales sugieren que las aguas grises tienen un papel prometedor para mitigar la presión sobre el agua dulce disponible.