Poda de Naranjos

Cómo Podar Naranjos

En general, si eliminamos parte de la corona de árboles cítricos adultos sanos, esto resultará directamente en una reducción proporcional de su producción. Incluso en los árboles jóvenes, que no se han fructificado, la poda pesada generalmente retrasa su entrada en fructificación. En consecuencia, la poda ligera (recorte) solo debe limitarse a realizar pequeñas intervenciones en la forma de los árboles. Nuestro objetivo es facilitar la aireación y la penetración de la luz solar en la parte interior del árbol, así como facilitar diversas operaciones de cultivo.

Los árboles jóvenes reciben su primera poda cuando se exportan del semillero para ser trasplantados en el campo. Esta poda tiene como objetivo eliminar parte del sistema de raíces de las plántulas y parte de la corona, a fin de lograr cierto equilibrio entre la vegetación y el sistema de raíces. Los árboles que sufren daños por heladas, temperaturas muy altas o roedores necesitan una poda especial. Si el daño es leve y solo tiene follaje infectado y brotes jóvenes, no necesitamos podar. Pero cuando una helada severa ha afectado a ramas más grandes, es necesaria una poda cuidadosa.

En general, se pueden lograr mejores resultados si la poda se realiza a principios de la primavera, cuando no hay riesgo de heladas. La renovación de la vegetación se logra más a través de la poda de primavera y menos a través de la poda de otoño. La poda de otoño generalmente fomenta el desarrollo de una ola tardía de crecimiento, que es muy sensible a las heladas de invierno. Tenga en cuenta que la cizalla de poda debe esterilizarse a través de una solución de alcohol, ya que puede transmitir varias enfermedades fúngicas o bacterianas a los naranjos.