Dependiendo del país o de la región, la temporada de suministro de leña varía pero la importancia de elegir la leña adecuada es la misma en todos lados.

La mayoría de la leña se utiliza como combustible para estufas, calderas de leña, chimeneas y para uso en exteriores y barbacoas. Sin embargo, no todos los tipos de leña son adecuados para todos los usos.

De hecho, tendremos que investigar bastante para saber qué tipo de leña nos conviene. Por ejemplo, del tipo de madera que elijamos dependerá el ritmo con el que arde, el tiempo que arde y la calidad del carbón que produce.

Qué debemos tener en cuenta:

  • Combinar 2-3 tipos de madera nos proporcionará un buen fuego.
  • La leña que compramos deberá haberse cortado al menos 6-8 meses antes y deberá haberse secado de forma natural. De lo contrario, es probable que nuestra chimenea se llene de humo.
  • Debemos almacenar la leña en un lugar seco, protegido de la lluvia y bien ventilado.
  • Nunca debemos quemar madera pintada o tratada, tampoco muebles, ya que es peligroso para nuestra salud

¿Qué leña debo comprar?

En general, debemos ser conscientes de que no todos los tipos de madera son aptos para la combustión y que no toda la leña producirá los mismos efectos térmicos (calor).

En general, existen dos tipos de leña: la seca y la madera blanda. Estos términos no se refieren exclusivamente a la textura de las maderas.

La diferencia entre estos dos tipos de madera se basa fundamentalmente en su estructura física, su densidad y su contenido de humedad. Denominamos como madera seca aquella que tiene mayor densidad y contiene entre un 10 y un 15% de humedad.

La madera dura tiene un periodo de combustión más largo y producirá más calor. Por otro lado, la madera blanda contiene altos niveles de humedad. Suelen ser pegajosas y provocará que se acumulen sustancias resinosas en la chimenea. No obstante arden más rápido que las secas y producen unas llamas impresionantes.

La madera seca es ideal para las calderas de madera y las chimeneas ya que arde lentamente con una llama suave. Por otro lado, la madera blanda normalmente se utiliza como yesca para el fuego en combinación con las maderas duras. A menudo se utilizan en el exterior debido a la gran cantidad de humo que producen.

Los tipos de madera dura más populares para la chimenea son:

Roble

Aunque no produce el calor más alto, el roble es una de las maderas más populares  debido a su tiempo de combustión prolongado. Es más, produce una llama suave sin chispas indeseadas.

Olivo

La madera de olivo es muy utilizada para la chimenea. Es una madera de combustión lenta que prende relativamente fácil y se utiliza para mantener el fuego vivo durante más tiempo. Podemos usar ramitas derivadas de la poda como yescas y añadir partes de la raíz, las ramas o el tronco del árbol.

Maderas blandas populares

Cedro

Cuando se quema, emite un olor agradable característico. Produce una llama pequeña  que ofrece un calor dulce y duradero. Es necesario prestarle atención ya que «salta».

Pino

Tipo de leña bastante popular, especialmente utilizada para prender el fuego. Prende muy rápido y se quema igual de rápido. Por este motivo necesitamos avivar el fuego constantemente. Tiene un alto contenido en resina por lo que no lo recomendamos para su uso en chimeneas, estufas o calderas. Una vez haya empezado a arder debemos prestar atención a las chispas ya que saltarán por todas partes  y tomar medidas de precaución para evitar que se propague el fuego.

Haya

Es la más dura de las maderas blandas. Normalmente se utiliza como leña principal sobre todo en estufas junto con otras maderas duras. Debemos evitar utilizarla en chimeneas abiertas ya que produce mucho humo.

Pellets

Los pellets son un medio alternativo de calefacción. Si su calidad y composición están certificadas, los pellets tienen muchas ventajas sobre la leña (menos humo y una combustión más lenta pero estable). Desafortunadamente, muchos de los pellets que se venden en el mercado tienen una procedencia dudosa y son completamente inadecuados.

¿Qué tipo de madera produce más calor?

El o poder calorífico de cada tipo de madera determina la cantidad de calor que produce cada tipo de madera por su combustión.

El poder calorífico mide la capacidad que tiene un material para producir energía térmica cuando se quema. Es la energía térmica que libera un kilo de combustible sólido o líquido o un metro cúbico de combustible gaseoso en condiciones normales. Las cuatro mejores maderas según su poder calorífico son el abeto, el pino, el haya y el roble. No obstante, en esta clasificación general no se tienen en cuenta las características específicas de cada una. Por ejemplo, todo el mundo sabe que el pino es una madera muy peligrosa si se utiliza como fuente principal de combustión en la chimenea debido a que existe un riesgo elevado de que acabe provocando un incendio (por ejemplo, por alfombras – cortinas que estén cerca).

¿Cuál es la mejor madera para la barbacoa?

Muchas personas prefieren maderas como el olivo, el quermes y (menos) la acacia para sus barbacoas.  Asimismo, las maderas que proceden de árboles frutales como los naranjos, manzanos, cerezos y la vid son muy demandadas para hornear debido a que producen aromas muy agradables. Últimamente se ha extendido una tendencia a partir de algunos chefs, de utilizar distintos tipos de maderas como por ejemplo la de las higueras para asar la carne.

Tipos de maderas que deberíamos evitar.

Muchas personas piensan que pueden utilizar cualquier objeto de madera que esté al alcance de la mano como combustible. Esta percepción no puede ser más errónea y una acción como tal puede ser significativamente peligrosa para la salud pública.

¿Qué tipos de madera no son seguras para la combustión?

Madera húmeda

La madera recién cortada tiene un contenido de humedad muy alto y es muy difícil hacerla prender. Pero aunque prendiese, producirá una gran cantidad de humo debido a la evaporación de los líquidos que contienen.

Antes de usarla, la leña deben secarse durante al menos 6-8 meses. Algunos tipos de madera pueden necesitar hasta dos años.

Madera pintada o tratada

Muchas maderas tratadas y pintadas contienen productos químicos peligrosos que son necesarios para preservar la madera en buenas condiciones durante mucho tiempo. Cuando quemamos este tipo de maderas se liberan sustancias químicas peligrosas en la atmósfera con efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente.

Maderas procedentes del mar

Las maderas que han estado mucho tiempo en contacto con el agua de mar tienen un alto contenido en sal lo que hace que sean muy difícil de quemar. La combustión de la madera procedente del mar puede liberar dioxinas The combustion of seawood, it is possible to release dioxinas, que son sustancias cancerígenas.

Troncos muy grandes

Debemos cortar cualquier tocón con un diámetro superior a 20 cm (0,7 pies) en trozos más pequeños antes de echarlos al fuego. Mucha gente cree que si arrojamos al fuego troncos grandes se producirán más llamas. Sin embargo, esta creencia no es cierta. De hecho obtendremos el resultado opuesto. Es muy útil tener una motosierra a mano para estos casos.

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