Navegar por el paisaje de la autenticidad alimentaria en la agricultura

Navegar por el paisaje de la autenticidad alimentaria en la agricultura
Ciencia de los Alimentos

David Psomiadis

Experto en autenticidad alimentaria

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El fraude alimentario es una amenaza silenciosa que puede llegar a comprometer la esencia del suministro de alimentos. Es un problema que afecta a todo el ecosistema agrícola, influye en las decisiones, configura los valores y repercute en la reputación de las marcas. A medida que exploramos la compleja red de cadenas de suministro mundiales, queda claro que salvaguardar la autenticidad alimentaria es ahora más importante que nunca.

Aquí es donde resulta crucial comprender el fraude alimentario en la agricultura.

Imagínese a un agricultor que trabaja duramente de sol a sol, cultivando sus cultivos con esmero. Desafortunadamente, los frutos de su labor pueden ser objeto de fraude alimentario, un acto deliberado para tergiversar las características de un producto alimenticio como el origen geográfico del que procede o su naturaleza. El fraude alimentario es una amenaza para la industria agroalimentaria ya que puede influir en las decisiones, configurar los valores y afectar a la reputación de las marcas.

La CWA 17369:2019, Authenticity and fraud in the feed and food chain – Concepts, terms, and definitions (Autenticidad y fraude en la cadena alimentaria humana y animal – Conceptos, términos y definiciones), actualmente en la etapa final para convertirse en norma del Comité Europeo de Normalización (CEN), es esencial para comprender el fraude alimentario que se centra en las características y las declaraciones de los productos. La CWA 17369:2019 es una norma europea (en inglés) que define los términos y conceptos relacionados con el fraude alimentario en un sistema jerárquico y que facilita la comprensión de las relaciones entre ellos. Esta norma se coordinó como parte de los proyectos Authent-Net y FoodIntegrity, financiados por la UE. Se trata de una medida inicial fundamental hacia la normalización mundial de estos términos. Su sistema identifica el fraude alimentario como una propiedad consecuente, lo que pone de relieve la importancia de abordar la autenticidad y la autenticación. Para poder proteger el valor de los productos agrícolas es importante identificar qué productos son los más propensos a sufrir fraude. Una vez identificados los riesgos, unos métodos analíticos seleccionados con cuidado pueden responder a preguntas clave sobre la autenticidad. La decisión sobre la forma de seleccionar los métodos de prueba adecuados se basa en si el método de prueba es adecuado para el contexto requerido, si está oficialmente acreditado y reconocido a nivel mundial, y si su límite de detección es suficiente para identificar una posible adulteración. Un programa sólido de pruebas de autenticidad se basa en responder a estas preguntas. La precisión es clave a la hora de implantar en la alimentación y la agricultura un programa de pruebas de este tipo. Es fundamental definir cuándo, dónde, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo deben realizarse las pruebas analíticas. Además, los agricultores y aquellos que forman parte del sector agrícola deben tener en cuenta las consecuencias de las pruebas. Esto incluye determinar qué medidas se deben tomar en caso de detectar una adulteración y si los resultados analíticos pueden aportar información sobre el incidente.

La eficacia de un programa de pruebas de autenticidad depende de su capacidad para utilizar una serie de métodos analíticos avanzados. La acreditación garantiza la armonización, la credibilidad y el reconocimiento internacional de los resultados. Debido a la complejidad de las cadenas de suministro de alimentos, los métodos para realizar las pruebas deben ir más allá de obtener resultados cualitativos o cuantitativos básicos. Los nuevos métodos de huella digital o cribado, similares a los utilizados en las investigaciones forenses, pueden aportar pruebas concluyentes para apoyar o rechazar una hipótesis, por ejemplo, para verificar el origen geográfico de los productos agrícolas.

Navegar por el paisaje de la autenticidad alimentaria en la agricultura

La evolución de la certificación alimentaria en la agricultura

En los últimos años, las normas de certificación en la agricultura han evolucionado para combatir el fraude. Ahora, siguiendo las directrices de la Global Food Safety Initiative (GFSI), las nuevas versiones de las normas incluyen requisitos exhaustivos para evaluar los riesgos de sufrir  fraude alimentario. Las empresas están obligadas a entregar planes para paliar los riesgos e incorporar las medidas para evitar el fraude alimentario en sus suministros. Las pruebas analíticas son un aspecto fundamental para llevar a cabo este enfoque, ya que, al eliminar las superposiciones, se reducen las posibilidades de sufrir incidentes de fraude alimentario. Inicialmente, las pruebas de autenticidad de los alimentos abordaban cuestiones básicas utilizando la tecnología disponible. Sin embargo, el panorama se ha ido transformando desde entonces y la industria puede acceder a una plétora de técnicas, incluidos análisis específicos y no específicos de productos agrícolas, para abordar los problemas que puedan surgir.

