Qué prácticas y enfoques agrícolas debemos adoptar para hacer frente al cambio climático

Qué prácticas y enfoques agrícolas debemos adoptar para hacer frente al cambio climático
Agroecología

Houda ADMOU

Estudiante de Ingeniería en Economía Agrícola, apasionada del clima

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Hacia una agricultura resiliente

La agricultura es un sector que contribuye al calentamiento global y que sufre sus consecuencias, pero también ofrece oportunidades para adaptarse y mitigarlo. La capacidad de la agricultura para hacer frente al cambio climático radica en su capacidad de adquirir resiliencia, algo que primero debe alcanzarse a nivel de explotaciones/granjas. La agricultura climáticamente inteligente es sinónimo de la agricultura agroecológica que ha evolucionado de prácticas convencionales para adaptarse a las condiciones climáticas y, por consiguiente, alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. (GGGI, 2021) 

Por eso es importante profundizar en el significado de la agroecología y comprender algunas de sus prácticas clave:

1. Agrosilvicultura o agroforestería: 

La agrosilvicultura es una práctica/sistema agrícola que combina árboles o arbustos con sistemas de producción de cultivos y/o animales así como sistemas de gestión de la tierra en la misma parcela. Adoptar esta práctica es un arma valiosa contra la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad ante el cambio climático. En primer lugar, las ventajas que ofrece este sistema en términos de diversificar las fuentes de ingresos de los agricultores reduce considerablemente los riesgos asociados con los fracasos de producción y del mercado. Además, los árboles forman un escudo natural contra los fenómenos climáticos extremos y la erosión del suelo y enriquecen la diversidad biológica del paisaje natural. Además, la agrosilvicultura fija una cantidad importante de carbono y aumenta la cantidad de materia orgánica en el suelo, incrementando su fertilidad. Algunas especies determinadas como las leguminosas ofrecen una doble ventaja, ya que pueden fijar el nitrógeno y utilizarse como forraje. (FAO, 2010)

2. Agricultura de conservación: 

Un tipo de agricultura basado en tres pilares esenciales: 

  • Labranza de conservación/mínima (incluye la siembra directa/labranza cero): Sembrar directamente (en los residuos de cultivos) es un componente esencial de la agricultura de conservación. La agricultura de conservación es un sistema de gestión del suelo y de los cultivos que implica no perturbar el suelo y sembrar directamente en el suelo sin labranza. Este sistema se ha presentado como la solución a los retos de la agricultura actual y en particular aquellos relacionados con el cambio climático, la degradación del suelo, la globalización, la inestabilidad de los precios y los costes elevados de los insumos. El principal objetivo del sistema es garantizar una producción sostenible; la siembra directa puede ayudar a combatir el calentamiento global reduciendo el consumo de energía y las emisiones de carbono aumentando al mismo tiempo la capacidad del suelo para almacenar materia orgánica. (Maher et al., 2020).
  • Cobertura permanente del suelo: el principio de que el suelo esté cubierto es otro elemento clave de la agricultura de conservación. Los residuos de los cultivos permanecen en la superficie una vez cosechados pero los cultivos de cobertura también son necesarios cuando existe un periodo de tiempo largo entre la cosecha y la próxima siembra. Los cultivos de cobertura ayudan a mejorar la sostenibilidad del sistema de agricultura convencional ya que mejoran las características del suelo y promueven una mayor biodiversidad en el agroecosistema. [1]
  • El sistema de rotación de cultivos: este método proporciona fertilidad al suelo y reduce el ciclo vital de las plagas, los parásitos, las enfermedades, interrumpiendo así su desarrollo. Rotar leguminosas con otros cultivos permitirá, por ejemplo, la fijación del nitrógeno y reducirá la necesidad de fertilización nitrogenada mineral, favoreciendo una reducción del uso de energía fósil y de emisiones de GEI. (INRA, 2018)

3. Selección de variedades:

Definimos resiliencia como la capacidad de un ecosistema de recuperar y mantener su equilibrio tras una perturbación (Dauphiné & Provitolo, 2007). La resiliencia de los seres vivos (plantas y animales) al estrés climático procede de la fortaleza de su material genético. Proteger los recursos genéticos de las distintas razas, incluidos sus parientes silvestres, es esencial para reforzar la resiliencia frente a los trastornos. Es esencial crear nuevas variedades y razas que se adapten a ecosistemas específicos y a las necesidades de los agricultores (FAO, 2010). El proceso se basa en las variaciones genéticas naturales del ADN de las plantas, lo que facilita la producción de los cultivos que están mejor adaptados a su entorno y que satisfagan las preferencias de los consumidores, especialmente en los mercados de alimentos. Gracias a años de investigación, obtener nuevas variedades de cultivos y razas de animales ha evolucionado más allá de seleccionar una planta madre basándonos en su apariencia. Ahora contamos con un conocimiento detallado de la genética de una planta, lo que permite a los agrónomos seleccionar de forma óptima las plantas que proporcionarán el mejor conjunto de rasgos  [2].

4. Agricultura vertical:

La agricultura vertical, un campo en rápida expansión, consiste en cultivar plantas en interiores, en estructuras verticales superpuestas con luz artificial y sobre el suelo. , with artificial light and above ground. Según han ido aumentando los problemas globales en la cadena de suministro, la preocupación sobre la seguridad alimentaria mundial ha impulsado a la agricultura vertical a un primer plano (GGGI, 2021). 

