La adelfa (Nerium oleander)

En las medianas que separan los carriles de las autopistas, en las calles, en los patios, o en los balcones y en el “corazón” de una ciudad. En estos lugares es donde crece e impresiona la adelfa, también conocida como baladre, con sus numerosas y coloridas flores a los pasajeros y viandantes que recorren la ciudad.

Este arbusto originario de la región mediterránea es una de las plantas más versátiles que crece con unos cuidados mínimos después de un momento determinado. La adelfa tiene una tasa de crecimiento bastante alta y puede llegar a alcanzar varios metros de altura, convirtiéndose en una bonita y densa valla natural.

La adelfa (Nerium oleander)

El nombre científico de esta planta tan extendida es Nerium oleander. Es un arbusto ornamental perenne, de hoja perenne, que puede, tal y como vemos en las fotos, puede llegar a superar incluso los 5 metros de altura. Sus flores son de distintos colores aunque los más comunes son el rosa, el blanco, el rojo y el color crema. No debemos confundirla con el laurel (Laurus nobilis), el cual utilizamos para cocinar. Las hojas de la adelfa son tóxicas tanto para humanos como para mascotas. El contacto con las hojas de esta planta pueden causar irritación de piel severa y reacciones alérgicas. Este es el motivo por el cual siempre debemos ponernos unos guantes de protección adecuados cuando cuidemos de esta planta.

Tal y como sucede con muchos arbustos ornamentales, hay variedades enanas y normales de adelfa. La mayoría de las variedades enanas alcanzan una altura de 1,20 a 1,40 metros (4.6 pies) a los 2-3 años para dejar de crecer después. Por otro lado, la adelfa convencional cuenta con una tasa de crecimiento rápido y con condiciones favorables puede crecer de 50 a 70 cm al año. Normalmente los jardineros prefieren utilizar estas plantas para crear “vallas” de plantas en poco tiempo. Por ejemplo, si plantamos una hilera de adelfas de 1,5 metros de altura, en 1-2 años obtendremos un seto de 2,50 a 3 metros de altura que nos proporcionará el aislamiento deseado.

A pesar de ser una planta resistente, la adelfa requiere acceso directo a la luz del sol al menos durante 6 horas al día. A la sombra, tal y como podemos ver en la foto, la planta se vuelve caquéctica y sus brotes serán finos y débiles, produciendo menos vegetación y flores. La adelfa es una planta resistente a la sequía por lo que su demanda de agua es muy baja. Este es el motivo por el cual la mayoría de las plantas mayores de tres años que encontramos en los arcenes y márgenes de las carreteras no se riegan.

No obstante, para asegurarnos de que la planta sobrevivirá y crecerá adecuadamente, será necesario que reguemos de manera regular durante el primer e incluso el segundo verano después de haberla plantado. Respecto al terreno, la adelfa no requiere ningún sustrato específico. Puede crecer en tierras áridas y suelos con una amplia gama de pH y salinidad. Según algunos estudios puede incluso crecer en suelos con un pH ligeramente superior a 8. Su gran resistencia a la salinidad hace de la adelfa una planta ideal para zonas costeras.

Plantar la adelfa

Las mejores épocas para trasplantar la adelfa son la primavera y el verano. Lo primero que tenemos que hacer una vez hayamos adquirido nuestras plantas es retirar todas las partes muertas con tijeras de podar. De esta manera ayudaremos a la planta a concentrar sus recursos y nutrientes en menos (pero más impresionantes) flores. Por lo tanto, primero eliminaremos las flores marchitas. Corte el manojo desde el nudo en el que se encuentren las flores que se están marchitando. Esto fomentará que los nuevos capullos se formen y crezcan mejor, recompensándonos muy pronto con su apariencia, su vitalidad y sus colores. Utilice unas tijeras de podar que cuenten con certificados de calidad.

Después cavaremos un hoyo en el suelo con un diámetro superior al de la maceta y plantaremos nuestro arbusto. Si lo que queremos es crear un seto, la distancia entre las dos plantas de adelfa debe ser de al menos metro y medio (5 pies).

La adelfa (Nerium oleander)

Cómo podar una adelfa

Aunque no es completamente necesario, podar puede ser un método para fomentar la floración e incrementar la densidad del seto. La poda es algo esencial en plantas con una tasa de crecimiento rápido como la adelfa. Para ello necesitaremos elaborar un plan de poda de antemano y decidir qué forma y tamaño queremos que tenga nuestra planta. Podemos darle la forma de un árbol o de un arbusto pequeño y denso (para esto deberemos llevar a cabo una poda estricta cada dos años), fomentar un crecimiento vertical para crear setos altos o nada de lo anterior.

