¿Cuáles son las plagas y enfermedades más importantes del maíz?

El maíz es un cultivo de alta producción, pero para que alcance su máximo potencial, el agricultor debe proteger la salud de las plantas durante todo el ciclo de cultivo. Salvo en el caso de las malezas, que aparecen pronto en la vida de la planta, existen plagas y patógenos diversos que pueden comprometer el crecimiento y la producción de maíz en diferentes etapas durante su ciclo de vida.

El agricultor debe conocerlos y adoptar medidas preventivas o acciones represivas para evitar o limitar cualquier daño. Es muy recomendable que el agricultor realice las siguientes acciones:

  • Visitar el campo con frecuencia, observar las plantas con atención y tomar muestras y medidas para identificar al «enemigo» y saber el nivel de propagación.
  • Tener en cuenta los factores propicios para la propagación de las plagas del maíz y el umbral económico del cultivo para saber si, cuándo y cómo intervenir.
  • Actuar antes de que la enfermedad o la plaga haya infectado toda la plantación puede reducir la cantidad de productivos químicos utilizados y aumentar la eficacia de las medidas de protección de los cultivos.

Plagas más comunes e importantes del maíz

Algunas plagas tienen preferencia por etapas específicas del ciclo de crecimiento de las plantas de maíz o son más abundantes durante determinadas etapas, mientras que otras plantean una amenaza para la salud del maíz durante todo el ciclo de cultivo.

Gusano cogollero o gusano de la mazorca

El gusano cogollero o gusano de la mazorca (Helicoverpa armigera o Helicoverpa zea) es un enemigo importante y habitual para el maíz y puede ocasionar daños graves al maíz dulce. La larva puede dañar (debido a su alimentación) las hojas, las espigas y especialmente las barbas y mazorcas, que son las partes de las que el insecto prefiere alimentarse. Dichos daños pueden reducir la polinización y la cantidad de granos formados, mientras que los daños en la mazorca pueden propiciar una infección posterior a raíz de las micotoxinas. El insecto inverna en el suelo como crisálida. Otras plantas huésped son el algodón, el tomate y algunas leguminosas.

Las medidas de control deben adoptarse durante la incubación de los huevos y con los gusanos jóvenes (de un tamaño máximo de 5 cm), pero es necesario realizar un seguimiento de la larva eclosionada más adelante en la temporada. A excepción de los pesticidas químicos, un agricultor puede usar trampas de feromonas, Bacillus thuringiensis, Entrusts SC o nucleopolyhedrovirus (NPV) y, por supuesto, beneficiarse de los enemigos naturales de los insectos (1).

Barrenador del tallo del maíz

El barrenador del tallo del maíz (Busseola fusca, Chilo partellus, Chilo orichalcociliellus o Sesamia calamistis) sigue siendo una de las plagas más importantes que infectan el maíz. Puede provocar daños graves (una pérdida de producción de hasta un 50-75 %) en las plantaciones de maíz en los países en desarrollo (afecta a 30 millones de hectáreas (2)), pero también en Europa. El mijo, el sorgo y la caña de azúcar son otras plantas huésped del insecto. Los gusanos (larvas) tienen un color entre amarillo y marrón y una cabeza marrón y se alimentan de plantas jóvenes y pudren el cogollo y dañan las hojas. A medida que la larva madura, entra en los tallos. Debilitan y agujerean los tallos y atrofian las plantas (debido a la alteración del flujo de nutrientes y agua de la planta) (3).

El agricultor debe comenzar a supervisar las plantas 3 semanas después de la siembra (2 veces a la semana) hasta la etapa de floración. Es necesario tomar las medidas de control adecuadas antes de que la larva entre en los tallos. Para realizar un control directo, el agricultor puede utilizar soluciones químicas (4) y realizar un control biológico como enemigos naturales, parásitos, B. thurigiensis y plaguicidas biológicos (3). Existen muchas variedades resistentes disponibles: TELA hybrids (5), KDH4SBR, KDH5, KEMBU 214, EMB 0702, KATEH 2007-3 y MTPEH 0703 (6).

Gusanos cortadores (gusanos cortadores negros y gusanos cortadores abigarrados) 

Los gusanos cortadores (Agrotis ipsilon, Peridroma saucia) son los peores enemigos de las plántulas de maíz. La oruga pasa el invierno en el suelo y empieza a actuar en primavera. Las larvas se alimentan de los tallos y las hojas y pueden cortar las plantas jóvenes por la base. Otras plantas huésped de gusanos cortadores son el guisante, la alfalfa y muchas hortalizas (como la patata, el tomate, las crucíferas, la lechuga, etc.).

