Fertilizar los cerezos es esencial para mantener su salud y productividad. Una fertilización adecuada garantiza que los árboles reciban los nutrientes que necesitan para crecer con vigor y desarrollar frutos. El proceso de fertilización implica comprender cuándo y cómo aplicar los nutrientes, especialmente en árboles jóvenes y maduros, y reconocer el papel que desempeñan los nutrientes esenciales en el desarrollo del cerezo.

Antes de aplicar cualquier fertilizante es esencial realizar un análisis del suelo. Las necesidades de cada campo son diferentes, por lo que es importante estudiar el análisis del suelo y de las hojas de los árboles de su huerto antes de decidir los métodos de fertilización. No obstante, a continuación enumeraremos algunos métodos de fertilización utilizados de forma habitual en el cultivo comercial de cerezos.

Nutrientes básicos para los cerezos

El primer paso para abonar correctamente los cerezos es saber qué nutrientes necesitan para crecer sanos y producir frutos.

  • Nitrógeno (N): el nitrógeno es crucial para el crecimiento vegetativo, ya que influye en el desarrollo de las hojas y en el vigor general del árbol. Sin embargo, un exceso de nitrógeno puede provocar un crecimiento foliar excesivo en detrimento de la producción de frutos.
  • Fósforo (P): el papel del fósforo es vital en el desarrollo de las raíces, la transferencia de energía dentro de la planta, el cuajado de los frutos y el crecimiento en las primeras etapas. Es esencial para el establecimiento del sistema radicular de los árboles jóvenes.
  • Potasio (K): el potasio ayuda a regular el movimiento del agua dentro de la planta y es esencial para la calidad de la fruta y la resistencia a las enfermedades. Mejora el tamaño, el color y el sabor de la fruta. Los cerezos tienden a contar con deficiencias de potasio.
  • Magnesio (Mg): el magnesio es otro elemento del suelen tener deficiencia los cerezos. Interviene en la producción de la clorofila, la fotosíntesis y la calidad de la fruta. Una carencia de Mg puede provocar clorosis interveinal, en la que las hojas se vuelven amarillas pero las venas permanecen verdes.
  • Calcio (Ca): el calcio es importante para la estructura de la pared celular y ayuda a prevenir diversos trastornos como el agrietamiento de los frutos y la podredumbre terminal de la flor.
  • Boro (B): el boro es necesario en pequeñas cantidades, pero es crucial para la formación de la pared celular, el desarrollo de las semillas y la salud general del árbol.
  • Otros micronutrientes como el hierro (Fe), el manganeso (Mn) y el zinc (Zn) se aplican a menudo en pulverizaciones foliares o enmiendas del suelo cuando se detectan deficiencias mediante análisis.

Calendario de fertilización según la edad del cerezo

Los cerezos suelen «comer poco» (sobre todo los guindos) y no necesitan una fertilización abundante. Los agricultores de cerezos con experiencia afirman que los cerezos necesitan una aplicación de fertilizante cada primavera (normalmente en los cuatro primeros años de desarrollo) hasta que adquieran la resistencia adecuada. Más adelante, se puede volver a abonar después de la cosecha. En suelos con pH bajo (5 o inferior), el agricultor puede esperar tener algunas deficiencias de calcio (Ca) y magnesio (Mg) y/o una menor disponibilidad de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Si el problema es importante, debemos sopesar la posibilidad de tomar las medidas adecuadas para neutralizar o aumentar el pH son el tiempo añadiendo cal.

  • Elegir el fertilizante y las técnicas de aplicación adecuadas

Dependiendo de los huertos y sus necesidades, debemos elegir aplicar una combinación de distintos tipos de fertilizantes en momentos diferentes del año para satisfacer mejor las necesidades de nutrientes de los árboles. Así pues, podemos utilizar una combinación de fertilizantes granulados y solubles/líquidos. 