Equipadas con luz artificial, las granjas verticales de interiores se están haciendo cada vez más populares en todo el mundo. Su atractivo radica en la capacidad de producir una cantidad de alimentos de calidad durante todo el año, asegurar la seguridad alimentaria y utilizar el agua y los nutrientes minerales de manera más sostenible (Paucek et al., 2023)

5. Agricultura urbana y periurbana:

La agricultura urbana y periurbana (AUP) hace referencia a las actividades y procesos agrícolas asociados (como la transformación, la distribución, la comercialización y el reciclaje, entre otros) que facilitan la producción de alimentos y otros productos en terrenos y espacios diversos situados en las zonas urbanas y sus alrededores [3]

Por ejemplo, la expansión demográfica en el contexto de un país como Marruecos ha provocado un crecimiento urbano en detrimento de las zonas rurales y agrícolas. Marruecos pierde anualmente unas 22.000 hectáreas de tierra cultivable, sobre todo tierras con un gran potencial agrícola, debido a la urbanización, la sobreexplotación del suelo y las técnicas de labranza inadecuadas. Con una población urbana en aumento, la agricultura periurbana puede ser crucial para garantizar la seguridad alimentaria de los hogares. También puede ayudar a preservar la biodiversidad en torno a las zonas urbanas y a combatir la erosión del suelo manteniendo una cubierta vegetal permanente. También puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (aunque esto dependerá de los métodos de cultivo llevados a cabo). (NAKHILI, 2022)

6. Combinar ganado y cultivos: 

La diversificación de los cultivos puede potencialmente incrementar la eficiencia de los sistemas agrícolas y ayudarles a hacer frente al cambio climático. Permite una gestión de riesgos más eficiente y mejora la capacidad económica de las explotaciones locales e individuales. La rotación de cultivos diferentes, incluyendo especies que cuenten con requisitos térmicos o de temperatura diferentes, que utilicen el agua de forma eficiente, que sean más resistentes a las plagas y con una menor variabilidad de sus rendimientos son maneras efectivas de minimizar los riesgos y de incrementar la eficiencia. Además, los sistemas que integran ganado y cultivos mejoran la eficiencia de estos métodos de producción y son respetuosos con el medioambiente. El residuo de un producto lo utiliza otro (por ejemplo, el estiércol es utilizado como abono para aumentar el rendimiento de los cultivos mientras que los restos de los cultivos o subproductos de las cosechas se utilizan como alimento para los animales). Los animales también ocupan una posición importante en el sistema:pueden proporcionar energía para las operaciones agrícolas o el transporte. Pueden considerarse un capital que puede transformarse en dinero en efectivo en momentos de necesidad (FAO, 2010).

Las pequeñas explotaciones son esenciales para la producción de productos de origen animal (como la leche y la carne) y alimentos básicos (como cereales, legumbres, hortalizas, etc.). Por lo tanto, es vital impulsar la resiliencia de estas pequeñas estructuras que ofrecen una variedad de actividades. Combinar la agricultura y el ganado es un elemento clave de los sistemas agrícolas sostenibles porque promueven la rotación de cultivos y restringen el uso de pesticidas. Este tipo de agricultura suele ser más robusta que las explotaciones especializadas frente a las incertidumbres económicas y climáticas (Sraïri, 2017).

Referencias: 

Institut National de Recherche Agricole (INRA). (2018). Actes de séminaires. Agriculture résiliente dans un contexte de changement climatique. https://www.inra.org.ma/sites/default/files/agricresiliente2_0.pdf.

The Global Green Growth Institute (2021).  Manuel de bonnes pratiques en matière d’agriculture climato-intelligente et d’irrigation solaire. https://gggi.org/wp-content/uploads/2021/08/Climate-Smart-Agricultue-Report-FR_21.07.30.pdf.

Dauphiné, A., & Provitolo, D. (2007). La résilience : Un concept pour la gestion des risques: Annales de géographien° 654(2), 115‑125. https://doi.org/10.3917/ag.654.0115

Organisation des Nations Unies pour l’alimentation et l’agriculture (FAO). (2010). Pour une agriculture intelligente face au climat. https://www.fao.org/3/i1881f/i1881f.pdf

Maher, H., Moussadek, R., Zouahri, A., Douaik, A., Dakak, H., El Moudane, M., & Ghanimi, A. (2020). Effect of no tillage on the physico-chemical properties of soils of the El Koudia region, Rabat (Morocco). E3S Web of Conferences150, 03010. https://doi.org/10.1051/e3sconf/202015003010

Paucek, I., Durante, E., Pennisi, G., Quaini, S., Gianquinto, G., & Orsini, F. (2023). A methodological tool for sustainability and feasibility assessment of indoor vertical farming with artificial lighting in Africa. Scientific Reports13(1), 2109. https://doi.org/10.1038/s41598-023-29027-8

Sraïri, M. T. (2017). New challenges for the Moroccan agricultural sector to cope with local and global changes. ENVIRONMENTAL, SOCIAL AND ECONOMIC ISSUES OF THE 21ST CENTURY, 165.

Nakhili, B. (2021). Analyse multifonctionnelle de l’agriculture 

péri-urbaine dans la métropole de CASABLANCA. INSTITUT AGRONOMIQUE ET VETERINAIRE HASSAN II.

 [1] https://www.fao.org/conservation-agriculture/in-practice/soil-organic-cover/en/

[2] https://www.bayer.com/fr/agriculture/avantages-de-la-selection-varietale

[3] https://www.fao.org/urban-peri-urban-agriculture/fr

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