La zinia y el clavel
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Mostrar más traduccionesMostrar menos traduccionesLa zinia y el clavel son dos opciones de flores de temporada excelentes que pueden dar color a nuestro jardín o balcón. Ambas pueden crecer fácilmente durante bastante tiempo. Las plantas de clavel pueden sobrevivir incluso hasta diciembre en zonas con otoños e inviernos suaves. Después de un periodo de letargo, volverán a florecer la próxima temporada. Por el contrario, las plantas de zinia mueren al final de la estación cálida, pero volverán a surgir nuevas plantas a partir de las semillas producidas por las flores.
Estas dos preciosas plantas son bastante económicas y podemos trasplantarlas en un macetero de nuestro jardín o en una jardinera más grande en nuestro balcón. Conozcamos un poco mejor estas dos flores populares.
La zinia o zinnia (zinnia elegance) es, en general, una planta muy resistente y versátil. Es fácil de cultivar y es una de las plantas ornamentales más bonitas que podemos tener en nuestro balcón o jardín. Existen muchas variedades diferentes de zinia. Esta planta crece mejor en suelos húmedos, fértiles, con un buen drenaje y acceso constante a la luz solar. En general, su temperatura óptima de crecimiento es de entre 23 °C y 29 °C (73,4- 84,2 grados Fahrenheit). Prefieren los veranos largos y calurosos y no llevan bien los cambios bruscos de tiempo y los vientos fríos. El pH del suelo debe estar entre 5,5 y 7,5. Si les añadimos un fertilizante, las flores crecerán más rápido y con más vigor.
El clavel, también conocido como rosa de clavo (Dianthus caryophyllus), prefiere un suelo ligeramente ácido, al igual que la zinia. Así, con un pH del suelo cercano a 6,5, ambas plantas pueden crecer adecuadamente y dar flores vistosas de buena calidad. Tal y como sucede con la zinia, el clavel prefiere un suelo con un buen drenaje. Es muy probable que si existe una retención de agua en exceso en una de nuestras macetas o parterres acabe con los claveles. Por el contrario, es resistente a las heladas e incluso puede soportar temperaturas bajo cero.
Trasplantar zinias y claveles en el jardín
Para trasplantar correctamente ambas plantas en nuestro jardín el suelo debe contar con una temperatura de 21 a 26° C (69,8-78,8 grados Fahrenheit). Debemos evitar trasplantarlas demasiado pronto en primavera o demasiado tarde ya que si lo hacemos, las plantas sufrirán. La época de floración de la zinia y el clavel comienza durante la segunda mitad de la primavera. Lo mejor es elegir un lugar con sol en nuestro jardín, ya que estas dos plantas necesitan al menos 6 horas de luz solar directa al día para producir flores de buena calidad. Las zinias y los claveles prefieren crecer en grandes parterres o jardineras.
Necesidades de nutrientes y fertilización de la zinia y el clavel
Por lo general, lo mejor es suministrar el abono que necesitan nuestras plantas aproximadamente un mes después de trasplantarlas. En ese momento tendremos dos opciones. La primera es suministrar un fertilizante granulado 15-15-15, preferiblemente de liberación lenta. Para liberar los nutrientes de este tipo de abono, debemos regar inmediatamente después de la aplicación. La segunda opción es añadir abono líquido en una proporción de p.ej., 5-10-10 (o inferior) y seguir añadiendo el mismo fertilizante una vez al mes.
La poda
Cuanto más podemos nuestras plantas, más crecerán y se regenerarán. Podemos eliminar el tallo por encima de las primeras hojas verdaderas para que la planta no malgaste su energía en producir nuevo material vegetal que acabaremos eliminando. Podemos cortar el tallo con unas tijeras de podar.
La finalidad vital de toda planta es reproducirse y lo normal es que formen semillas para conseguirlo. Del mismo modo, las plantas de zinia y clavel están programadas genéticamente para producir semillas en una fase determinada de su ciclo biológico. Sin embargo, si permitimos que las flores produzcan semillas, las plantas dedicarán toda su energía a este proceso y dejarán de florecer. Si queremos prolongar el periodo de floración de nuestras plantas, debemos eliminar cualquier parte de ellas que contenga semillas inmaduras. Este proceso se denomina pinzado y la mayoría de los jardineros suelen realizarlo junto con la poda o deshojado. Las tijeras de podar que utilizaremos durante el pinzado deben ser de buena calidad e ir acompañadas de los certificados correspondientes.
