La poda es una de las técnicas de cultivo más importantes para el cultivo de la vid. Las podas de la vid se dividen en dos categorías principales: podas de formación y podas de fructificación.

Las podas de formación incluyen todas las podas necesarias para dar un sistema de formación las vides y que explicamos en nuestro artículo sobre los sistemas de conducción de la vid. Las podas de fructificación se dividen aún más en:

Poda de invierno y poda de verano

Los agricultores llevan a cabo la poda de invierno para ayudar a la planta a desarrollar el equilibrio óptimo de fructificación y brotación de la próxima temporada.

Durante el periodo de latencia, una vez ya se han caído las hojas y antes de que aparezcan las yemas, los productores eliminan una gran cantidad de madera, dejando la vid sólo con un pequeño número de yemas. Este número dependerá de la variedad y de las condiciones ambientales y del suelo. Por lo general, en algunas variedades como la Cinsault, los agricultores prefieren realizar una poda severa, conservando 2 o 3 yemas. En cambio, para variedades como las famosas Cabernet Sauvignon y Merlot, prefieren dejar alrededor de 10.

Por norma general, si realizamos una poda extremadamente severa, las pocas las pocas yemas que queden producirán pocos sarmientos, pero con una gran tasa de crecimiento. Por otro lado, si no podamos lo suficiente nuestras vides, el gran número de yemas restantes dará un gran número de sarmientos fructíferos. Esto, aunque podría parecer ideal, pero no lo es. Si la planta produce demasiada fruta, su calidad no será buena.

Es importante ser conscientes de que la cantidad de frutos producidos por cepa está negativamente relacionada con las características finales de calidad de la uva. El momento de la poda es muy importante ya que, si podamos las vides demasiado pronto, aumentamos el peligro de sufrir enfermedades y daños por heladas. Por otro lado, si podamos demasiado tarde, con toda probabilidad se dará un retraso en la brotación de la planta.

La poda de la vid no es un procedimiento fácil y requiere años de experiencia. Se realiza utilizando tijeras de poda especiales y haciendo cortes en un ángulo de 45 grados opuesto al último brote (consulte a un agrónomo autorizado de su zona). Debemos tener cuidado de no provocar grandes lesiones en la madera. En caso de hacerlo, debemos asegurarnos de aplicar sustancias desinfectantes, ya que existe un gran riesgo de contagio de infecciones patógenas.

La segunda categoría de poda incluye todas las podas de verano. En esta etapa, los agricultores tienen la oportunidad de corregir cualquier omisión o error de las podas inactivas. Al mismo tiempo, eliminan algunos de los racimos de flores y el follaje. Las podas de verano se dividen en:

Eliminar los chupones

El desbrote es eliminar los brotes jóvenes justo después de su brotación. Los brotes eliminados son aquellos que se han desarrollado en algún lugar no deseado o a partir de yemas dormidas. La razón por la que eliminamos los brotes en una etapa temprana de desarrollo es para evitar hacerle daño a la planta más tarde (quitándolos cuando ya sean gruesos y fuertes).

No obstante, y dependiendo de las características de las plantas, es importante saber cuántos de estos brotes vamos a eliminar. Por ejemplo, los productores eliminan un número pequeño o medio de brotes en plantas muy vigorosas. Cuantos más eliminemos más pámpanos primarios desarrollará la planta. Esto provocará que la vid tenga demasiadas hojas lo que provocará solapamiento y necrosis precoz del tallo del racimo. Los chupones se eliminan  manualmente porque una máquina no sabrá decidir qué brotes deberá eliminar y cuales no.

Podar las flores marchitas

Con podar flores marchitas, nos referimos a la poda de una parte de los bordes de la caña. Esta técnica es bastante importante y tiene diferentes efectos en la planta si se realiza durante diferentes etapas de desarrollo. En todos los casos, nuestro objetivo es obligar a la planta a detener periódicamente el desarrollo de sus venas y transferir más nutrientes a las partes reproductivas. Más específicamente, mediante la poda de flores marchitas unos días antes de la floración, llevamos a la planta a transferir sus nutrientes a los racimos de floración. Las variedades con mayores niveles de posibilidades de caída de flores pueden beneficiarse significativamente. Sin embargo, el tiempo es muy importante. Si realizamos el corte de flores marchitas en una etapa muy temprana, la planta comenzará a cultivar sus brotes primarios intensamente. Esto, por supuesto, no es una condición deseable, ya que provocará una mayor competencia.

Si realizamos la poda de flores marchitas durante las primeras etapas de la maduración de la fruta, cuando las uvas tienen un tamaño similar a una lenteja, la planta transferirá más nutrientes a las uvas, aumentando sus características de calidad. Además, al cortar las enredaderas durante esta etapa, eliminamos una cantidad significativa de vegetación, causando una reducción del peso de la planta y facilitando las aplicaciones, tanto de forma manual como mecánica. La poda se realiza de forma manual o mecánica con tractores de poda.

Deshojado

Los productores suelen deshojar las plantas manualmente por dos razones fundamentales. La primera es mejorar la aireación del cultivo. La segunda es facilitar la fumigación del cultivo contra diversas plagas y enfermedades. Al deshojar, ayudamos a que algunas sustancias entren en contacto directo con las uvas. En las variedades rojas, los productores también deshojan para que las uvas tengan acceso a la luz solar directa y adquieran un color rojo intenso. Por lo general, podemos deshojar en varias etapas del proceso vegetativo, pero la más común es aproximadamente un mes y medio antes de la vendimia (consulte a un agrónomo autorizado de su zona).

Aclareo de los racimos

El aclareo del racimo se es más frecuente en las variedades de vinificación. Esta técnica consiste en eliminar algunos de los racimos de fructificación inmaduros cuando la producción es demasiado grande y la planta no puede permitírselo, lo provocará que la calidad de la uva disminuya. En la mayoría de los viñedos europeos que producen vinos de primera calidad, los agricultores suelen elegir calidad sobre cantidad. Tenemos casos en que los agricultores eliminan la mayoría de los racimos fructíferos de la vid, dejando solo un pequeño número en la planta. Afirman que esta técnica es lo que permite que sus vinos se comercialicen a precios tan altos.

Aclareo de Bayas

El aclareo de uvas consiste en eliminar bayas individuales de los racimos cuando éstos son demasiado grandes y las bayas se deforman y encogen para encajar. En las variedades de uvas de mesa, los agricultores eliminan algunas bayas con el fin de crear espacio para que las que queden crezcan correcta y uniformemente. Además, el raleo previene las infecciones fúngicas debido a una aireación inadecuada entre las bayas.

Sin embargo, todas estas son solo algunas instrucciones generales que no deben seguirse sin hacer su propia investigación. Cada planta es diferente y necesita una combinación única de poda latente y de verano. Puede buscar asesoría con su agrónomo local certificado.

 

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