En el mercado existen semillas con el tratamiento apropiado (desinfectadoras de semillas) para controlar la plaga. Esparcir cebo por el suelo es otra solución de control eficaz. Habida cuenta de que el insecto puede migrar al cultivo de maíz desde entornos vecinos con pastos y malezas o desde los residuos de los cultivos anteriores (huéspedes) que permanecen en el campo, el agricultor debe tomar medidas para minimizar estos riesgos. Los gusanos cortadores tienen muchos enemigos naturales (predadores, parasitoides y enfermedades) que son aliados de los agricultores y pueden facilitar la reducción de la población de insectos. Por ese motivo, es aconsejable no rociar de forma intensa con compuestos químicos que puedan dañar a estos enemigos naturales.

Áfidos/pulgones del maíz y trips del maíz

Ambos insectos pueden disminuir la productividad de las plantas de maíz y causar daños graves, especialmente en plantas con estrés hídrico y en condiciones ambientales favorables. En infecciones graves, las plantas se vuelven cloróticas (manchas amarillentas en las hojas). La población suele ser mayor al final de la primavera y al comienzo del verano. Normalmente, no se puede controlar ningún enemigo de forma activa, ya que fumigar no resulta rentable. Sin embargo, los áfidos tienen muchos enemigos naturales que pueden ayudar a «mantenerlos bajo control» (por ejemplo, las larvas de mariquita, los parasitoides de avispas, etc.) (1). En las zonas en las que los áfidos son un problema común, los agricultores pueden optar por plantar híbridos de maíz resistentes (pueden servir las variedades resistentes a Ostrinia). La población debe permanecer bajo control, especialmente en áreas donde se ha detectado el virus que causa la enfermedad de la necrosis letal del maíz (véase más información a continuación).

Gusanos blancos, tijeretas negras de campo y langostas migratorias

Cada uno de ellos pueden ocasionar problemas y pérdidas graves en el maíz (durante las fases de crecimiento de la planta). Losproblemas más importantes se han identificado en África y China. A diferencia de lo que sucede con otros cultivos de cereales, en el mercado hay pocos insecticidas certificados para el maíz.

Enfermedades más comunes e importantes del maíz

El monocultivo, la labranza mínima, la siembra directa, el uso excesivo de protectores químicos y el cambio climático han contribuido al aumento de la gravedad de la infección de muchas enfermedades del maíz, planteando un gran riesgo para la producción final del cultivo. Los agricultores deben visitar sus campos con frecuencia y ser capaces de reconocer las enfermedades más importantes del maíz ya desde una etapa temprana para tomar medidas. Normalmente, los mejores resultados se consiguen con un enfoque integrado de las mejores prácticas de gestión. Entre ellas se incluyen la fumigación foliar, el tratamiento de las semillas, la gestión de los residuos de cultivo, la rotación de cultivos y un suministro equilibrado de nutrientes y agua para las plantas. Los hongos fitopatógenos, las bacterias y los virus pueden ser los causantes de las enfermedades.

Enfermedades fúngicas más importantes del maíz

Mancha foliar gris

La mancha foliar gris (patógeno: Cercospora zeae-maydis) se considera la principal amenaza para los cultivos de maíz en la mayor parte del mundo, causando incluso hasta un 100 % de pérdidas de producción de granos. El hongo sobrevive en los residuos de los cultivos, por lo que el problema se agrava cuando los agricultores plantan maíz en el mismo campo cada año y aplican técnicas de siembra directa. La infección empieza desde las hojas inferiores en forma de lesiones y se propaga gradualmente hacia arriba. En las primeras fases, las lesiones presentan un tamaño pequeño, envueltas por halos amarillos que se expanden, creando manchas grises más grandes, oblongas (hasta 5 cm de largo y 0,3 cm de ancho) paralelas en los nervios de las hojas. El clima cálido, húmedo y nublado con muchas lluvias favorece la propagación de la infección. Poco a poco las hojas infectadas se secan y mueren (se vuelven necróticas).

Para evitar pérdidas de producción, un agricultor puede seleccionar cultivar un resistente híbrido a la mancha foliar gris. Es muy recomendable en áreas con antecedentes conocidos de infección por el hongo. En combinación con la rotación de cultivos, esta medida podría ser muy útil para el control de enfermedades cuando el agricultor quiere aplicar la siembra directa. Como alternativa, en el mercado existen algunos fungicidas apropiados. Aún así, la fumigación debe realizarse lo antes posible, especialmente cuando se esperan condiciones favorables para el crecimiento del patógeno y el híbrido cultivado es susceptible a él.