En caso de que cultivemos una variedad perenne de clavel, debemos retirar las flores y hojas secas tras los primeros días de la primera bajada de temperaturas importante del otoño y esperar a que pase el invierno. Si durante más de dos semanas no llueve, regaremos nuestras plantas. La primavera siguiente, volveremos a podar el material vegetal seco, cavaremos la tierra alrededor de la raíz y añadiremos tierra nueva si fuera necesario.
Asimismo, siempre que veamos una flor marchita, debemos quitarla para fomentar la floración de la planta.
Riego
La mayoría de las zinias tienen su origen en Ecuador, por lo que algunas variedades son más tolerantes a la sequía. Por muy bien que se desenvuelvan en suelos secos, regarlas siempre tendrá beneficios y producirán más flores. Por norma general, podemos regar la zinia de 2 a 3 veces a la semana durante la primavera, en cuanto notemos que la tierra está seca. Las necesidades del clavel son muy parecidas. Si las plantas tienen acceso a la luz solar directa durante 6 horas al día, lo normal es que debamos regarlas de 2 a 3 veces a la semana a finales de primavera y todos los días durante el verano.
Debemos tener cuidado de no mojar las hojas de nuestras plantas, ya que al mantener el follaje seco reducimos el riesgo de brote de enfermedades. La mayoría de los jardineros riegan la zinia y el clavel a primera hora de la mañana. Si las regamos por la noche y mojamos accidentalmente las hojas, éste permanecerá húmedo y será más vulnerable a las infecciones fúngicas fitopatógenas. Cuando las zinias hayan alcanzado una altura de 15 a 20 cm (0,65 pies), podemos añadir una capa de mantillo de 8 cm (0,26 pies) de grosor alrededor de la base de sus tallos para controlar la evaporación del agua. Una capa de mantillo también ayuda a retener la humedad del suelo y evita que crezcan malas hierbas no deseadas que compitan con la zinia por el agua, la luz solar y los nutrientes.
Plagas de la zinia y el clavel
Los insectos pueden causar grandes problemas en las plantas de zinia y clavel. Los pulgones, los trips y las moscas blancas son los enemigos más comunes de la zinia, mientras que los ácaros y los trips lo son para el clavel. Si vemos manchas blancas o huevos, lo más probable es que los pulgones o las cochinillas hayan infectado nuestras plantas. El mejor método de control de plagas en todos los casos es la prevención. Si ésta resulta insuficiente, podemos preparar un “insecticida natural” casero mezclando 35 gr de jabón líquido para vajilla con 10 gr de alcohol en 1 litro de agua. Podemos usar la solución para rociar nuestras plantas por la mañana, donde veamos signos de pulgones, trips y mosca blanca. Podemos repetir este tratamiento durante los próximos 5 a 8 días.
La clave para tener plantas de zinia y clavel sanas es evitar que se creen las condiciones favorables para las plagas. Es importante cultivar nuestras plantas al sol, regarlas de manera regular, pero mantener la tierra con un buen drenaje. Podemos aplicar mantillo para mantener las plantas sanas y vigorosas y eliminar las hojas o flores muertas y las malas hierbas no deseadas que pueden atraer diversas plagas vegetales. Si aún así todas las medidas anteriores no funcionan, podemos pedir consejo a un agrónomo.
Enfermedades más comunes de la zinia y el clavel
Las infecciones fúngicas de la zinia y el clavel suelen ser más habituales que las infestaciones por insectos. El principal problema de estas dos plantas es el mildiu. Entre los síntomas de la infección por mildiu está el crecimiento pulverulento de color blanco a gris (crecimiento de micelio) en la superficie del follaje viejo y nuevo o de la flor. Las hojas infectadas entran en senescencia antes que las sanas.
Jardinería y seguridad personal
La jardinería puede parecer un pasatiempo inofensivo, pero conlleva riesgos que un jardinero novato no se podría haber imaginado. Además de nuestras hermosas plantas de claveles y zinias, nuestro jardín también puede albergar algunos visitantes indeseados en busca de comida como serpientes o ratones. Para estar protegidos y caminar cómodos y seguros necesitaremos comprar botas de agua (botas de goma) de buena calidad.