Esto es particularmente importante debido al cambio del paisaje regulatorio en la agricultura, el cual está sufriendo cambios significativos debido a la creciente preocupación de los consumidores por el fraude alimentario. El Comité Europeo de Normalización (CEN) ha creado un comité técnico (TC 460 – Food Authenticity) dedicado a normalizar los métodos analíticos para verificar la autenticidad de los alimentos y evaluar los datos.

Los grupos de trabajo del CEN/TC 460 están desarrollando métodos de isótopos estables, moleculares y de RMN. Los métodos armonizados normalizados por el CEN/TC 460 pueden ayudar a la industria agrícola y al control alimentario a evitar resultados contradictorios de métodos diferentes. El objetivo es crear normas para la autenticidad alimentaria reconocidas en todos los estados miembros del CEN.

Los métodos de pruebas analíticas desempeñan un papel fundamental a la hora de reforzar la adhesión de la industria alimentaria a un marco normativo en constante evolución, especialmente en lo que respecta al abastecimiento responsable, la sostenibilidad, los criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) y las cadenas de suministro sin trabajos forzados. Estos métodos proporcionan información muy importante sobre la composición, el origen, la naturalidad y las características de los productos agrícolas, lo que permite a las partes interesadas garantizar el cumplimiento estricto de normas y reglamentos. En el ámbito del abastecimiento responsable, las pruebas analíticas permiten verificar la procedencia y las prácticas con las que se han producido los ingredientes. Esta transparencia es esencial para abordar las preocupaciones relacionadas con el abastecimiento ético, las prácticas laborales justas y la sostenibilidad medioambiental. Al emplear técnicas de ensayo avanzadas, las empresas pueden verificar la integridad de sus cadenas de suministro y fomentar así tanto la confianza de los consumidores como la de aquellos con los que se relacionan. Además, al evaluar factores como la huella de carbono, el consumo de agua y la generación de residuos, las empresas pueden identificar las áreas en las que pueden mejorar y tomar medidas para reducir su impacto ambiental. Este enfoque proactivo se alinea con los principios ESG y de sostenibilidad, demostrando un compromiso con la gestión medioambiental y la responsabilidad social.

En general, los métodos de pruebas analíticas son la piedra angular de las cadenas de suministro responsables en materia de abastecimiento, sostenibilidad, criterios ESG y la ausencia de trabajos forzados. Además permiten a la industria alimentaria cumplir unos requisitos normativos en constante evolución y defender los valores éticos y las expectativas de la sociedad.

Salvando las distancias: de la agricultura a la confianza del consumidor

Estudios recientes demuestran que debido al aumento de la desconfianza es cada vez más difícil atraer la atención del consumidor simplemente por las declaraciones saludables de los productos en la alimentación y la agricultura. En este contexto, implantar un programa de verificación de alimentos en la alimentación y la agricultura puede ser una herramienta valiosa para proteger una marca. Esto permitirá a las empresas mantener, reforzar o incluso recuperar la confianza del consumidor en sus productos al proporcionar al consumidor pruebas de autenticidad.

Conclusión: Generar confianza en la agricultura

A medida que la industria agroalimentaria evoluciona, aumenta también la amenaza del fraude alimentario. Los agricultores, los fabricantes, las partes integrantes del sector y los organismos reguladores deben trabajar juntos para salvaguardar el valor de los productos agrícolas. Implantar programas sólidos para realizar pruebas, cumplir las normas internacionales y colaborar a nivel mundial son los pasos esenciales que se deben dar para fortalecer la industria agrícola contra los insidiosos efectos del fraude alimentario. Al adoptar métodos analíticos adaptados al contexto requerido así como a través de la innovación, podemos ganar la confianza de los consumidores en los campos y garantizar la autenticidad de la generosidad que nos proporciona nuestra tierra.

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