Los fertilizantes granulados son una opción habitual para los cerezos debido a que se aplican fácilmente y cuentan con la capacidad de liberar los nutrientes poco a poco. Estos fertilizantes completos ofrecen los 3 nutrientes principales (N-P-K) al principio de la temporada como fertilización básica en el suelo. Podemos suministrar los abonos al voleo cerca de la zona radicular de cada árbol. Tras la aplicación, el fertilizante debe incorporarse al suelo para mejorar la absorción de nutrientes y reducir el riesgo de escorrentía. Para ello podemos emplear maquinaria (cultivadora) o riego (o precipitaciones). 

Los fertilizantes líquidos son una opción rápida para suministrar nutrientes y se suelen suministrar foliarmente (pulverización) o mediante fertirrigación. La fertilización foliar puede abordar la deficiencia de nutrientes de forma rápida y eficaz y suministrar nutrientes a las plantas de manera inmediata. Se pueden suministrar durante el periodo vegetativo, cuando la absorción de nutrientes es elevada.

Según sea el perfil de nutrientes del suelo, puede ser necesario que añadamos compost o estiércol bien descompuesto en el huerto antes de plantar los árboles jóvenes o antes de la temporada de crecimiento para ayudar a mejorar la salud y la fertilidad del suelo. Esto suele combinarse con aplicaciones complementarias durante la temporada para favorecer el buen crecimiento y la producción. En algunas ocasiones puede que no necesitemos suministrar fertilizantes, por ejemplo si el suelo es fértil y cuenta con un buen drenaje.

Consejo:

Por norma general, si los brotes de un cerezo joven no productivo crecen 38 cm (15 pulgadas) o más en un año, no es necesario abonar. Del mismo modo, el desarrollo de los brotes debe ser de 20 cm (8 pulgadas) o más para los árboles maduros productivos. Sin embargo, si observamos que los árboles no crecen como es debido y su crecimiento foliar se ralentiza (durante el primer año), podemos añadir un abono rico en nitrógeno al año siguiente (de ¼ a ⅓ libra o 0,11-0,15 kg de nitrógeno real por árbol). La cantidad de esta aplicación depende de cuántos años lleven los árboles en el huerto. Normalmente, necesitaremos ⅛ libras (0,055 g) de abono por año del árbol.

Cuándo y cómo aplicar el fertilizante

Programa de fertilización para cerezos jóvenes y maduros

Árboles jóvenes (uno a cuatro años): los árboles jóvenes deben centrarse en establecer un sistema radicular fuerte y un crecimiento vegetativo moderado. No fertilice hasta que los árboles empiecen a dar frutos, normalmente entre los 4 y los 7 años.

Algunos productores aplican un fertilizante equilibrado compuesto por nutrientes esenciales como nitrógeno (N), potasio (K) y fósforo (P) durante los dos primeros años, normalmente en forma de gránulos. Podemos aplicar fertilizantes granulados a principios de la primavera, antes de que empiecen a surgir los nuevos brotes y después de la cosecha. Este momento permite que los nutrientes estén disponibles durante las etapas críticas de crecimiento y fructificación. Podemos incorporar los gránulos al suelo a razón de 10-10-10, 5-10-10 N-P-K. Si son cerezos (no guindos), estas tasas pueden ser 15-15-15 o 10-15-15 N-P-K. 

Durante el tercer año, los agricultores suelen pulverizar fertilizantes líquidos. Por último, podemos aplicar fertilizantes solubles durante el cuarto año, normalmente con una proporción de 20-20-20 N-P-K. 

Árboles maduros (cinco años o más): las necesidades de fertilización de los cerezos maduros son diferentes a las de los árboles más jóvenes. La atención se desplaza de establecer el crecimiento a mantener la productividad y la calidad de la fruta.