Tizón foliar del maíz del norte y del sur

El Exserohilum turcicum (Helminthosporium turcicum) es responsable del tizón foliar norteño del maíz y el Bipolaris maydis (Helminthosporium maydis) del tizón foliar sureño. Son enfermedades distintas causadas por hongos diferentes. Los síntomas de estos patógenos (lesiones alargadas de color verde grisáceo a marrón que aparecen en las hojas) son los mismos, así como las grandes pérdidas de producción que causan en los campos de maíz hoy en día. En el caso del tizón foliar norteño la lesión no solo se limita a los nervios, sino que se expande gradualmente por toda la hoja. El clima húmedo, lluvioso, con viento y cálido favorece el crecimiento y la propagación de la enfermedad en el maizal.

Los síntomas de esta enfermedad podrían ser similares a la mancha foliar gris, especialmente en las primeras etapas de la infección. Puede que sea necesario realizar un diagnóstico especializado para reconocer el patógeno responsable. A excepción de los fungicidas, los métodos muy efectivos para controlar estas enfermedades son la gestión de residuos (arar y quemar), la rotación de cultivos con especies no huésped y el uso de híbridos resistentes.

La roya común (Puccinia sorghi) y el mildiú velloso, son dos de las enfermedades más extendidas en los maizales de todo el mundo y, si no se controlan a tiempo de manera eficaz, pueden provocar grandes pérdidas en la producción (especialmente en Asia y África). Se propagan con bastante facilidad dentro del cultivo y se pueden transmitir con facilidad desde y hacia los maizales colindantes, llegando a alcanzar la gravedad de una epidemia.

Mildiú velloso

La enfermedad puede sobrevivir en los residuos de cultivos, así como en otras especies de cultivos y malezas que crecen dentro o cerca del maizal. Se transmite por el aire y por las semillas. Las plántulas de los cultivos pueden infectarse a principios de la temporada y se agravará el con clima cálido y húmedo. Dependiendo de la región, la variedad del maíz y los patógenos que causen la enfermedad, los síntomas son menor crecimiento de la planta, clorosis en ambos lados de las hojas generalmente cubiertas por un polvo blanco (crecimiento de hongos), malformación de las espigas y menor producción (o ninguna) de granos (7).

La medida más importante y efectiva seleccionar un híbrido de maíz resistente. Además, el agricultor puede rotar cultivos, utilizar fungicidas sistémicos y semillas que hayan sido tratadas, fumigar y sembrar antes (4,8).

Roya común

Uno de los síntomas característicos de la enfermedad se identifica a simple vista. Los síntomas suelen ser más numerosos en la parte superior del dosel, que se infecta más fácilmente por las esporas de los hongos que transmite el viento. Si la infección es grave las hojas (y otras partes de la planta) se cubren de pústulas de color marrón anaranjado con una capa superficial polvorienta por ambos lados.

Debido a la alta susceptibilidad de estas plantas a la roya común, en los campos donde se cultiven variedades de maíz para palomitas o maíz dulce se recomienda realizar 2-3 fumigaciones foliares con un fungicida adecuado. Esta medida debe aplicarse en una etapa muy temprana para que sea más efectiva. También hay a la venta variedades resistentes o semirresistentes (tolerantes).

Carbón de la espiga

Esta enfermedad la causa el hongo Sphacelotheca o Sporisorium reiliana y tiene un gran impacto económico para los productores de maíz. Este «enemigo silencioso» infecta las plántulas de maíz jóvenes durante y después de haber brotado de la tierra, se propaga y crece sistémicamente dentro de la planta sin mostrar ningún síntoma en las fases tempranas. Los síntomas aparecen en la etapa de floración del maíz (etapa de espigas y seda). Las partes reproductivas de las plantas del maíz infectadas cuentan con espigas malformadas con agallas similares a los tumores, bolas de carbón o apariencia frondosa (9).

Adoptar medidas preventivas es la forma más eficaz de evitar cualquier pérdida de producción a causa de este patógeno. La medida más eficaz es utilizar variedades de maíz resistentes al carbón de la espiga (por ejemplo, el híbrido B840). El hongo puede sobrevivir en el suelo durante muchos años por lo que cuando el terreno cuente con antecedentes de infección conocidos puede ser necesario utilizar semillas tratadas con fungicidas. La siembra temprana y la fertilización equilibrada (el fósforo tiene un efecto positivo, mientras que el nitrógeno puede aumentar el problema con la enfermedad) también son importantes.

