Cultivar hierbabuena en el huerto

La menta o la hierbabuena (Mentha spicata) es una planta aromática perenne de la familia de las lamiáceas (la misma que la albahaca, el romero, la lavanda y otras hierbas). Las hojas de la planta tiene un gran aroma y un alto contenido de aceite esencial. El aceite esencial que se extrae mediante la destilación de las hojas de hierbabuena es muy utilizado tanto por la industria farmacéutica como por la cosmética. Son muchos los estudios científicos que han  verificado los efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos de las hojas y del aceite esencial extraído de esta planta. El valorado aceite esencial de hierbabuena y sus múltiples usos, han convertido a esta planta en un cultivo respetado, reconocido e insustituible en todo el mundo. La hierbabuena mueve un volumen de negocio anual de millones de dólares.

Sin embargo, además de añadirlo a enjuagues bucales, cosméticos, medicamentos, refrescos, cócteles y otros productos, la hierbabuena tiene innumerables usos en la cocina. También puede acompañar platos de carne o una ensalada fría y servir de ingrediente en todo tipo de marinados, adobes y salsas.

Podríamos decir que una maceta de hierbabuena es necesaria en casi todas los hogares, ya que es una planta que pide muy poco pero que da mucho. Si le proporcionamos unos cuidados básicos, podremos tener hojas frescas de hierbabuena durante casi todo el año. La hierbabuena es relativamente fácil de cultivar, tan sólo necesita un suelo bien drenado y que la coloquemos en un lugar con acceso parcial o total a la luz solar directa.

Cultivar la hierbabuena en macetas tiene muchas ventajas ya que podremos mover la planta cuando lo necesite y evitar que se expanda sin control por determinadas áreas del jardín por las que no queremos que lo haga. La hierbabuena puede actuar como una mala hierba propagando rizomas por todo el huerto o jardín si encuentra las condiciones de crecimiento adecuadas

Compra y preparación

Aunque es posible cultivar hierbabuena a partir de semillas o esquejes, la forma más fácil de cultivarla es comprando una planta de un vivero cercano. Una planta de tamaño mediano tal y como la de la fotografía es muy barata, alrededor de 2 euros (2,3 dólares). Antes de trasplantar la hierbabuena a una maceta nueva tendremos que tener cuidado de quitar los brotes, las hojas y las flores secas con un par de tijeras.

Cómo trasplantar la hierbabuena

Una vez hayamos retirado las partes secas, elegiremos una maceta lo suficientemente grande para trasplantar nuestra hierbabuena. Suele ser mejor utilizar una maceta con un diámetro de 20 cm (0,65 pies) en la parte inferior. La base de la maceta de la fotografía tiene una base de 21 cm de diámetro, una altura de 24 cm y una capacidad de 9,5 litros. Las medidas de esta maceta son las mínimas recomendadas para plantar hierbabuena. Una vez tengamos la maceta seleccionaremos un sustrato vegetal estándar, ya que esta planta no demanda una tierra con requisitos determinados. A pesar de que no es raro encontrar hierbabuena hasta en suelos rocosos, suministrar compost y arena de río a la tierra beneficiará a la planta. Además de mezclar el compost con la tierra también podemos añadir un poco por encima para evitar que el agua se evapore rápido durante el verano. Una vez hayamos trasplantado nuestras plantas con cuidado, tendremos que regarlas.

Elegir el mejor lugar para la maceta

La hierbabuena crece mejor en zonas donde tenga acceso directo a la luz solar, pero también resisten a una sombra parcial. Si colocamos nuestra planta en un lugar con mucha luz solar tendremos que regarla a amenudo.

Requisitos hídricos de la hierbabuena – Irrigación de la hierbabuena

Para que nuestra hierbabuena produzca nuevos brotes verdes de forma constante durante varios meses, necesitará bastante agua. No obstante, los agricultores profesionales afirman que, si se riega en exceso, la planta perderá su aroma y su contenido en aceites esenciales, aumentando también el riesgo de que sufra enfermedades fúngicas. Riegue la planta con regularidad cerca del sistema radicular sin mojar las hojas (que deberán permanecer siempre secas)

La fertilización de la hierbabuena

Aunque la planta puede dar un buen rendimiento casi en todo tipo de sustrato, si suministramos un fertilizante granulado en primavera y verano, podremos potenciar su crecimiento. No se olvide de regar bien después de hacerlo. Otra alternativa es añadir un fertilizante líquido 7-7-7 (una vez a principios de primavera y otra en verano). Esto ayudará a la planta a regenerarse después de una poda estricta.

Podar y cosechar hierbabuena

Tal y como sucede con la mayor parte de las hierbas aromáticas, en el caso de la hierbabuena la poda coincide con la cosecha. Es mejor no podar/cosechar hasta que hayan pasado cuatro semanas del trasplante. No obstante, la planta necesitará una poda frecuente a partir de entonces para fomentar que genere más brotes manteniendo así la planta fresca y viva. Podremos cosechar semanalmente los brotes verdes con sus hojas, cortándolos por encima del nudo anterior desde la primavera hasta el otoño. Nunca deberemos cortar más del 25% de la vegetación (hojas) a la vez. Si cortamos meticulosamente la planta nunca veremos sus flores, algo que es necesario para mantener con vida nuestra hierbabuena. Una vez que aparezcan las flores, la planta (programada genéticamente para ello) dedicará toda su energía a producir semillas. La propagación es un proceso que compite con el crecimiento vegetativo, que es lo que nosotros queremos. Además, las fragancias y la concentración de aceites esenciales en las hojas se concentran poco antes de que aparezca la flor. Podemos utilizar los brotes verdes que cortemos para cocinar, podemos guardarlos en el frigorífico o secarlos para utilizarlos en un futuro.

En la mayor parte de los casos, la parte superior de la planta se encogerá y marchitará durante el invierno, pero se regenerará durante la primavera siguiente.

Y un último consejo:

Supongamos que de repente la planta se marchita y muere después de cambiar la localización de la maceta o después de trasplantarla a una maceta más grande. No pierda el tiempo intentando regenerarla, probablemente no lo consiga. Las plantas aromáticas que crecen en macetas tienen una vida útil determinada y son muchos los factores que amenazan su vigor y vitalidad. Cuando su hierbabuena empiece a marchitarse probablemente es el momento de comprar una planta nueva que producirá nuevos brotes fragantes.

. En ese caso, no merece la pena preocuparse ni gastar tiempo y energía en regenerarla. Y es que probablemente no lo consigas. Las plantas aromáticas que crecen en macetas tienen una vida útil determinada, y muchos factores amenazan su robustez y vitalidad. Cuando tu orégano empiece a senectud, probablemente sea el momento de comprar nuevas plantas, que te darán brotes más tiernos y fragantes.

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