Lo ideal es realizar la poda principal en otoño, aunque en primavera hayamos retirado los brotes secos o dañados por las heladas. La planta florece en los tallos del año anterior por lo que si no queremos tener un año sin flores, lo mejor es no podar toda la planta a la vez. Lo ideal es podar  ⅓ (un tercio) del número total de ramas al año de manera que podemos todo el arbusto en un periodo de tres años. La poda debe llevarse a cabo a principios del otoño, no después, para evitar que las heladas dañen la planta. Por lo general, si podamos tallos viejos, surgirán brotes largos y nuevos. Si cortamos partes de los tallos en flor obtendremos brotes más pequeños que florecerán rápido.

Si queremos que la adelfa tenga forma de árbol empezaremos eligiendo el brote de más vigor, que nos servirá como tronco. Después determinaremos la altura que queremos que tenga el tronco y podaremos todas las ramas del tronco central por encima de esa altura. Si queremos tener éxito, tendremos que repetir todos los pasos que hemos mencionado anteriormente para eliminar cualquier chupón que pueda brota y mantener así la estructura de árbol de nuestra adelfa. the trunk. 

Debemos recordar que todas las partes de esta planta son tóxicas, sobre todo la savia lechosa secretada por los cortes o daños. Para evitar irritaciones de la piel durante el cuidado del jardín, deberemos llevar un atuendo de manga larga y guantes adecuados de buena calidad. Además, después de podar, tendremos que lavarnos las manos y limpiar las herramientas. Limpiar el equipo garantizará que no corramos ningún riesgo la próxima vez que lo utilicemos.

La seguridad personal es un factor esencial durante la poda. La jardinería puede parecer una afición inofensiva pero conlleva riesgos inimaginables para alguien que acaba de empezar. Además de protegerse con guantes, también es importante comprar botas de agua de buena calidad. En el jardín podemos encontrarnos, sobre todo a finales de verano y principios de otoño, época en la que se suele podar la adelfa, con algunos visitantes indeseados como serpientes o ratones en busca de comida. Para estar debidamente protegidos y caminar cómodos y seguros, necesitaremos comprar botas de goma de buena calidad.

La fertilización de la adelfa 

Las plantas maduras apenas necesitan fertilización. No obstante, si suministramos fertilizantes a una planta joven de adelfa fomentaremos un buen ritmo de crecimiento y alcanzaremos la altura y la densidad deseadas rápidamente, sobre todo si queremos que nuestra planta adquiera la forma de seto. Podemos fertilizar nuestras plantas tres veces al año: a principios de primavera, cuando brota la nueva vegetación, a finales de primavera y una vez más durante el verano. Podemos utilizar cualquier tipo de fertilizante equilibrado adecuado para hortalizas (por ejemplo, N-P-K 10-10-10).

Cultivar adelfas en macetas 

También podemos cultivar adelfas en macetas en el balcón. En este caso la variedad más apropiada es la adelfa enana que no exceda los 1,5 metros (5 pies) de altura. Las variedades más populares para la terraza o balcón son la Petite Pink (flores rosas) y la White Sands (flores blancas).

Para que nuestra adelfa crezca en macetas y florezca durante muchos años necesitaremos tener en cuanta seis cosas.

La adelfa (Nerium oleander)

6 secretos para cultivar una adelfa en una maceta:

  1. Colocar la maceta en un lugar con acceso directo a la luz del sol durante al menos 6 horas al día. Además, las plantas deberán estar fuera del alcance de los niños y las mascotas. No debemos olvidar que a pesar de su belleza externa la adelfa es una planta tóxica. Un simple contacto con la planta puede provocar irritación de piel y reacciones alérgicas. Tragar una hora puede ser muy peligroso.
  2. A diferencia de las adelfas que crecen en la tierra, las adelfas cultivadas en macetas son menos resistentes a la sequía y tendremos que regarlas con regularidad, sobre todo en verano. Compruebe que la tierra de la maceta esté completamente seca con los dedos de la mano.
  3. Añada un fertilizante equilibrado dos veces al año (una en primavera y otra en verano) durante el primer y segundo año de vida de la planta. Podemos elegir entre un fertilizante granulado azul simple o un fertilizante hidrosoluble. En el caso de utilizar el granulado, regaremos la planta después de suministrar el fertilizante.
  4. Podar la planta después de la floración y antes de trasladar la maceta a un lugar protegido para el invierno. Lo normal es podar un tercio de las ramas a la mitad para que mantengan una bonita forma compacta. Para los arbustos plantados en tierra tendremos que repetir este proceso durante dos años más para podar toda la planta.
  5. No se olvide de ponerse guantes de protección siempre que pode sus adelfas. 
  6. Para proteger la planta del frío y de las heladas podemos cambiar la ubicación de la maceta. Las temperaturas inferiores a -10° C (14 grados Fahrenheit) estresarán a las plantas lo que provocará un daño significativo (especialmente si la helada se prolonga durante varias horas). Para evitarlo, podremos proteger nuestras plantas cambiándolas de lugar (incluso podemos trasladarlas al interior) o cubriéndolas.

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