Putrefacción/podredumbre de la raíz (Pythium y Rhizoctonia)

Ambos hongos infectan el sistema radicular de las plantas de maíz en cualquier etapa de desarrollo, lo que provoca la pudrición. Las plantas infectadas pueden tener un crecimiento limitado (plantas enanas), ser poco robustas, desarrollar clorosis, tener raíces descoloridas y encamarse o morirse. Una alta concentración de agua en el suelo (campos con un mal drenaje) y las bajas temperaturas en general son factores propicios para los patógenos.

La rotación de cultivos con especies de leguminosas resistentes a la enfermedad y el uso de variedades resistentes pueden ofrecer buenos resultados. En campos con un problema conocido, el agricultor puede utilizar semillas tratadas con fungicidas apropiados y/o desinfectadas y tomar medidas para mejorar el drenaje del suelo del campo.

Enfermedades víricas más importantes del maíz

Necrosis letal del maíz

Haciendo honor a su nombre, la enfermedad es una de las enfermedades emergentes más catastróficas a la que un productor de maíz se puede enfrentar. Es una enfermedad vírica sinérgica causada por 2 virus: el virus del moteado clorótico del maíz (MCMV) y uno de los varios virus de la familia Potyviridae (11). Se da en todas las etapas de crecimiento de las plantas y puede causar que el crecimiento sea limitado, clorosis de las hojas (desde la base de la hoja) que pudre el cogollo en las plantas más jóvenes, mazorcas malformadas, poco formadas o no formadas, inflorescencias masculinas pobres o incluso la muerte de las plantas. Los virus pueden ser transmitidos por las semillas de plantas infectadas y vectores como los trips del maíz, los áfidos y las diabróticas.

Las enfermedades víricas no tienen tratamiento por lo que el agricultor debe tomar precauciones para evitar las infecciones. Utilice exclusivamente semillas certificadas, especialmente si el virus ya se ha registrado en la zona o si las semillas provienen de dicha región. Además, existen algunos híbridos resistentes disponibles. La rotación de cultivos con especies no «huésped» en combinación con medidas eficaces para controlas las malas hierbas huésped y los insectos vectores puede ser eficaz. Si el agricultor observa algún síntoma sospechoso, debe eliminar y quemar las plantas de maíz infectadas.

Rotación de cultivos para reducir la aparición de «enemigos» del maíz

El monocultivo de maíz en una región grande o de un año a otro puede favorecer la aparición de enfermedades y plagas del maíz. El agricultor necesita actuar para reducir este riesgo. La rotación de cultivos es una herramienta esencial. Es necesario diseñar minuciosamente el plan de rotación, es decir, qué cultivos irán después del maíz en el campo y cuántas temporadas de crecimiento durarán. El objetivo es elegir cultivos que no sean huéspedes de plagas y enfermedades del maíz por lo que debemos evitar algunos cultivos específicos de cereales (como el sorgo) después del maíz, especialmente si en nuestro campo tenemos un historial de la enfermedad de necrosis letal del maíz. Sin embargo, el trigo, la cebada y la avena se utilizan frecuentemente y forma satisfactoria en la rotación de cultivos de maíz. Es preferible escoger que plantemos judías (soja), caupí y guisantes (plantas de la familia Leguminosae).
En los sistemas de rotación de cultivos que duren muchos años, el agricultor también puede plantar patatas o cebollas. Para seleccionar el mejor sistema de rotación, puede pedir consejo a un agrónomo local autorizado.

Referencias

  1. https://www.daf.qld.gov.au/business-priorities/agriculture/plants/crops-pastures/broadacre-field-crops/insect-pest-management-specific-crops/insect-pest-management-maize
  2. https://www.cambridge.org/core/journals/international-journal-of-tropical-insect-science/article/abs/div-classtitlenatural-enemies-of-cereal-stemborers-in-east-africa-a-reviewdiv/5BB99F08B04EA3D3C6740E911CFC11CE
  3. https://agritech.tnau.ac.in/crop_protection/crop_prot_crop_insectpest%20_cereals_maize.html
  4. https://www.jica.go.jp/nepal/english/office/others/c8h0vm0000bjww96-att/tm_1.pdf
  5. https://www.cimmyt.org/news/new-maize-hybrid-shows-resistance-to-stem-borers-in-south-africa/
  6. https://www.plantwise.org/KnowledgeBank/pmdg/20137804329#
  7. https://repository.cimmyt.org/bitstream/handle/10883/3707/13180.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  8. https://iimr.icar.gov.in/idm-for-important-diseases-of-maize/
  9. https://www.nepjol.info/index.php/JMRD/article/view/14242
  10. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30059641/

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