La aplicación básica tiene lugar a principios de la primavera, dos o tres semanas antes del inicio de la floración (desborre). Suministrar el abono en este momento nos garantiza que los árboles dispongan de nutrientes suficientes para la floración y el cuajado de frutos. En suelos muy pobres y en huertos muy densos, pueden ser necesarias una o varias fertilizaciones complementarias. En los huertos de cerezos con suelos de ligeros a medios, 300 a 700 árboles por hectárea (120 a 280 por acre), y una producción estimada de 20 Tm por hectárea (8 Tm por acre), se recomienda suministrar 55 kg de N, 55 kg de P (P2O5), 88 kg de K (K2O), 44 kg de Ca (CaO) y 22 kg de Mg (MgO) (25 lb de N, 25 lb de P, 40 lb de K, 20 lb de Ca y 10 lb de Mg). 

Algunos agricultores pueden optar por la fertilización tanto suministrándola directamente en el suelo como por fertirrigación o aplicación foliar. El potasio (K) es un nutriente esencial para el crecimiento y la calidad de la fruta. En años de gran producción (árboles cargados de frutos), los agricultores realizan múltiples aplicaciones foliares de K para conseguir que las cerezas maduren uniformemente y mejorar la calidad de los frutos. Los agricultores con experiencia afirman que pueden llevar a cabo hasta cinco aplicaciones de K desde la floración hasta la maduración del fruto. 

En algunos casos, los productores de cerezas pueden aplicar/pulverizar con boro sus árboles al comienzo de la floración. Además, en caso de que existan deficiencias de N y K, la fertilización foliar (pulverización) puede aplicarse a principios de otoño, cuando el follaje del árbol aún está verde y activo. Tenga cuidado y utilice los fertilizantes en un círculo a una distancia mínima de 18 pulgadas/45,72 cm del tronco del árbol. En suelos con deficiencias o en años de gran producción, puede ser necesaria una aplicación más después de la cosecha para ayudar a las plantas a reponer los nutrientes que han consumido durante el proceso de fructificación y así prepararlas para la temporada siguiente.  

¡Nota!

Tenga en cuenta que todo lo anterior son simplemente una serie de prácticas estándar que no deben seguirse sin realizar su propio estudio. Cada campo es diferente y sus necesidades son distintas. Antes de suministrar cualquier tipo de fertilizantes es crucial que comprobemos los nutrientes y el pH del suelo de nuestro suelo. Realizar un análisis foliar es muy importante para identificar y corregir las deficiencias de nutrientes en los cerezos. Siempre puede pedir consejo a un ingeniero agrónomo.

Una supervisión regular del suelo y la salud del árbol es fundamental para una fertilización eficaz. Realice un análisis del suelo de su terreno cada pocos años para evaluar los niveles de nutrientes y el pH y ajustar como corresponda las prácticas de fertilización. El análisis del tejido foliar también puede proporcionarnos una información valiosa sobre la absorción de nutrientes y ayudarnos a identificar las deficiencias antes de que afecten a la salud y la productividad de los árboles.

Además, debemos observar el crecimiento del árbol y la calidad de la fruta para optimizar las prácticas de fertilización. Ajuste el momento de aplicación y la cantidad de fertilizante en función de cómo responda el árbol y evite fertilizar en exceso, ya que puede provocar desequilibrios de nutrientes y contaminación ambiental.

Referencias:

 

https://extension.umn.edu/fruit/growing-stone-fruits-home-garden#cherries-682263

https://u.osu.edu/cfaescapstone/tree-fruits/cherries/care-maintenance/

https://anrcatalog.ucanr.edu/pdf/2951e.pdf

https://www.cloudmountainfarmcenter.org/education/grow-tips/growing-cherries/

https://extension.oregonstate.edu/gardening/techniques/fertilizing-fruit-trees

https://www.cdfa.ca.gov/is/docs/19-0954_Brown_UCD_FR.pdf

https://extension.umn.edu/fruit/growing-stone-fruits-home-garden#cherries-682263

https://u.osu.edu/cfaescapstone/tree-fruits/cherries/care-maintenance/

https://anrcatalog.ucanr.edu/pdf/2951e.pdf

https://www.cloudmountainfarmcenter.org/education/grow-tips/growing-cherries/

https://extension.oregonstate.edu/gardening/techniques/fertilizing-fruit-trees

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