Los suplementos de proteínas en la alimentación animal

La harina de sangre es la sangre seca procedente de plantas de transformación animal. La harina de sangre deshidratada por pulverización es superior a la de secado convencional ya que se daña menos por el calor. La harina de sangre es rica en proteínas reales, PNDR (proteína no degradable en rumen) y aminoácido lisina. Suministre menos de medio kilo por vaca al día y no la utilice en dietas con alto contenido en humedad ya que la palatabilidad puede convertirse en un problema.

El grano de la cerveza es un subproducto de la industria cervecera que está disponible seco o húmedo. El grano de cerveza húmedo contiene entre un 70 y un 80% de agua. Un aporte superior al 20% de la MS (materia seca) de la ración o de 18 a 23 kg de alimento húmedo por vaca reduce el consumo y la producción de leche. En términos de MS, los granos de cerveza tienen un alto contenido en proteínas y son una buena fuente de energía.

La harina de semillas de algodón es un subproducto rico en proteínas que procede de la extracción del aceite de las semillas enteras del algodón. Es bastante apetecible, pero puede variar su contenido en PC (proteína cruda). La harina de semillas de algodón y otros productos puede contener una sustancia tóxica denominada gosipol. Limite la cantidad total de productos de semilla de algodón en las dieta del animal a 3,8 kg por vaca y día o menos.

La harina de pescado es un subproducto de la industria pesquera. Incluye espinas, cabeza, recortes y partes de pescado. La calidad puede variar según la fuente de la que proceda y la manipulación. El aceite de pescado reduce la digestión de la fibra en el rumen y debe limitarse a 50 gramos diarios. Restrinja la harina de pescado a entre 0,5 y 1 kg al día.

La harina de linaza es un producto de la industria del lino y constituye un buen suplemento proteínico (39%). Es muy agradable al paladar y puede utilizarse para sustituir la harina de soja.

La malta de cebada son los brotes secos y las raicillas producidas durante el proceso de germinación de la cebada para cerveza. El alimento es similar al grano de cerveza seco, especialmente en PNDR, pero de sabor amargo, lo que reduce la palatabilidad. Limitar las cantidades en la dieta a menos de 2,3 kg por vaca y día o 20% de la mezcla de cereales.

La harina de carne y huesos es un producto extraído y desecado de tejidos animales. No contiene cuernos, piel, pelo, estiércol ni contenido estomacal. La harina de carne y huesos es una buena fuente de PC, PNDR , calcio y fósforo. Limite las cantidades suministradas a 1 kg o menos al día. La harina de carne y huesos debe manipularse adecuadamente y almacenarse en lugares secos para evitar la contaminación por salmonela.

La soja es una excelente fuente de PC y de grasa (18%) para el ganado lechero. Se pueden suministrar hasta 2,3 kg de soja cruda por vaca y día. Las vacas deben adaptarse gradualmente a la soja para evitar la diarrea y la inapetencia. La soja cruda contiene ureasa, una enzima que libera amoniaco de la urea cuando se mezclan la soja y la urea. La urea y la soja cruda no deben mezclarse ni almacenarse juntas. La degradación microbiana en el rumen reduce los factores anti proteicos de la soja cruda (inhibidor de tripsina, por ejemplo). El tostado, la extrusión u otros tratamientos térmicos reducen los factores anti proteicos y la actividad de la urea y aumentan el valor PNDR de la soja. La temperatura de calentamiento (de 143 a 148 grados ºC) y el tiempo de remojo (de 30 a 45 minutos) deben controlarse con cuidado para evitar que la soja se caliente demasiado (o demasiado poco). Puede suministrarse hasta 8 libras de soja tratada térmicamente al día. Debe evaluarse el coste del procesado, incluida la merma del grano.

La harina de soja es el suplemento de proteína vegetal más común y, por lo general, el más económico. La harina de soja más común contiene un 44% de PC en la alimentación. Otras dos fuentes de harina de soja son: la harina de soja descascarillada (48% de PC) y la harina de soja procesada por expulsión o antigua (42% de PC y 5% de grasa). Muchos suplementos comerciales contienen cantidades sustanciales de harina de soja.

Los suplementos proteicos de harina de girasol oscilan entre el 28 y el 45% de proteínas. El porcentaje de proteínas varía inversamente proporcional al porcentaje de fibra: a menos proteínas, más fibra. La harina de girasol es una buena fuente de proteínas y fósforo. En algunos rebaños se han observado problemas de palatabilidad cuando se añade harina de girasol como suplemento.

La urea es un compuesto NNP (nitrógeno no proteico) que contiene aproximadamente un 46% de N. Es una buena fuente de proteínas solubles. La urea encaja mejor en dietas altas en energía de carbohidratos (cereales y ensilado de maíz), bajas en proteína y bajas en proteínas solubles. Restrinja las cantidades suministradas a 180 gramos por vaca y día, 1% en mezclas de grano, o 0,5% en ensilado de maíz (10 kg/ton añadidos en el ensilado). Si se añade urea u otra fuente de NNP como el amoníaco al ensilado de maíz, la cantidad de urea incluida en una mezcla de grano debe reducirse para que la ingesta de urea o equivalente de urea no supere el máximo de 180 gramos por vaca y día. La urea no es un alimento apetecible y debe mezclarse bien con cereales o ensilado. La urea se utiliza mejor cuando se incorpora a las raciones mixtas totales (RMT) y/o se administra frecuentemente en mezclas con otros piensos.

La urea puede utilizarse para elaborar un concentrado rico en proteínas. Una mezcla de 40 kg de maíz molido y 6 kg de urea equivale en energía y proteína bruta a 45 kg de harina de soja. Una mezcla de 25 kg de maíz molido, 3 kg de urea y 16 kg de harina de soja también equivale a 45 kg de harina de soja en equivalente total de energía y proteína y puede utilizarse como sustituto de la harina de soja. Sin embargo, no debe utilizarse como aderezo proteico debido a su sabor amargo y a la posibilidad de que el animal rechace el alimento. Si se administra de acuerdo con las recomendaciones, la urea es una buena fuente de proteína bruta (PB) y no se ha demostrado que afecte a la eficiencia reproductiva.

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