Dimorfoteca

La gente suele preguntarse si existe una planta con flores que pueda crecer fácilmente en macetas, con un mínimo de cuidados y riego, pero que, a la vez, pueda producir flores de colores desde la primavera hasta el otoño y dure más de un año. Lo primero que nos viene a la mente y satisface todas estas condiciones es la conocida dimorfoteca. La dimorfoteca también es conocida con los nombres comunes de «margarita de colores» o «margarita africana». Su parecido con las margaritas se debe a que ambas plantas pertenecen a la misma familia (Asteraceae) y proceden de Sudáfrica.

La dimorfoteca es realmente una planta impresionante que produce flores brillantes en una amplia variedad de colores. La mayoría de las especies de dimorfoteca son perennes, aunque en la mayoría de los casos, la calidad de las flores producidas decae después del cuarto o quinto año de vida. Por ello, los amantes de la dimorfoteca las replantan en esta época.  En países o regiones con condiciones climáticas suaves, la dimorfoteca puede producir hermosas flores desde principios de primavera hasta mediados de otoño.

Esta planta frondosa y colorida no tiene un precio elevado, ya que 12 plantas pequeñas cuestan unos 20 dólares. Además de la variedad en el color, también varían en la estructura de la planta en sí, estando algunas más erguidas que otras.

Primero tenemos que trasplantar las plantas a macetas más grandes, idealmente de terracota. A diferencia del plástico, este material tiene poros y ayuda a disminuir el exceso de humedad de la tierra, que puede ser perjudicial para nuestras plantas. Independientemente del material, la parte inferior de la maceta debe contar con agujeros que permitan drenar el agua sobrante en cuestión de minutos.

La dimorfoteca crece en suelos arenosos bien drenados y en lugares soleados. Tolera parcialmente la sequía y el calor, pero no le gusta la humedad elevada. Hay que evitar regar desde arriba. La parte superior de la planta (flores, hojas y brotes) debe permanecer seca. El hecho de que esta planta sea ideal para ser cultivada en macetas, nos ofrece la posibilidad de trasladarla durante el año, incluso de ponerla en el interior durante unos días, para protegerla de las heladas.  El cultivo en macetas reduce la competencia con las malas hierbas por el agua, los nutrientes y el acceso a la luz solar.

Inmediatamente después de trasplantar nuestras plantas a sus nuevas macetas, debemos eliminar las flores marchitas cortando el tallo que las sostiene desde el primer nudo (punto de ramificación). Este proceso es necesario, ya que ayuda a la planta a dedicar toda su energía, nutrientes y agua a la formación de brotes jóvenes que muy pronto nos sorprenderán por su aspecto, vigor y colores. Además, debemos eliminar los brotes con hojas marrones y marchitas. Para que nuestras plantas se mantengan frescas y florezcan durante más tiempo, debemos realizar este tipo de poda durante los próximos 2-3 años. Esta actividad puede realizarse en cualquier época del año y con mayor frecuencia de primavera a otoño.

Pinzado y poda de la dimorfoteca

Cuanto más podemos nuestras plantas, más crecerán y generarán nuevos brotes y flores. El propósito vital de cualquier planta es la reproducción, que en muchos casos se produce mediante la formación de semillas.  Del mismo modo, las plantas de dimorfoteca están programadas genéticamente para producir semillas en una fase concreta de su ciclo biológico. Sin embargo, si permitimos que las flores produzcan semillas, las plantas dedicarán toda su energía al proceso de producción de semillas y, por tanto, dejarán de florecer.

Así pues, si queremos prolongar el periodo de floración de nuestras plantas, debemos eliminar cualquier parte de la planta que contenga semillas inmaduras. Este proceso se denomina pinzado, y la mayoría de los jardineros realizan estos dos procedimientos (pinzado y poda) simultáneamente. Las tijeras de podar que utilizaremos durante la poda deben ser de alta calidad y estar acompañadas de los certificados correspondientes.

Fertilización de la dimorfoteca

Cuando la dimorfoteca crece en macetas, debemos suministrar a la planta los nutrientes esenciales utilizando un fertilizante líquido aproximadamente una vez al mes, desde primavera hasta principios de otoño. Una fertilización adecuada ayudará a la planta a producir flores bien formadas, frescas y coloridas.

Debemos prestar atención al contenido de fósforo del abono, que debe ser mayor o igual que el de los otros dos elementos (N-P-K 5-10-10 ó 6-10-4). Podemos encontrar la dosis exacta de cada fertilizante indicada por el fabricante en la etiqueta del producto. En la mayoría de los casos, podemos añadir tres tapones a una regadera de 3 litros. Esta cantidad es suficiente para regar cinco macetas o dos jardineras grandes.

Necesidades hídricas de la dimorfoteca – Riego de la dimorfoteca

Como hemos colocado las macetas con nuestras plantas de dimorfoteca en un lugar con acceso directo a la luz solar durante al menos 6 horas al día, es posible que tengamos que regar todos los días, sobre todo en verano, cuando sube la temperatura.  Durante el resto del año (primavera y otoño), la frecuencia de riego varía de 1 a 3 veces por semana. Se aconseja regar por la mañana directamente sobre la tierra y las raíces de las plantas para evitar mojar cualquier tejido verde (brotes, hojas).

Preparar la dimorfoteca para el invierno

Cuando la temperatura empieza a descender a mediados o finales del otoño (octubre-noviembre) y dependiendo de la región y de las condiciones meteorológicas, intentamos reducir el tamaño de la copa de la planta mediante la poda. Si las previsiones meteorológicas anuncian heladas, se recomienda trasladar nuestras plantas a un lugar protegido, donde la temperatura no descienda por debajo de cero.

Durante el invierno, debemos regar una o dos veces cada dos semanas. En la primavera siguiente, podemos cortar las partes secas de la planta podándolas, cavando (esponjando) la tierra alrededor de la raíz y añadiendo tierra extra si es necesario. A partir de ese momento, siempre que haya una flor marchita, debemos eliminarla para potenciar la floración. En conclusión, entendemos que unos sencillos movimientos bastan para que nuestras dimorfotecas prosperen, llenando nuestro balcón de colores que nos inspiran y nos ponen de mejor humor.