La resistencia de las malas hierbas a los herbicidas y cómo controlarla

Ioannis Gazoulis

Doctorando en la Universidad Agrícola de Atenas

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La resistencia de las malas hierbas a los herbicidas y cómo controlarla

Cómo surge la resistencia de las malas hierbas a los herbicidas - mecanismos de resistencia a los herbicidas

La resistencia a los herbicidas es “la capacidad selectiva y hereditaria que han desarrollado algunos biotipos de malas hierbas para sobrevivir a la aplicación de un herbicida al que la población original de la especie era vulnerable”.
La resistencia a los herbicidas se clasifica en:

  • resistencia simple 
  • resistencia cruzada
  • resistencia múltiple:

La resistencia simple es “la resistencia de una mala hierba a un único herbicida con un modo de acción específico”.

La resistencia cruzada es “la resistencia de una mala hierba a más de un herbicida que pertenecen al mismo o a diferentes grupos químicos con el mismo modo de acción o metabolismo”.

La resistencia múltiple es “la resistencia de una mala hierba a más de un herbicida perteneciente a grupos químicos con diferentes modos de acción o metabolismo”.

Los mecanismos de resistencia pueden deberse o no a una modificación en el lugar de acción del herbicida:

  • TSR (dentro del sitio de acción) o
  • NTSR (fuera del sitio objetivo)

En primer lugar, debemos recordar que los herbicidas se unen a determinadas proteínas producidas en las células vegetales para perjudicar determinadas funciones fisiológicas de la maleza objetivo (por ejemplo, la fotosíntesis), lo que acabará provocando la necrosis.

En los mecanismos de resistencia TSR, se produce una mutación en el ADN de la maleza, lo que provoca un cambio en la proteína a la que normalmente se uniría el herbicida. Debido a que no puede unirse a esta proteína, no puede ejercer su efecto fitotóxico.

En cuanto a los mecanismos NTSR, la resistencia puede deberse a una reducción de la tasa de absorción del herbicida y de su movimiento en el tejido vegetal o de la forma en que se distribuye en las células de la planta. Algunas especies también consiguen aislar o metabolizar los herbicidas degradando sus moléculas.

Un problema en aumento: el incremento de las hierbas resistentes a los herbicidas

En 2023, se registraron 523 casos de HR en todo el mundo:

  • 269 especies de malas hierbas resistentes (154 gramíneas y 115 malezas de hoja ancha),
  • en 99 cultivos
  • en 72 países
  • que afectan a 21 de los 31 modos de acción de los herbicidas y a 167 herbicidas diferentes

En Grecia, la resistencia a los herbicidas (en algunos casos resistencia múltiple) sobretodo en el vallico (Lolium rigidum), la avena loca (Avena sterilis), la rama negra (Conyza bonariensis), la amapola (Papaver rhoeas), etc.

La resistencia de las malas hierbas a los herbicidas y cómo controlarla

Imagen 1. Población de rama negra (Conyza bonariensis) resistente (izquierda) y su control con un herbicida alternativo (derecha) en un viñedo en la región de Grecia Central.

La resistencia de las malas hierbas a los herbicidas y cómo controlarla

Imagen 2. Población de vallico (Lolium rigidum) resistente a los herbicidas (izquierda) y su control con un herbicida alternativo (derecha) en un huerto de cítricos en la región de Grecia Occidental.

Cómo prevenir y gestionar la resistencia a los herbicidas

La prevención y gestión de la resistencia a las malas hierbas se basa en las prácticas de Gestión Integrada de las Malas hierbas.
Algunas medidas de prevención importantes para reducir la propagación de malas hierbas resistentes a los herbicidas son el uso de semilleros certificados libres de semillas o rizomas de malas hierbas y la limpieza a fondo de la maquinaria agrícola, especialmente después de haberla utilizado en campos con malas hierbas resistentes. Asimismo, labrar a la inversa contribuye a la gestión de las especies de malas hierbas resistentes a los herbicidas cuyas semillas se acumulan en las capas superiores del suelo.

También resulta muy interesante otra práctica de cultivo: la técnica de la falsa siembra. En esta práctica, la germinación de las semillas de malezas se desencadena por el laboreo o/y el riego. Esto hace posible su control antes de la siembra y ayuda a reducir el banco de semillas de malas hierbas.

Los cultivos de cobertura son otro método importante para ayudar a gestionar las malas hierbas y reducir el desarrollo de malezas resistentes a los herbicidas. Sembrar cultivos que compitan con la maleza y las prácticas que aumentan la densidad de los cultivos son otras medidas para la gestión de las malas hierbas. La rotación de cultivos también desempeña un papel fundamental en la gestión de la resistencia a los herbicidas, ya que cuando al rotar distintos cultivos en un mismo campo, también rotaremos herbicidas con diferentes modos de acción para evitar que las malas hierbas se adapten y desarrollen biotipos resistentes. Por último, realizar mezclas herbicidas con diferentes modos de acción y de herbicidas de preemergencia en el suelo retrasa la selección de biotipos de malas hierbas resistentes con el paso del tiempo.

Para saber más:

https://www.goodhorizon.eu/

Ioannis Gazoulis
Doctorando en la Universidad Agrícola de Atenas

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